Proyecto Pablo: una historia de amor y resiliencia en Los Titanes

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El Barco de Proyecto Pablo en los Titanes. Foto: Cortesía

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En el balneario Los Titanes, “Proyecto Pablo” una iniciativa de Rosina Rubio honra la memoria del artista Pablo Salgueiro.

"Pablo era un señor al que le gustaba jugar, le encantaban los niños y venir a Los Titanes; era una persona muy amorosa y se murió. Entonces nosotros, en vez de quedarnos con lo feo, nos quedamos con lo lindo y todo lo que le gustaba y le hicimos este homenaje, que es un barco para venir a divertirnos”, así le explicó Rosina Rubio, viuda de Pablo Salgueiro y responsable de Proyecto Pablo, a un niño que le preguntó quién era esa persona que daba nombre al barco de madera instalado en la Plaza Delfos del balnearioLos Titanes (Canelones).

La historia de Rosina y Pablo –y del proyecto bautizado en homenaje– es de amor y de resiliencia, de la búsqueda por transformar el dolor en algo menos triste.

La pareja se conoció en el colegio, estuvo unida por 31 años y de ese amor nacieron dos hijas. Además, compartieron trabajo el Taller Montevideo –fundado por los padres de Rosina, Eduardo Rubio y Beatriz Magliati–, donde dieron clases y se desarrollaron como artistas.

El 19 de marzo de 2020, justo al comienzo de la pandemia de covid-19, Pablo Salgueiro murió tras ser diagnosticado con esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Rosina decidió hacer su duelo en Los Titanes, sitio al que Pablo consideraba su “lugar en el mundo”.

Una noche, en la que ella sentía que la vida era aburrida, le pidió a su marido que le enviara una señal. “Dije: Pablo, si estás en alguna parte, ayudame a encontrar algo que haga la vida menos aburrida. Y me fui a dormir bastante triste”, recordó.

Aquella noche nació el primer indicio de lo que sería el Proyecto Pablo: “Soñé con hacer un barco y me desperté diciendo que lo haría en homenaje a él. No sé si fue mi sistema nervioso o que él me mandó un mensaje, pero así surgió la primera idea”.

Para Rosina el barco fue “soñado y cuidado” porque eligió que incorporara el arte de diferentes artistas, pero que al mismo tiempo fuera accesible y no tuviese riesgos para los niños.

“Presenté la carta en la Intendencia de Canelones y todo fluyó; en 15 días llegó la respuesta. Tuve la suerte que mucha gente me acompañó. En ese momento no conocía a ningún vecino, en el barco colaboraron dos; sin embargo, la iniciativa creció y la gente se apropió de ese proyecto que transformaba el dolor en amor”, aseguró.

Realidad.

 El Barco de Pablo contó con el aporte de Diego Méndez, de La Barca juegos; las piezas de hierro de Nicolás Márquez; una obra del escultor Giorgio Carlevaro; y el trabajo de los alumnos de Pablo del Taller Montevideo.

También estuvieron involucrados los arquitectos Virginia Sierra y Santiago Quesada, así como Ricky Supparo y la directiva del Club Los Titanes La Tuna.Gracias a los vecinos, la paisajista Cecilia Camacho y el asesoramiento de Jeaninne Beare, se organizó el diseño y una instancia de plantación de árboles nativos y más de 100 plantas de psamófilas que trajeron de vuelta los colibríes al balneario.

De ser un simple sueño, el Barco de Pablo se convirtió en una realidad que creció y evolucionó.

El Barco de Pablo –que cumplió un año el 24 de octubre de 2021– incorporó nuevas atracciones: una heladera con libros (se convirtió en Biblioheladera) y se sumó una red lumínica para que la plaza fuera más amigable por la noche.

Aquel día, en el que se encendieron las luces y el barco se llenó de globos, los asistentes subieron a la construcción para tomarse una foto y alguien gritó espontáneamente “Pablo ”y todos se unieron al grito.

“Se me puso la piel de gallina, fue como que todos fuésemos Pablo y un poquito del amor de él se hubiese quedado con nosotros. Es como algo triste, porque me hubiese gustado que hubiese visto esto, pero al mismo tiempo si él estuviera esto no habría sucedido”, señaló Rosina.

Cuentos en Voz alta de Proyecto Pablo en los Titanes. Foto: Cortesía
Cuentos en Voz alta de Proyecto Pablo en los Titanes. Foto: Cortesía

Cuentos al aire libre

“Este año una vecina que es profesora de inglés me propuso leer cuentos a niños en la plaza. No se animaba sola, entonces creamos el proyecto Cuentos en voz alta. Durante los meses de enero y febrero nos juntamos en la plaza, los días martes y jueves a las 20:00 horas a leer cuentos para niños”, contó Rosina Rubio. La actividad se promociona con el boca a boca del balneario y hay niños esperando compartir historias.

Proyectos

. En el futuro inmediato la plaza incorporará una mesa de ping-pong participativa que construirán los vecinos, que prevén hacer un asado en en la jornada de colaboración para su elaboración.

Una palta es otro de los proyectos que también los une. La sequía quemó un árbol que había en la plaza, entonces una de las vecinas donó una nueva a la que el lugar no le sentó muy bien, entonces para recuperarla los lugareños decidieron turnarse para regar el árbol y, según Rosina, gracias a ese amor, el árbol sobrevivirá.

“Es increíble lo que se generó porque hasta ahora yo no sabía cómo se llamaban esos vecinos. Después de esto, es como si fuésemos una gran familia, desencuentros incluidos. Pero hay una cuestión de voluntariado que deja un sabor dulce en la boca y no sabemos dónde termina. Será lo que la gente con su creatividad traiga”, destacó esperanzada.

La Biblioheladera de Proyecto Pablo en los Titanes. Foto: Cortesía
La Biblioheladera de Proyecto Pablo en los Titanes. Foto: Cortesía

La historia de Proyecto Pablo genera mucha emoción en el balneario. “En general asociamos la emoción a sentimientos negativos, pero también puede vincularse a lo bueno, la capacidad de transformar el entorno y juntarse. No podría haber hecho esto sola, necesité mucha ayuda económica y de voluntad”, destacó.

Y concluyó: “La muerte no se acaba cuando te morís, muchas cosas quedan. Tengo un slogan personal que dice: ‘El amor se queda’, pero después de esta experiencia cambió a ‘el amor se queda y circula’, porque tiene un efecto transformador mirar el amor que hay en lo que pasó. Eso es lo que más me gusta. No sé cómo sigue el proyecto para el balneario, pero me imagino que habrá muchas otras cosas lindas promovidas por otras personas con otras formas de sentir y de vivir la vida”.

Testimonios emocionantes

"Mi hijo Héctor es un joven down; ama los barcos pirata. Se lo muestro desde el auto. Tan pronto mejore el camino lo llevaré hasta allí”, dice uno de los mensajes que recibió Rosina de parte de Elvira, una vecina.

El próximo objetivo será mejorar la caminería, porque aunque el barco es accesible, no es tan sencillo llegar a él.

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Hermoso lugar
"No había un día en que mis sobrinitos e invitados a la casa no dijeran, vamos al barcoy todos a coro: "siii". Es un lugar mágico; tiene mucho encanto. Yo que he estado en varios balnearios nunca ví algo así. La atracción y fascinación que tienen los niños por ese parque. También por la biblioheladera. En cuanto yo pueda pasar nuevamente por all, prometí llevar libros. Mi sobrinito que aprendió a leer en el jardín se llevaba un librito todas las noches lo leía y al otro mediodía, lo alcanzaba. Era como una responsabilidad que tenía. Me decía: tía tengo que ir a la plaza a llevar el libro, no nos vamos a olvidar. Muy mágico todo lo que sucede allí", S.S.

"¡Que placer cuando las cosas fluyen! Que lindo ambiente que hay de cooperación, para integrarnos los vecinos, conocernos. Rosina, el Barco Pablo fue el inicio de una movida hermosa en el balneario, qué lindo ver estas cosas. ¡por favor!" DV

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