TECNOLOGÍA
Hospital de Clínicas tendrá el primer sistema de gorras de frío que reduce la caída del cabello en más del 60% de los casos
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Una cabeza sin cabello y cubierta por un pañuelo significa una cosa: que esa mujer es una paciente con cáncer. Aunque algunos piensen que es solo una cuestión estética, pasar por este cambio corporal genera un impacto psicoemocional tan grande que puede optar por retrasar, modificar y suspender los tratamientos que pueden salvarle la vida.
“Es algo que estigmatiza, que le recuerda que tiene cáncer”, apuntó Dahiana Amarillo, integrante del Servicio de Oncología Clínica del Hospital de Clínicas, sobre una realidad que se vive en la consulta.
Pero pasar por una quimioterapiay sufrir solo una pequeña pérdida de pelo será una posibilidad que estará disponible para las uruguayas a partir del primer trimestre de 2022. El Hospital de Clínicas acaba de adquirir un equipo de gorra de frío automatizada o scalp cooling system que no solo será único en el país, sino en toda América Latina.
El sistema se llama DigniCap, tiene un valor del entorno de los US$ 25 mil y requiere personal capacitado (ya se está entrenando a las nurses).
La llegada al país fue señalada por Gabriel Krygier, profesor titular de la Cátedra de Oncología Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (Udelar), como un hecho trascendental que cambiará “el manejo de la quimioterapia de las pacientes, en particular de las del sector más carenciado”.
Al inicio, será utilizado en pacientes con cáncer de mama y cáncer de ovario, dos enfermedades que afectan a más de 2.000 mujeres cada año.
“Por primera vez en la historia se ve un equipo que tiene certeza para la disminución franca de la caída del pelo. Es un impacto mayor para la oncología porque, no solo se aplica a una patología muy frecuente, sino sobre un efecto colateral tan temido. Hasta ahora la caída del pelo seguía siendo un problema. Hoy debe dejar de serlo”, comentó Krygier a El País.
La terapia de enfriamiento del cuero cabelludo protege la privacidad de la paciente y puede mejorar la autoestima y la actitud hacia el tratamiento.
Efectos de la quimioterapia.
¿Por qué la quimioterapia genera alopecia? Porque este tratamiento mata las células que están en proliferación continua (además de atacar a las cancerosas). Hay tres ejemplos típicos: agrede las células de la sangre y por eso baja las defensas; arremete contra las células del tubo digestivo y provoca diarrea y gastritis; y arrolla a las células queratinocíticas del bulbo piloso (en otras palabras, las que hacen crecer el cabello).
“No todos los agentes de quimioterapia llegan en las mismas concentraciones pero lo más frecuente es que haya un daño de los queratinocitos y eso hace que se caiga el pelo. Esta alopecia es reversible”, explicó Amarillo.
La alopecia inducida por quimioterapia es más prominente en el cuero cabelludo, con predilección por las áreas con baja densidad total de cabello, en particular la corona y las áreas frontales, donde la recuperación del cabello es más lenta.
Los plazos no son tan rápidos como quisiera la persona: recuperar el volumen previo a la quimioterapia puede llevar mínimo un año y medio. Además, el nuevo cabello frecuentemente tiene características diferentes al original. El 65% de los pacientes experimenta un efecto de encanecimiento, rizado o alisado y alteraciones en su cantidad.
También puede ocurrir una alopecia permanente. Esto ocurre cuando la quimioterapia mata a las células madre que están en la estructura del cabello.
Funcionamiento del sistema de frío.
Varios estudios han evaluado intervenciones farmacológicas con el intento de prevenir el daño por quimioterapia del folículo piloso, pero hasta ahora ninguna ha sido aprobada por las agencias reguladoras. En su lugar, las gorras de frío automatizadas se basan en la acción de la hipotermia del cuerpo cabelludo que provoca la vasoconstricción local de los vasos sanguíneos, lo que resulta en una reducción de la llegada de los citostáticos a la zona y, por ende, en una menor absorción celular de las drogas.
Lo que garantizan es un frío continuo entre 5 y 0 grados durante 30 minutos antes de la quimioterapia, durante a la misma y hasta una hora después de finalizado el tratamiento.
El efecto logrado es la prevención de la caída del cabello.
Solo hay dos dispositivos evaluados y aprobados por entes internacionales: el DigniCap –el que llegará a Uruguay en 2022 y es de origen sueco– y el Paxman. Ambos han sido autorizados para su aplicación en pacientes con cáncer de mama y con cáncer de ovarios.
De acuerdo con Amarillo, estos sistemas han demostrado reducir la alopecia “en más de un 60%”. Por ejemplo, en 2020 se evaluó DigniCap en 135 pacientes con cáncer de mama precoz y esa fue la tasa de éxito en la prevención de la alopecia a las tres semanas de finalizado el tratamiento de quimoterapia.
La especialista agregó en diálogo con El País: “Los equipamientos caseros (los que se basan en un congelado con hielo o gel), más allá de que generan incomodidad para el paciente, no tienen ningún sustento científico. Nosotros no usábamos ninguno ni recomendábamos formalmente ninguno. Muchas pacientes no lo terminaban de usar porque no los toleraban”.
Gabriel Krygier pidió “desterrar el mito” que tienen los pacientes y los médicos por el que se repite que las gorras de frío aumentan el riesgo de metástasis subcutánea en el cuello cabelludo. Los ensayos clínicos no han encontrado ninguna asociación significativa.
El objetivo del titular de Oncología Clínica del Hospital de Clínicas es que a partir del año que viene, además de su uso en la institución, se venda este servicio a las mutualistas y seguros privados del país.