"Es demasiado frecuente que las personas que esperan un trasplante de órganos para salvar sus vidas no puedan conseguirlo. Una de las mayores dificultades es la falta de órganos donados viables”, manifestó el doctor Mauricio Villavicencio, director quirúrgico de trasplante pulmonar y cardíaco de Clínica Mayo en Rochester, Minnesota.
La buena noticia es que los avances médicos “están brindando la oportunidad de realizar más trasplantes y salvar más vidas”, según agregó el especialista en un encuentro con la prensa latinoamericana del que participó El País.
En tal sentido hizo referencia a tres formas que existen actualmente de ampliar el volumen de donaciones de órganos y evitar que los pacientes pasen años en lista de espera, corriendo el riesgo de morir antes de conseguir el órgano que necesitan.
Post mortem
La primera solución es ampliar las donaciones después de una muerte cardiocirculatoria. Hasta ahora los órganos eran de donantes que tenían muerte cerebral, pero que su corazón seguía latiendo. Hoy en día cada vez son más las donaciones de personas cuyo corazón dejó de latir.
En el pasado, los corazones y pulmones de las muertes cardiocirculatorias solían desecharse, pero actualmente los expertos en trasplantes pueden resucitar el corazón en una máquina de circulación extracorpórea o en un dispositivo de perfusión extracorpórea para convertirlo en donante. Aproximadamente entre el 20% y el 30% de todas las donaciones proceden de estos donantes.
“Es bastante importante lo que se ha logrado porque, sobre todo en Estados Unidos y en países anglosajones, existen muchos donantes en parada circulatoria”, destacó el doctor Villavicencio.
El especialista contó que las primeras veces que participó de este procedimiento le resultó algo violento porque se preguntaba cómo era posible que ese corazón que ya no se movía fuera a funcionar en otra persona.
En pulmón no es una técnica que se haga tanto, va a depender un poco del tipo de donante y del tipo de receptor.
“Creo que este procedimiento va a ir aumentando con el tiempo porque lo que sucede ahora es que es una técnica bastante cara, pero para mi gusto cambia un poco el paradigma del trasplante porque en el fondo mejora todo el proceso”, destacó.
Perfusión
La segunda solución consiste en un sistema de perfusión de órganos, es decir dispositivos mecánicos que ayudan a los órganos a permanecer viables fuera del cuerpo.
Un ejemplo es la tecnología “heart in a box” en la que un dispositivo portátil resucita un corazón que había dejado de latir y lo mantiene vivo hasta que se pueda trasplantar.
“Se hace la cardiectomía, es decir, se saca el corazón y se le pone un dispositivo (Organ Care System). Esencialmente se trata de una máquina sofisticada de ECMO (oxigenación por membrana extracorpórea) que bombea sangre al corazón, lo oxigena y mantiene la temperatura. Entonces el corazón no está más en frío, sino que recibe perfusión, está latiendo y uno lo puede resucitar”, explicó el cirujano.
Agregó que “se ha visto que el corazón tiene la misma sobrevida que de un donante con muerte cerebral, así que el procedimiento es bastante efectivo”.
Esta técnica permite trasplantar corazones a larga distancia teniendo en cuenta que cuando un corazón se almacena en frío debe trasplantarse dentro de cuatro horas, mientras que la tecnología “heart in a box” duplica ese tiempo en al menos ocho horas.
Este procedimiento representa en la actualidad alrededor del 10%-15% en la Clínica Mayo.
“Hay centros que probablemente tengan un porcentaje más alto y en la mayoría de los Estados Unidos está bastante más bajo”, informó Villavicencio.
En cuanto a los pulmones, existe un procedimiento similar que se denomina “perfusión pulmonar ex vivo”. Lo que hace es conservar el pulmón donado en una máquina fuera del cuerpo. Los pulmones también pueden restaurarse a un estado adecuado para el trasplante.
Hepatitis C
La tercera solución es recurrir a los órganos de donantes con hepatitis C positiva, que antes se descartaban. El cambio fue posible porque existe una nueva generación de medicamentos antivirales muy eficaces. Una vez trasplantados los órganos, los pacientes comienzan un tratamiento antiviral que suele eliminar el virus del organismo en siete días. “Es altamente efectivo”, destacó Villavicencio.
Añadió que hace alrededor de cinco años que en Clínica Mayo comenzaron a hacer trasplantes con hepatitis C.
“En Estados Unidos es importante porque los donantes con sobredosis de droga son el 20% y en algunas partes el 30%, y de ellos alrededor del 20% tiene hepatitis C”, acotó.
Además, se ha demostrado que la sobrevida es la misma que con un donante que no tiene hepatitis C. “Es un gran avance”, comentó.
Otro aspecto en el que el especialista fue consultado fue qué sucede con los donantes que han padecido covid-19.
“Son donantes que tomamos en forma muy selectiva. Lo hemos usado en donantes que son positivos para covid, pero que no tienen la enfermedad grave, no tienen falla cardíaca o pulmonar. Entonces se hace cuando el test positivo de covid es incidental, o sea que realmente el paciente no está enfermo de covid, pero como lo tuvo en algún momento sigue dando positivo”, detalló.
Villavicencio contó que sólo registraron un caso que tuvo una falla cardíaca un poco tardía.
“Hicimos la investigación con microscopía electrónica y las cosas más sofisticadas que se pueden encontrar para buscar el covid en corazón y nunca lo encontramos. Fue una falla cardíaca inexplicada”, alegó.
Candidatos a trasplantes
¿Cuáles son las patologías cardíacas que requieren de trasplantes? Villavicencio señaló que la insuficiencia cardíaca es la que tiene el 95% de los trasplantes.
La miocardiopatía dilatada es la más común, que es cuando por alguna razón, a veces genética y a veces que se desconoce, el corazón deja de funcionar.
Le sigue la miocardiopatía isquémica, que es cuando el corazón falla por un infarto, por enfermedad coronaria.
Otra que está apareciendo mucho en Clínica Mayo es la miocardiopatía congénita.
También puede ser por un dolor en el pecho intratable.
Y una indicación muy típica es por problemas del ritmo cardíaco, lo que se llama una tormenta arrítmica maligna.
En el caso del pulmón, la patología más típica es el enfisema; la fibrosis pulmonar es la más urgente, y se suman la fibrosis quística y la hipertensión pulmonar primaria.
Antes y después
El especialista explicó que existen varios criterios para la selección de donantes, aunque es muy difícil llegar al donante ideal.
“Lo que uno quisiera es tener un donante de 20 años, con función cardíaca o pulmonar normal, sin ningún tipo de infección, sin ningún tipo de droga vasoactiva, solamente con muerte cerebral, y todo eso es muy difícil de encontrar”, indicó.
En definitiva, hay criterios, pero algunos pesan más que otros.
En general lo que se da es que los donantes de corazón tienen entre 15 y 55 años y un poco más para pulmón, sobre 65 años, sin una historia cardiovascular o pulmonar significativa. También se busca que los órganos no hayan sufrido mucho en el proceso neurológico o que llevó al daño cerebral.
“En corazón hacemos ecocardiograma para ver que el corazón del donante esté bien y a veces hacemos una coronariografía para ver que las coronarias estén bien. En pulmón hacemos una radiografía de tórax, un escáner, vemos los gases en sangre. Hay múltiples criterios y tenemos también múltiples maniobras para tratar de mejorar esos criterios y lograr expandir un donante que pudiera ser borderline y así poder usarlo y disminuir la mortalidad de la lista de espera, dado que sigue siendo significativa”, informó Villavicencio.
En lo que respecta a cuánto tiempo hay que esperar post trasplante para saber si fue exitoso, el cirujano aclaró que “exitoso” significa que el paciente tenga una larga vida.
“Medimos varios tiempos, porque uno hace el trasplante y luego ve cómo funciona el corazón. Ahora tenemos los aparatos de asistencia circulatoria, fundamentalmente el ECMO, que permiten que si hacemos un trasplante y el corazón no funciona inmediatamente, le colocamos el aparato y le damos un tiempo para que se recupere y funcione por sí mismo”, destacó.
Gracias a esta técnica se ha logrado aumentar la sobrevida media más allá de diez años.
En cuanto a la calidad de vida del receptor, el especialista indicó que es bastante buena.
“Por supuesto que hay que cuidarse de las infecciones y tener bastantes cuidados post operatorios, sobre todo en los primeros tres meses, que es cuando hay más problemas, y en el primer año, que es un poco más delicado. La mayoría de los pacientes toma tres tipos de medicamentos inmunosupresores para evitar el rechazo, tanto en corazón como en pulmón”, detalló.
El promedio de hospitalización es de unas tres semanas, ya sea para corazón como para pulmón, pero depende mucho del tipo de paciente.
Villavicencio insistió en que el trasplante necesita mucho apoyo -familiar, psicosocial, de fármacos (es muy caro)- con el agravante que muchas veces los seguros médicos no lo cubren.
Además consideró que hace falta personal de salud, tanto médicos como enfermeras, educados para la tarea. Para colmo de males, en Latinoamérica ocurre que el personal preparado tiende a emigrar.
“Es muy importante poder retener el talento para poder desarrollar los programas de trasplante. Quiero destacar que hay mucha gente que tiene pasión por el trasplante, entonces hay que apoyar a ese equipo que está haciendo lo mejor posible para sacar a los pacientes adelante. Creo que es importante tratar de siempre ser positivo y mejorar nuestra cultura para tener éxito en estos programas”, concluyó.
Un trasplante con cerdo que falló, pero da esperanzas
En enero de 2022 se realizó el primer trasplante de un corazón de cerdo a un ser humano. “Yo estaba entre los escépticos, pero revisar el caso clínico fue bastante positivo”, confesó el doctor Villavicencio.
El especialista explicó que el receptor, un hombre de 57 años, no cumplía con los criterios para poder trasplantarlo con un donante humano, por eso se recurrió a un corazón transgénico de cerdo.
“El paciente estaba muy grave, entonces hubo una serie de complicaciones operatorias. El corazón era bastante pequeño para el receptor y además tuvieron una complicación llamada disección de la aorta. Pero a pesar de todo eso, el corazón funcionó normal. El paciente estuvo durante tres semanas vivo y sin soporte circulatorio con un corazón de cerdo con una excelente función, pero luego hubo algunos problemas probablemente relacionados a un virus del cerdo llamado citomegalovirus, que habría desencadenado cierta forma de destrucción de los vasos sanguíneos pequeños. El corazón se empezó a engrosar terriblemente hasta que falló y el paciente falleció”, señaló el cirujano sobre lo que terminó con el peor desenlace, el 8 de marzo de 2022.
Para el especialista se trató de un procedimiento éticamente aceptado y agregó que se han hecho otros trasplantes parecidos, que han durado tres o cuatro días y que no han salido en las noticias.
“Yo encontré este último trasplante tremendamente innovador e impactante; para mí fue admirable y un gran progreso”, destacó.
Siete años de experiencia en Chile
En la formación del doctor Mauricio Villavicencio (cirujano cardíaco y cirujano de trasplantes) incidió que el segundo trasplante de corazón en el mundo se hiciera en Chile, su país, por parte del doctor Jorge Kaplán.
“Se originó un polo de desarrollo de trasplante cardíaco en Viña del Mar y como muchos pacientes no se podían trasladar hasta ahí, desarrollamos otro centro en el Hospital del Tórax y creamos el primero de trasplante de pulmón. Tuvimos el volumen más grande de trasplantes”, destacó.