El Tiempo/GDA
Los semáforos suelen contar con tres colores en todo el planeta: el rojo, para detenerse; el amarillo, para avisar que pronto cambiará la luz; y el verde, para continuar la marcha. Un estudio reciente realizado por ingenieros de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (NCSU, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, propone la inclusión de un cuarto color en el semáforo, una luz blanca.

La razón detrás de la adición es porque facilitaría el flujo del tránsito en un futuro en el que los vehículos autónomos (AV, abreviado en inglés) compartan las calles con los conducidos por humanos. La tecnología emergente de los AV aún no alcanzó su pleno desarrollo, puesto que todavía no existen autos completamente autónomos en circulación, tal como remarcó Metro, puesto que las versiones existentes aún pueden ser pilotados actualmente por humanos.

No obstante, en algunos lugares de Estados Unidos como California y Arizona, empresas como Waymo han logrado avanzar significativamente, habiendo alcanzado el nivel SAE4 de los cinco niveles que definen la autonomía de un vehículo. Otros vehículos, como los Teslas, también están ganando popularidad en este campo.

Este avance tecnológico indica que pronto habrá una coexistencia entre automóviles dirigidos por humanos y vehículos autónomos en las calles. Para facilitar esta transición y mejorar el flujo del tráfico, los investigadores proponen la implementación de una luz blanca en los semáforos.

Esta nueva luz blanca indicaría a los conductores humanos que deben seguir al vehículo que tienen delante, mientras que los vehículos autónomos coordinarían sus movimientos para gestionar el tránsito de manera más eficiente.

El Dr. Ali Hajbabaie, líder del estudio, explicó que el concepto de la fase blanca se basa en utilizar la capacidad de computación de los vehículos autónomos para identificar la posición de cada vehículo.

"La luz blanca en el semáforo permitirá que los conductores humanos entiendan lo que deben hacer en presencia de vehículos autónomos", comentó Hajbabaie y agregó que las luces rojas seguirán indicando que hay que detenerse y las verdes, avanzar.

Foto: Fernando Ponzetto

La propuesta, publicada en la revista "Computer-Aided Civil and Infrastructure Engineering", se ha modelado mediante simulaciones por computadora que muestran cómo funcionaría el nuevo sistema de semáforos.

En este escenario, los vehículos autónomos se comunicarían entre sí y con los sistemas computarizados que controlan las señales de tránsito. Cuando un número suficiente de AVs se aproximara a un cruce, se activaría la luz blanca, señalando a los conductores humanos que deben seguir al vehículo que tienen enfrente.

Mientras la mayoría de los vehículos sigan siendo conducidos por humanos, el sistema continuará utilizando las señales tradicionales de rojo, amarillo y verde. Sin embargo, a medida que los AVs se vuelvan más comunes, la implementación de la luz blanca podría representar un cambio significativo en la gestión del tránsito en las ciudades. Además, reduciría el consumo de combustible, puesto que habría menos frenadas y arranques de los vehículos.