Secretos y bondades de la sopa, mucho más que un simple plato

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Sopa. Foto: Valentina Galvan

GASTRONOMÍA

La sopa es o puede llegar a ser un alimento completo a nivel nutricional, pero también puede ser mucho más.

Grata, atrapante, seductora, abrazadora, sanadora, cercana, conectiva, cariñosa, incansable, justa, austera o derrochona, fría o mucho mejor bien caliente. Con esas palabras describe a la sopala cocinera Belén Mazzilli.

La sopa llena panzas y corazones, ¿o acaso aunque de niños hayamos renegado de ella durante la comida ahora de adultos ese aroma a hogar no nos remonta a aquella época llena de sonrisas, de abuelas y mesas largas?

Mucho más que alimento.

En diálogo con El País desde Paysandú, Mazzilli sostuvo que la sopa es o puede llegar a ser un alimento completo a nivel nutricional, si se incluyen en ella proteínas, hidratos, vitaminas, minerales y agua de buena calidad. Pero este plato puede llegar a ser mucho más, porque “a la vez esto se puede convertir en una historia de amor maravillosa y un gran aliado para cuando la economía está complicada o se está en los últimos años de vida o, mejor aún, en los primeros o cuando se está enfermo”. Pero añadió: “También cuando estamos sanos y elegimos un estilo de vida saludable”.

Como si estos fueran pocos motivos para amar a la sopa, la cocinera sanducera añadió otros: “La sopa hidrata y da esa sensación de calorcito. ‘Abrazar’ una taza de sopa ya te da ese no se qué que te hace sentir placer, regocijo, algo así como que nos estuvieran abrazando y más todavía cuando te trae recuerdos, te saca una sonrisa o te consuela”.

Saliendo un poco de toda esa parte emocional que puede evocar este plato, la sopa es una preparación sumamente práctica: puede consumirse fría, es una opción también para desayunar, como colación y como hidratante en épocas de calor.

De cualquier manera, para Mazzilli “la magia” ocurre en invierno: “Cuando estás con el cuerpo congelado y te tomás una taza de sopa caliente... eso sí que me hace volar, me hace recordar, me consiente”, sostuvo.

Mazzilli es madre de cinco hijos y, como tal, contó que la sopa es uno de los pilares fundamentales en su cocina. “Desde las primeras comidas los niños la van incorporando y vas preparando el paladar para que reciban los sabores de las verduras desde el vamos. Sin sal, con el esplendor de los ingredientes, cocinados a fuego suave. En casa siempre hay sopa o al menos caldo de verduras para cuando llegan de las actividades, mientras está lista la comida, cuando entramos de alguna actividad de campo y las manos están congeladas”, expresó.

Contar con un caldo o una sopa hecha facilita la rutina de cualquier hogar y aplica para todas las edades: “Desde bebés uso la sopa, tanto licuada, como con trocitos, de vegetales, pollo, carne, pescado, tocino, huevos y legumbres”, señaló la cocinera.

Mencionó, además, cómo esta preparación puede tenerse pronta para complementar o mejorar otros platos: “La sopa te levanta un arroz hervido porque le da tremendo sabor o si está muy espesa te puede salvar como salsa; si la licuamos en una pasta, se puede convertir en puré o en relleno de unos canelones”.

Luego, los agregados son a gusto de cada comensal: algunos le ponen queso, otros semillas; para algunos valen los frutos secos y un largo etcétera.

El famoso "no me gusta la sopa".

El “no me gusta la sopa” es una frase que seguramente todos alguna vez escuchamos, y si no, la dijimos, en particular de niños. Pero muchas veces es algo que se acota a las sopas que probamos y no estaría de más darle una oportunidad a nuevos sabores y sopas más elaboradas. “Seguramente quienes no gusten de la sopa tuvieron algún encuentro poco agradable en la infancia. Pero hoy, con tanta información gastronómica, con tantos ingredientes, sobre todo especias y condimentos, una segunda chance es una necesidad", sostuvo.

La sanducera dijo que hoy ya no corre eso de que la sopa es para cuando estamos enfermos: “Hoy sabemos más, nos podemos permitir más, viajar por la heladera y con todo lo que ande por ahí hacer una gran performance. La sopa debe ser sabrosa, intensa, con cuerpo. Y si sos de los que no podés comer sin carne, ¿por qué no agregarle trocitos de las sobras del asado o pedacitos de pollo?”.

Un tip para llevar la sopa a otro nivel.

La cocinera también describió a este plato como “bondadoso”, ya que asegura “permite todo o casi todo”. La sopa, señaló a El País, admite todas las verduras y vegetales; también los de hoja.

¿Un tip para llevar a otro nivel esta preparación? Mazzilli lo compartió: “Para que la sopa sea tremenda, hay que empezar por tostar ligeramente condimentos o especias como, por ejemplo, semillas de hinojo o semillas de mostaza o simplemente cúrcuma o pimentón en polvo. Esto ya le da un plus. Y si le agregamos variedad de huesos, hierbas frescas, ajo y un desliz de jengibre, la medicina está asegurada”.

Además, recomendó realizar caldo de huesos (carcazas, huesos de vaca, cerdo o esqueleto de pescado). Y para esos días en que el presupuesto es más limitado, aconsejó “hacer una sopa con las cáscaras de las verduras”. Si son orgánicas mejor, pero si no se pueden desinfectar bien con vinagre o bicarbonato de sodio. Solo basta con tostarlas bien y luego agregar el líquido. Con la parte interna se pueden sacar otros platos. “Economía, salud y buena alimentación pueden ir de la mano”, dijo a El País.

Mazzilli brinda talleres (en este momento virtuales) de distintas temáticas y esta semana organiza uno que será exclusivamente de sopas. Su cuenta de Instagram es @belenmazzilli y su sitio web es www.belenmazzilli.com.

El vínculo entre los niños y los alimentos.

Mazzilli sostuvo que la relación de los niños con los alimentos comienza en la de los adultos de la casa: “En mi experiencia, con mis hijos, que comen de todo, lo mejor es dejarlos jugar, dejarlos experimentar, que hagan relajo, que prueben, que escupan y que vuelvan a probar. El tema de los vegetales y los niños muchas veces empieza por los padres, los gurises se manejan más que nada por ejemplo, por lo que ven. Si querés que tu hijo coma verduras pero nunca te ve comer ninguna, es medio complicado. El vinculo con el alimento se va generando”.

La importancia de lo casero, hoy más que nunca.

“Muchos dicen que no saben cocinar, pero alguien tiene que cocinar, y es importante volver a lo casero, hoy más que nunca. La sopa te da esa chance, de que sin mucho conocimiento te quede tremenda. Cada quien elige qué ingrediente quiere que resalte. No hay una regla perfecta a seguir. Ingredientes base como el agua, verduras y después lo que más nos guste”, sostuvo la cocinera.

A los que están peleados con la sopa, Mazzilli les propone que aprovechen este invierno para amigarse y dejar que “el humito y ese liquido caliente recorriendo el cuerpo y despertando el espíritu, sea su medicina”.

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