MEDIOAMBIENTE
Intendencia aprobó iniciativa ciudadana que se implementará como plan piloto en el Municipio E en 2021
Un envoltorio de un alfajor Alejandro Vascolet con fecha de vencimiento para 1994. Su hallazgo en unaplaya de Montevideo hace unas semanas no sorprendió a Paula Garbarino, representante de Climate Save para Uruguay. Es “normal” que durante una limpieza de playa se encuentren este tipo de piezas del pasado. O, incluso, del otro lado del mundo, como refrescos que se comercializan en el mercado asiático. Y, así, el pasado plástico y el plástico lejano se entreveran, persisten y contaminan el presente de los cursos de agua en el país.
Para evitar ?o, al menos, mitigar?esta situación, Garbarino presentó en la plataforma de Montevideo Decide ante la Intendencia de Montevideo (IMM) la idea de un sistema de redes de contención de residuos con el objetivo de frenar los desechos antes de que lleguen a aguas abiertas. La propuesta fue aceptada y se convertirá en un plan piloto en 2021 para las playas del Municipio E: Buceo, Malvín, Brava, Honda, De los Ingleses, Verde, La Mulata y Carrasco.
Dependiendo del éxito, las redes en desembocaduras de ríos, arroyos y drenajes se expandirán a toda la ciudad para reducir la cantidad de plásticosque reposan sobre la arena o flotan en el agua. En promedio, se recolectan nueve toneladas cada 10 kilómetros de playa cada semana en toda la costa. Y el 75% de lo recolectado es plástico.
Iniciativa internacional en Montevideo.
Climate Save se inspiró en la experiencia de Kwinama, una ciudad australiana. Allí se colocaron redes en las salidas de dos tubos de drenaje. Al actuar como un colador, atrapan los residuos e impiden que lleguen a la playa.
Cuando las bolsas están llenas, se retiran y se vacían. Con una grúa se recuperan los elementos que pueden ser reciclados. En cuatro meses de uso, se recolectaron más de 370 kilos de basura. La carga fue clasificada: los desechos orgánicos se transformaron en composty se separaron los residuos reciclables.
Esa es la idea que se implementará en Montevideo. El proyecto de Climate Save incluye la participación de la comunidad, no solo para el cuidado de las redes, sino para la revalorización de los residuos con programas de economía circular.
“Muchas veces se vandalizan o destruyen este tipo de infraestructuras. Nos comprometemos a informar y asegurarnos que la gente sepa para qué es y mostrar que se puede generar fuentes de trabajo de un residuo”, dijo Garbarino a El País.
En concreto, Garbarino, quien está cursando una maestría en gestión ambiental, habló de que es posible establecer alianzas de trabajo con cooperativas para la reutilización del plástico como materia prima. Hoy existen iniciativas que transforman residuos en artículos escolares, artículos para el hogar o en objetos de decoración. Una posibilidad es que se pueda brindar trabajo a personas que han sido afectadas por la crisis económica derivada de la pandemia por COVID-19.
Una revalorización posible es la fabricación de las redes con el material de reciclaje recogido de las mismas, específicamente envases plásticos y cuerdas.
Por el momento no se tiene una estimación de cuántos residuos serán captados por el plan piloto. Garbarino explicó que, una vez que se instalen las redes, se deberá analizar el flujo de forma diaria para determinar con cuánta frecuencia habrá que retirarlas de los lugares elegidos.
El proyecto completo comprende la colocación del sistema de retención en los 12 arroyos subterráneos y encauzados de Montevideo, además de todos los desagües en las playas.
Con el objetivo de avanzar en el desarrollo de las estrategias planteadas en el Plan Director de Saneamiento y Drenaje Urbano Montevideo y en la Estrategia de Resiliencia de la IMM, que proponen un manejo integrado de las aguas urbanas, la comuna ya había desarrollado en los últimos años estudios de viabilidad de diferentes alternativas de drenaje resiliente para la franja costera en el Municipio E. El proyecto de Climate Save vino a recordar la necesidad de adoptar una solución para la gestión de las aguas de escurrimiento pluvial, de manera de reducir costos y minimizar impactos ambientales.
Las autoridades del Departamento de Desarrollo Ambiental de la IMM no respondieron la solicitud de El País sobre este tema.
Experiencia en el país.
El Municipio de Piriápolis ya desarrolló unos prototipos de redes similares a las propuestas por Garbarino. Ian Ruiz, representante de ONU Ambiente para el programa Mares Limpios, detalló a El País que entre 2018 y 2019 se detectaron dos fuentes difusas de contaminación y se procedió a la colocación de rejillas captadoras de residuos.
“Se trataba de dos arroyos que se encuentran al inicio de la ciudad y dentro de la misma”, apuntó. Las redes fueron ubicadas en puentes “a una distancia que permitiera capturar los residuos que allí quedaran atrapados y no llegaran al mar”.
¿Funcionó? Las proyecciones, sin contar los residuos producidos en verano por la población flotante, estimaban alrededor de 4.745 kilos de residuos por año, generados por la ciudad y zona de influencia, que se convertían en “basura marina” debido a “la incorrecta disposición o manejo de los residuos sólidos por parte de la población local”.
Luego de seis meses de la implementación del prototipo, disminuyó la cifra de desechos encontrados en los cauces. En concreto, se evitó que mil kilos no llegaran al mar.