Con información de Gustavo Leitão, O Globo/GDA
La historia de Julio Trindade sorprendió por su lucha contra las superbacterias que atacaron sus pulmones y se propagaban a otros órganos, por el que pasó por numerosos y graves inconvenientes de salud.
Aproximadamente un año y medio atrás, Trindade descubrió que tenía apnea del sueño, ante lo que los profesionales le recomendaron someterse a una cirugía ortognática, que afecta la estructura de la mandíbula. Esto lo hizo este mayo de 2024 y contó que "al principio, fue un éxito". "Poco después, comencé a tener complicaciones respiratorias. Cuando pensé que me iba a casa, fui al CTI", relató.
Trindade despertó unos 40 días tras el procedimiento quirúrgico, y fue allí que le contaron lo que sucedió en ese período. Fueron 13 cirugías, dos paros cardíacos, la amputación de su pie izquierdo, de dedos del pie derecho y de su mano derecha.
"Todos los médicos son unánimes al decir que lo que tuve fue un caso muy raro", sostuvo.
El total de su tiempo en internado, que fue en dos hospitales, duró 75 días. "Tuve un 3% de posibilidades de sobrevivir. Yo era el paciente más grave del CTI, tenía 35 años y mi esposa estaba en la última etapa de su embarazo", dijo.
"Los problemas postoperatorios comenzaron cuando las bacterias del hospital se apoderaron de mis pulmones. La situación se agravó muy rápidamente, hasta el punto de que no hubo tiempo para que aparecieran síntomas, fiebre o cualquier otra cosa", continuó.
A fines de mayo, el 22, fue cuando se llevó a cabo la cirugía. Dos días después, cuando llegó el médico a darle el alta, el órgano ya estaba completamente comprometido, según relató, explicando que su capacidad respiratoria se redujo al 40% tras la infección.
Debió ser intubado para compensar la baja oxigenación y fue allí que sufrió los dos paros cardíacos, de siete minutos de duración cada uno. "Ya salí del quirófano con las extremidades de color violeta, por falta de suministro de oxígeno", declaró Trindade.
Un dispositivo fue clave para salvar su vida, conocido como ECMO (oxigenación por membrana extracorpórea), que funciona como un pulmón artificial y con el que estuvo asistido durante siete días.
La superbacteria que afectó a Julio Trindade
Los médicos demoraron en identificar la causa de su afección, que resultó ser una superbacteria conocida como KPC (Klebsiella pneumoniae carbapenemasa). "La infección que ocurrió en el hospital comenzó en el pulmón, pero se extendió por todo el cuerpo. Tuve problemas con mis riñones, hígado, médula ósea, tuve todas las complicaciones posibles. Después me sometieron a otras cirugías para extirpar tejido necrótico", explicó. Una tomografía posterior reveló también un sangrado en varios microvasos del cerebro.
"No sé en qué momento llegaron a decirme que me iban a amputar el pie, si eso pasaba. (...) Solo recuerdo haber pensado: '¿Tendremos dinero para una prótesis?'. (...) Tenía dos opciones: estar muerto o que me faltara un pie. Morir no es nada bueno, no lo recomiendo".
Comentó que una de las pesadillas que tuvo mientras estaba internado en el CTI trataba de su propia procesión, en un suburbio de Río de Janeiro, donde lo llevaban a morir: "Sonaba samba y nos dirigíamos a una iglesia en Gamboa. No podía moverme".
"Cuando desperté, busqué a Maíra (su esposa). Estaba seguro de que estaba viviendo mis últimos momentos de conciencia antes de partir y quería despedirme. Ella lloró mucho, me puso la mano en el vientre y me pidió que me quedara. Y me quedé, por ella y por João", contó.
Trindade ya regresó a su casa, con su esposa y su hijo, que nació recientemente.
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