VIDA MARINA

Sylvia Earle: "Hay una ilusión de que debemos seguir matando el océano para alimentar a la gente”

La bióloga y exploradora conversó con El País durante la cumbre Our Ocean y señaló que el momento de proteger los océanos es ahora. "Estamos en camino a perder alrededor de un millón de especies para fines de este siglo".

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Sylvia Earle. Foto: AFP
La bióloga, exploradora y activista por los océanos Sylvia Earle.<br/>
Foto: AFP<br/>

Por Faustina Bartaburu

Sylvia Earle habla con voz serena y no se excede demasiado en el volúmen. Transmite la misma tranquilidad que uno podría encontrar bajo el mar, donde la oceanógrafa ha pasado más de 7.000 horas explorando a lo largo de su vida. Fue la primera persona en caminar sin ataduras por el fondo marino a 381 metros y en 1970 vivió durante 14 días en un laboratorio bajo el agua. Todo, en una época en la que el buceo era cuestión de hombres. De hecho, fue la única mujer junto a 70 hombres en explorar por primera vez el fondo de las Islas Seychelles en 1964.

En 1990 también se convirtió en la primera mujer en ser nombrada directora científica de la Administración Nacional Atmosférica y Oceánica (NOAA) de Estados Unidos, en 1998 fue la primera persona en ser nombrada “Héroe del Planeta” por la revista Time y mantiene un récord de inmersión en solitario a más de 1.000 metros.

A Earle (Nueva Jersey, 1935) le sobran los récords y la avala su trayectoria: es una líder indiscutida entre quienes luchan por proteger la vida marina. A sus 87 años, la bióloga y exploradora residente de National Geographic sigue dedicando sus horas a preservar el océano a través de la organización que lidera, Mission Blue, que busca el aumento de la conciencia pública, el acceso y el apoyo para una red mundial de áreas marinas protegidas.

No en vano es conocida como la "Dama de las Profundidades".

Sylvia no puede sacarse el océano de la cabeza: le encantaría que todas las personas pudieran conocer la profundidad del mar, experimentar distintos tipos de submarinos y permanecer bajo el agua día y noche para conocer animales. En entrevista con El País durante la cumbre Our Ocean en Panamá señala que estamos en un punto crítico pero que el conocimiento y los errores cometidos, en conjunto con la tecnología, pueden hacer de este el mejor momento para actuar.

-¿Cómo ha cambiado el océano desde que usted comenzó en el activisimo?

-Cuando comencé a explorar en el océano había mucha menos gente y más peces. Hoy hay muchas más personas y menos peces. Hemos estado consumiendo no solo la vida del mar, sino de todo el mundo natural para respaldar nuestra prosperidad. Eso es algo que todas las criaturas hacen pero los humanos somos los únicos que podemos verlo en un sentido global.

He tenido el privilegio de estar aquí cuando los humanos han aprendido más que durante toda la historia de la humanidad. Y somos criaturas sociales, por tanto, compartimos lo que aprendemos. Si no lo hiciéramos, no tendríamos la base del conocimiento que tenemos ahora y que nos da una ventaja sobre todas las otras especies que existen. Sabemos de dos millones de especies que forman el planeta Tierra y probablemente dos o tres o cinco o 10 veces ese número aún no lo hemos descubierto en el océano. Pero sabemos lo suficiente: que tenemos que cuidar la naturaleza porque la naturaleza nos cuida y la estamos perdiendo demasiado rápido.

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Sylvia Earle durante una de sus expediciones en submarino
Foto: Kip Evans, Mission Blue

-¿Esa es su inspiración para seguir luchando?

-Una vez que lo sabes no lo puedes ignorar. Una vez que has visto el daño que se ha hecho y cuáles serán las consecuencias no solo para los peces, las ballenas y otras especies marinas, sino también para nosotros, no puedes ignorarlo. Y quiero contárselo a todos, mover a la gente de su complacencia. Aunque no creo que haya hecho un buen trabajo sacando a la gente de ese lugar.

-¿Por qué?

-Cuando veo que la pesca industrial continúa funcionando con grandes subsidios, ¿por qué no tomamos el dinero que ponemos en matar al océano con estos grandes subsidios que tienen como objetivo la captura y comercialización de vida salvaje y lo convertimos en cuidado para el océano?

Aquellos que están consumiendo pescado salvaje son parte del problema. Mientras haya mercado, habrá gente que estará ahí para tratar de ganar dinero. No se trata de seguridad alimentaria, no se trata de matar de hambre a la gente. Existe la ilusión de que debemos seguir matando el océano para alimentar a la gente. Algunas personas necesitan vida del océano pero la mayor parte de eso que se toma no se destina a alimentar a las personas que realmente lo necesitan.

-¿Qué tan importante es el rol de las autoridades y los gobiernos?

-Son tomadores de decisiones. Harán lo que la gente insiste en que hagan o no estarán en posiciones de liderazgo por mucho tiempo. Necesitamos una revolución tranquila pero significativa. Somos la cantidad de gente suficiente, una masa crítica, pero hablamos de puntos de inflexión en la dirección equivocada. No todo el mundo tiene que estar de acuerdo, está en la naturaleza de la diversidad humana tener distintas formas de pensar, pero esto debería unirnos. Debemos proteger la naturaleza si queremos vivir. Tenemos que tener un planeta habitable, tenemos que respirar, tenemos que tener espacio. Tenemos la mejor oportunidad que jamás tendremos.

-¿Este es el mejor momento para actuar?

-Hace 10 años era mucho más difícil, pero el océano estaba más intacto. Cuanto más esperemos más difícil se va a poner. Entonces si se toman medidas ahora, esta es la mejor oportunidad. Algunos límites ya fueron cruzados, estamos en camino a perder alrededor de un millón de especies para fines de este siglo si no tomamos acción crítica en este momento. Y la mayor parte de ese cálculo se basa en especies terrestres; puede haber un millón de otras en el océano o quizás más.

La mejor noticia de todas es cuánto sabemos ahora. En la ignorancia cometimos algunos errores terribles; no podemos usar eso como excusa. Creo que lo más importante que hemos aprendido es la magnitud de lo que aún no sabemos. Ahora sabemos que hay muchas más especies así que podemos rastrearlas y decir qué está bien. Medir la temperatura del planeta, el nivel de carbono, ver las tendencias. Nunca tuvimos una mejor chance para actuar. ¿Qué estamos esperando?

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