Historia
Se convirtió en una leyenda aunque algunos no creen su historia.
Sam (también conocido como Oskar) es uno de los gatos más famosos del siglo XX pero no se lo conoce por su nombre sino por su apodo. Lo llamaron "insumergible Sam" porque se pasó la Segunda Guerra Mundial arriba de barcos que sumergieron y siempre salió vivo.
Primero lo primero: ¿qué hacía un navío de guerra con una mascota? Se cree que la práctica de llevar gatos en buques empezó hace miles de años con el fin de combatir roedores y otras invasiones que podrían dañar el equipamiento de los barcos. Es más, algunos aseguran que esta tendencia hizo que los gatos llegaran a todos los rincones del mundo, incluyendo zonas en las que todavía no había este tipo de felinos.
Volviendo a Sam, que era blanco y negro, hay que saber que su carrera empezó en el régimen nazi. Particularmente en el Bismarck que se estrenó el 14 de febrero de 1939. Este se hundió y sobrevivieron solo 118 personas de las 2200 que viajaban en él: además de Sam. Los aliados lo encontraron flotando y lo llevaron para su bando.
Los últimos dos rounds
Pasó a vivir sobre el HMS Cossack por varios meses en los que recorrió el Mediterráneo y el Atlántico hasta que un torpedo mató a 139 tripulantes. Unos meses después, el 27 de octubre de 1941 el barco se hundió cerca de Gibraltar y Sam fue encontrado trepado a un tablón en el mar. Allí fue cuando los oficiales británicos, conociendo su historia, lo nombraron el insumergible Sam.
Su tercer hogar fue el HMS Ark Royal, un barco que fue clave para hundir al barco que fue su primera casa. La tripulación lo adoptó y el primer momento fue de pura alegría ya que el buque lograba sortear los ataques del ejército alemán. El 14 de noviembre de 1941 lo atacó un torpedo y nuevamente Sam fue encontrado trepado a un pedazo de madera.
Por suerte, dejó su vida en el agua para "trabajar" cazando ratas en un edificio de gobierno de Gibraltar. Al poco tiempo, lo transfirieron a Belfast en donde murió en 1955. Algunos todavía cuestionan la veracidad de la historia, pero eso no frenó que convierta en leyenda gatuna.