Cómo reaccionar sobre el pavimento resbaladizo

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pavimento resbaladizo
Christoph Boerries

SEGURIDAD VIAL

Expertos en seguridad vial dicen cómo debe ser el correcto uso de los frenos en condiciones de pavimento húmedo

"Pararte arriba del freno”, ese fue el consejo de Jorge Alfaro, secretario general de la Unidad General de Seguridad Vial (Unasev). A su juicio, esa es la “única solución” que tiene el conductor que ha perdido el dominio por el pavimento resbaladizo. “La parada debe ser total”, agregó. Hay que recordar que el asfalto mojado es más peligroso dado que reduce el agarre de los neumáticos. Y no es necesaria una lluvia intensa. Pueden ser peligrosas las primeras gotas pues el suelo, puede convertirse en una pista de patinaje.

La mayoría de los conductores cree que si frena de golpe en esta situación propiciará un vuelco; no obstante, el técnico explicó que esto es un error.
Una frenada a fondo eliminará los movimientos que se producen “en la dirección incontrolada”.

La semana pasada ocurrió un siniestro en la rambla a la altura del Club Náutico de Punta Gorda en el que intervino como factor determinante el pavimento resbaladizo en un día lluvioso. El conductor circulaba de oeste a este cuando perdió el dominio, cruzó el cantero, invadió la otra senda e impactó contra otro vehículo.

“Hay gente que cree que la tracción delantera la saca de cualquier situación pero solo si circula a una velocidad razonable; con pavimento resbaladizo y pérdida de dominio, la única solución es pararte arriba del freno”, enseñó.

Según diversos estudios, el riesgo de sufrir un accidente cuando llueve es un 70% superior, al reducirse la visibilidad y la adherencia del asfalto.

Cálculo de distancias.

En los automóviles, la fuerza del frenado se realiza transformando la energía cinética del vehículo en energía térmica, generada por la fricción de un elemento móvil (discos o tambores de freno) con un elemento inmóvil (pastillas o patines de freno).

El tecnólogo industrial mecánico Mattías Lorenzotti explicó a El País así el funcionamiento de los frenos: “Cuando nosotros pisamos el pedal de freno, empujamos una bomba hidráulica (provista de un depósito con líquido de freno) que conduce dicho líquido hacia los distintos sistemas ubicados en las ruedas. La presión del líquido hace que los pistones de las mordazas empujen las pastillas. Estas hacen fricción contra el disco de freno, donde la energía cinética se convierte en calor disipado y así el vehículo desacelera progresivamente”.

Y añadió: “El error más grande de usuarios y hasta técnicos es pensar que es el rozamiento entre las pastillas y los discos lo que frena siendo, en realidad, que la pastilla desprende una fina capa de material que se deposita en la superficie del disco, provocando rozamiento entre pastillas de freno y el polvo de la pastilla, logrando así frenar el vehículo”. En una situación de pavimento resbaladizo hay que tener en cuenta la distancia de reacción. En condiciones normales, el vehículo continúa trasladándose a la misma velocidad entre 0,5 y 1 segundo (este tiempo puede aumentar debido a la inexperiencia y/o el estado del ánimo y físico del conductor). A 90 kilómetros por hora, el auto puede recorrer unos 25 metros antes de tocar el pedal de freno.

La distancia de frenado es el recorrido que el sistema de frenos necesita para detener totalmente el vehículo. “Para calcular fácilmente las distancias de reacción, frenado y detención podemos seguir la siguiente regla: si circulamos por una carretera a una velocidad de 120 kilómetros por hora, para calcular la distancia de reacción, tomamos los primeros dígitos de la velocidad y los multiplicamos por 3. El resultado es 36 metros. Esa es la distancia que recorremos hasta reaccionar. Para calcular la distancia de frenado del automóvil calculamos la velocidad al cuadrado y luego dividimos lo que nos da entre 180. Con una velocidad de 120 kilómetros por hora, la distancia aproximada de frenado será de unos 80 metros”, apuntó Lorenzotti. ¿Y qué sucede con la distancia de detención? “La reacción más frenado en este caso es de 116 metros. Es más de lo que mide una cancha de fútbol”, ilustró.

En situaciones de pavimento húmedo y resbaladizo, la distancia se triplica. El consejo, entonces, es que la distancia entre vehículos sea, como mínimo, entre dos o tres segundos.

Qué es el aquaplaning.

En un neumático sin dibujo, la presión del agua a 70 km/h es de 2 bar. A más velocidad o menor inflado (menos de 2 bar), se producirá el aquaplaning, un riesgo en un día de lluvia.

A 60 km/h y en condiciones de suelo húmedo, la adherencia baja un 20%; si el suelo está mojado (1,5 mm de agua), se reduce en un 40%. Más de 5 mm, baja a la mitad.

La explicación física es la siguiente: la elevación por efecto de la presión del agua sobre la calzada es la misma que la del esquí náutico, que permite deslizarse sobre el agua sin hundirse.

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