"El hebreo es un idioma muy movilizador energéticamente”, aseguró Patricia Camera, especialista en la terapia del péndulo hebreo. De hecho, dicha terapia combina el poder de las letras hebreas con la técnica de radiestesia para crear una herramienta de armonización energética y sanación. Veamos cómo funciona y de qué manera puede influir en la vida de las personas.

Según indicó Patricia, el péndulo hebreo es de madera y cilíndrico, y se trabaja poniéndole etiquetas alrededor con palabras en hebreo. Bernardo Wikinski, autor de El Péndulo Hebreo (2015), explicó en diálogo con El País: “Es de madera porque es un material neutro y acá lo importante es el efecto sanador del lenguaje”.

A través del péndulo, se irradia a la persona la energía de la palabra que está escrita en cada etiqueta. “Hay etiquetas para la armonía emocional, para la sanación de enfermedades específicas y algunas más generales, como ‘sanar y curar’ o ‘dejar atrás’, entre otras”, señaló.

Y agregó que “se puede tratar cualquier desequilibrio, ya sea físico, emocional, mental o espiritual”.

Alba Laura Parado también realiza terapias con el péndulo hebreo, al cual describió como “un cilindro de cinco centímetros de largo y tres de espesor, aproximadamente”. La mayoría de las consultas que recibe son de personas que sienten que “su vida no está avanzando”.

Lo contó así: “Vienen porque todo se les traba, porque tienen problemas en la familia o también por enfermedades. Por supuesto que les digo que no dejen de consultar a su médico, pero la limpieza energética colabora”.

En cuanto al poder del hebreo, Bernardo subrayó: “Es el idioma revelado que trajo Moisés escrito en fuego sobre la piedra”. De hecho, sostuvo que “eso es lo que se siente cuando pasás el péndulo: un fuego interior. Se empieza a sentir calor, y también bienestar y plenitud, y otros efectos de acuerdo a la etiqueta que se esté utilizando”.

Patricia está de acuerdo: “Si bien hay personas que no sienten absolutamente nada, otras sienten un cosquilleo suave o mucho calor sobre el chakra o punto energético que se esté trabajando”.

Según Patricia Camera, la mayor cantidad de casos que atiende son “temas de ansiedad, insomnio y desconcentración”. Lo primero es utilizar el péndulo para “medir si la persona tiene trabas en uno o varios chakras” y luego, de acuerdo a lo que se encuentre, “empezamos con la limpieza”, señaló. Finalmente, aplica el péndulo para “irradiar cualidades de sanación que la persona esté necesitando”.

A ella le gusta que al menos la primera sesión sea presencial “porque lográs otra conexión con la persona”. Sin embargo, dijo que “eso no quita que pueda hacerse a distancia”.

De hecho, Alba Parado comenzó a trabajar con el péndulo en medio de la pandemia, así que siempre lo hizo a distancia. Lo sigue haciendo así porque sabe que “se dan los resultados” y, además, “la persona no tiene que estar movilizándose, sino que puede seguir haciendo su vida normal”.

Lo explicó así: “Somos energía. Todo es energía. Entonces, cuando visualizo a la persona, esa energía se mueve, así esté del otro lado del mundo”. Siempre pide una fotografía de quien esté atendiendo para facilitar la visualización y, mientras ella trabaja, la persona puede continuar con sus actividades cotidianas.

La propuesta de Alba va más allá del trabajo con el péndulo: “Brindo otras herramientas, como meditar y respirar conscientemente, para que cada uno pueda crear su vida”. Para ella, “somos creadores de nuestra vida y cambiando lo que pensamos podemos cambiar nuestra realidad. Al limpiar la energía, esa realidad la podemos crear con mayor facilidad”.

En el caso de Bernardo, al abordar una terapia con el péndulo hebreo primero conversa con la persona para definir los objetivos. Luego, el proceso continúa durante un mes o mes y medio, con sesiones una vez a la semana.

“Vas eligiendo qué etiqueta poner en el péndulo en cada momento”, indicó. Y agregó que “cada letra es una inteligencia cósmica; un sistema espiritual inteligente”.

Macarena vivía en el campo con su familia, pero decidió irse a Montevideo para estudiar. Sin embargo, al principio fue difícil: “Estaba muy cansada y desganada, y no sabía si quería seguir con la carrera, cambiarse o volverse para el interior”, contó su mamá en diálogo con El País. Ambas prefirieron mantener el anonimato para esta nota.

Entonces, descubrieron el péndulo hebreo a través de las redes sociales de Alba Parado y decidieron probar con eso. La madre contó que los cambios en Macarena empezaron a notarse a los pocos días: “Ella misma nos decía que se sentía con más entusiasmo. Estaba mucho más animada y con ganas de seguir con todo”.

Y añadió: “La verdad que nos mejoró a todos, porque al verla ver bien a ella estamos bien el padre y yo”.

Este año, Patricia atendió a una señora que estaba deprimida, “al punto de que decía que no quería vivir más”. Fue a la primera sesión acompañada de su hija y estaba cabizbaja y no hablaba. Horas después de la terapia, Patricia recibió un mensaje: “La hija me escribió diciendo que cuando salieron de la sesión su mamá levantó los brazos y dijo: ‘Soy otra persona’’’. Cuando acudió a una segunda y tercera sesión, parecía otra persona: “No sabés lo que era, cómo conversaba. Era para haberla filmado la primera y la tercera vez porque parecían dos personas diferentes”.

Por su parte, Bernardo apuntó: “La terapia física con el péndulo hebreo se basa en ver cuál es el motivo de la afección para después comenzar a trabajarlo”.