La tradición de enviar flores por el Día de San Valentín está arruinando el ecosistema en la zona del lago Naivasha, en Kenia, de donde miles de rosas son llevadas al Reino Unido, señaló hoy un experto de la Universidad inglesa de Leicester.
Las cerca de diez mil toneladas de rosas que se venden por esta época del año en el Reino Unido, para celebrar el día de los enamorados, proceden de esa zona de Kenia.
El experto en ecología David Harper, de la citada casa de estudios, señaló hoy que este comercio está perjudicando el ecosistema porque unas 500.000 personas acuden a trabajar al área de Naivasha como recolectores de flores.
"La plantación floral en las costas de Naivasha es un negocio en auge, impulsado por la insaciable demanda del Reino Unido", afirmó Harper.
"Nada podría detener su expansión o el auge de emigrantes de otras partes de Kenia para trabajar", subrayó el experto.
Harper, que ha estudiado el lago Naivasha durante 25 años, agregó que este fenómeno es más que un problema de suministro con efectos para el medioambiente, puesto que hay un aumento de chabolas construidas por gente desesperada por aprovechar la demanda de los supermercados británicos por flores baratas y exóticas.
Esas personas viven en medio de sistema sanitario precario, lo que supone un importante riesgo para la salud.
En opinión del experto, la solución no pasa por una reducción de la demanda de flores del Reino Unido.
"Es gente sin recursos, ni educación, que está más preocupada por su próxima comida que por el medioambiente", agregó Harper, quien también cree que si se detuviera la plantación de flores, casi un millón de personas perderían su fuente de ingreso.
El analista de la Universidad de Leicester pide la introducción de un sistema de comercio justo para los trabajadores.
"Necesitamos un nuevo certificado para que los consumidores británicos, que tienen un gran poder adquisitivo, puedan hacer cambios positivos", dijo Harper.
EFE