MEDIO AMBIENTE
Un proyecto familiar que incentiva la valorización de la flora nativa y silvestre del Uruguay.
Belleza y nobleza. Eso es lo que Jeanine Beare aprendió a observar durante sus paseos por el campo. Y no tardó en comenzar a sentir que era necesario valorizar la flora nativa de Uruguay y particularmente las flores silvestres. Así comienza la historia de lo que hoy es Psamófila.
Este emprendimiento familiar, que Jeanine lleva adelante junto con su madre Elena y su hija Lucía, incentiva la valorización de la flora nativa y especialmente pone el foco en las herbáceas florales, gramíneas y vegetación costera.
Jeanine, veterinaria de profesión, contó a El País que mientras trabajaba hace algunos años en una reserva de Maldonado, se dio cuenta de que había una “carencia de semillas” de flores nativas. “Nadie las vendía y había que estar consiguiéndolas en la naturaleza, con toda la dificultad que eso implica”, señaló.
Se podría decir que la semillita de Psamófila se plantó en ese entonces, entre 2011 y 2012, cuando comenzó a pensar en una solución para esa carencia.
El proyecto tal cual como funciona hoy floreció en 2018: fue entonces cuando “Psamófila: venta profesional de semillas de plantas nativas” recibió la aprobación y el apoyo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) bajo la forma de validación de idea de negocio y del Centro Universitario Regional Este como institución patrocinadora de emprendimientos. Luego, por razones de practicidad, cambiaron por la institución StartUp Cowork Café de Punta del Este.
Así, comenzaron a vender semillas en sobres profesionales, ya que las que se podían conseguir hasta el momento eran producto de ventas informales. “Apuntamos a sobres comerciales, como los que había y se vendían de otras flores exóticas o de huerta”, dijo Jeanine.
Desarrollaron 10 sobres de diferentes semillas como, por ejemplo, Verbena rígida, Petunia axillaris, Monnina cuneata y Grindelia orientalis, nombres raros pero de flores que habremos visto más de una vez. En seis meses, el tiempo que tenían para validar la idea de negocio, demostraron “que la idea es válida y soluciona una carencia”, explicó a El País.
En 2019 continuaron con el trabajo, que incluye también paseos y charlas.
En los últimos meses presentaron un nuevo proyecto ante Capital Semilla, que es una ventanilla conjunta entre la ANII y Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) que fue aprobado: “Lo que se busca en esta segunda etapa del emprendimiento es la profesionalización de las comunicaciones para las ventas, tanto en redes sociales como en la web y la producción de semillas de flores silvestres en canteros para la investigación de todo el desarrollo de estas plantas durante el año”.
También con un fin educativo.
Jeanine lamentó que haya “muy poco conocimiento sobre estas plantas”, pero trabaja para cambiar esta realidad. Contó que para cosechar de manera organizada armaron una serie de canteros en un lugar fijo, “sin depender de la naturaleza, de las rutas, de si pasa una máquina y corta todo a su costado, algo que sucedía mucho”, dijo.
Es así que ahora trabajan con canteros especialmente armados, ubicados en el Polo Educativo Tecnológico (PET) Arrayanes, “porque esto tiene un fin educativo también”, sostuvo Jeanine, detallando que allí se forman estudiantes como guardaparques o interesados en la conservación de áreas naturales.
Los canteros tienen “un diseño interesante: son 110 metros cuadrados que van a tener aproximadamente 26 especies de flores nativas silvestres”, detalló. Y agregó que buscan que este espacio “sea una experiencia, un recorrido educativo para que los chicos aprendan a ser guías, que se haga un lugar de interés y otra posibilidad para valorizar la flora nativa”.
Además, contó, “otra de las patas del proyecto es colaborar con la restauración costera y demostrar que estas plantas se pueden plantar nativas, no usar plantas exóticas en la restauración de las dunas”.
Paseos y recorridos.
Psamófila trabaja junto a la Asociación Flora y Fauna Indígena, asociación civil que hace recorridos y paseos guiados en sus senderos de flora y fauna. Jeanine contó que desde 2018 unos dos mil niños de instituciones públicas y privadas han pasado por allí. También se interesan familias o personas vinculadas con la jardinería o la flora nativa, así como amantes de la naturaleza.
Jeanine contó que, además, es parte de la Asociación Nativas Uruguay, organización que reúne a viveristas de flora nativa e interesados en el tema. Como miembro de esta asociación civil, afirmó que “cada vez se está produciendo más, porque hay un interés que crece y hay ventas” de estas semillas.
La emprendedora consideró necesario que desde el gobierno se estimule la plantación de flora nativa en espacios públicos. “De a poco es algo que se está haciendo”, dijo, pero “todavía se siguen plantando en la ruta, dos veces al año, flores que no son nativas”.
Parte de la importancia que tienen estas especies, explicó, es que le dan “identidad a nuestro país, a nuestro paisaje y nuestra gente. Muchas veces llegan personas de Europa y encuentra acá sus flores, cuando deberían encontrarse con flores de Uruguay”.
Jeanine resaltó que, por el hecho de ser nativas, nuestras plantas tienen gran “resistencia y resiliencia”, ya que “crecen acá, están acostumbradas a nuestro clima”. Además, son perennes: uno las planta un año y al año siguiente se resiembran y siguen estando. Son esenciales en los ecosistemas porque atraen a mariposas, abejas y otros insectos polinizadores.
Muchas de las flores silvestres que podemos ver en cualquier parte de nuestro Uruguay no tienen nombres comunes. “Tan poco las valorizamos que no le pusieron nombre común”, señaló Jeanine.
“¿Por qué no ‘vemos’ el valor y belleza de las flores silvestres y la flora nativa? ¿Cuál es la importancia de la flora nativa en la conservación de los ecosistemas? ¿Cómo podemos incorporar estas especies en nuestros espacios verdes? ¿Qué valores ornamentales, medicinales y ecosistémicos tienen?”, se preguntan desde Psamófila, al tiempo que buscan sembrar respuestas y soluciones.
Contacto.
Psamófila está en Facebooke Instagramy su web es www. psamofila.com. Allí pueden ver todas las variedades de semillas, descripciones de cada una de las especies y más detalles.