ARTESANOS

Liliana Testa y Marcelo Pallas se conocieron en 1993, en el local del Mercado de los Artesanos de Ciudad Vieja que ya no existe más. Ella, formada en alfarería, cerámica y arte aplicado, hacía piezas en cerámica; él, con cursos de Bellas Artes y de la Escuela Figari, se dedicaba a la joyería.
El amor hizo su parte y se transformaron en una pareja, una unión que también se trasladó a la actividad artesanal.

“Cada uno hacía por separado sus piezas, pero después que nos conocimos empezamos a mezclar los materiales y hacer una propuesta única”, cuenta Liliana sobre el nacimiento del Taller Pallas-Testa.

Así llegaron a la propuesta que consiste en combinar, siempre en formato de joyería, la plata y el gres. Este último es un tipo de cerámica de alta temperatura que se hornea a 1.200 grados. Tanto el esmalte como la pasta lo realizan ellos mismos en su taller de Barrio Sur, que también es su casa desde hace casi 20 años.

“La característica de este producto es que es una pasta no porosa, bien compacta y muy dura. Los colores se fijan de forma muy buena, por eso es tan adecuado para la parte de joyería. Como después a esa pieza de cerámica la tenemos que engarzar, lo que implica a veces remachar o golpetear un poquito la pieza, si fuera blanda se quiebra”, detalla Liliana.

Además resiste muy bien el calor, lo que es bueno porque hay momentos en que tienen que soldar la pieza con la cerámica ya incluida.

“Los colores permanecen intactos a pesar del fuego directo”, apunta la artesana, que encontró el gres luego de un proceso de exploración.

Primero empezó trabajando en baja temperatura con otro tipo de técnicas, como ser la de engobe bruñido, característica de la cerámica precolombina en Latinoamérica. A medida que fue viendo que la pasta en baja temperatura no era tan adecuada para lo que quería hacer o no quedaba un producto de tan buena calidad, fue subiendo el calor hasta llegar a los 1.200 grados y lograr el gres.

La pareja diseña en forma conjunta, pero cada uno se especializa en su área. “Yo hago las piezas de gres y después Marcelo las engarza o las fusiona con la plata. Primero se hace la cerámica y después se hace el metal”, describe Liliana.

Destaca que las técnicas que utilizan son muy ricas, por eso no tienen pensado cambiarlas. “Lo que sí nos gusta es, dentro de los mismos materiales, buscar la vuelta para encontrar nuevos productos y nuevos resultados”, dice.

Tal lo que ocurrió con la pieza Eucalipto, ganadora del segundo premio del concurso Pieza Única de la feria Ideas+ 2020. Como este concurso propone a los artesanos salirse de lo que hacen habitualmente, Liliana y Marcelo no realizaron una pieza de joyería sino que presentaron un juego de teteras de gres hechas en arcilla cerámica mediante la técnica del torno cerámico. La plata está presente en las asas y tapas de las teteras.

“Fue una excepción en la que aumentamos la escala e incursionamos en piezas utilitarias. Esta pieza es un proceso de experimentación con un tipo de esmaltes de gres, que es a base de cenizas de madera, cenizas vegetales, en este caso de eucalipto”, explica la artesana a El País.

Más allá de la consigna de este certamen, Liliana aclara que cada vez que se presentan a un concurso intentan innovar en lo que es su producción habitual. Y no les ha ido nada mal porque han ganado muchos premios y reconocimientos.

Entre ellos están una beca premio en la Tercera Bienal del Objeto Artesanal – WCC para participar en el Premio Unesco en México, el Gran Premio Adquisición en la Feria Internacional de Artesanías de Argentina, y una beca para viajar a China otorgada por Dinapyme, Unesco y el Consejo Mundial de Artesanías (WCC) en la celebración de su 50 aniversario.

“Nos votaron nuestros compañeros del colectivo Escala Humana”, cuenta Liliana refiriéndose al grupo de artesanos que integran y que, entre sus objetivos, tiene apuntar a generar artesanía de diseño con materiales de muy buena calidad.

“También intentamos autogestionar lugares de comercialización –señala–, tenemos un recorrido largo de muchos años y hemos hecho varias experiencias. Por ejemplo, en la Embajada de México o en el Ministerio de Relaciones Exteriores”. Además, ha llevado la experiencia a Argentina, logrando entablar un vínculo muy fuerte con colegas de ese país. “Tratamos de realizar actividades conjuntas; que ellos comercialicen acá y nosotros ir allá”, acota.

En cuanto al viaje a China, solo fue Liliana y lo recuerda como una gran experiencia porque le permitió conocer una cultura nueva.

“Además, en la parte de cerámica y porcelana gres son unos maestros. Conocí su forma de trabajo, que es muy diferente a la nuestra. Mientras que nosotros somos, en general, talleres pequeños de una o dos personas, allá los emprendimientos son mucho más grandes y colectivos. Y se reconoce a maestros artesanos que tienen mucho prestigio y hacen piezas únicas. Reconocen mucho la trayectoria de talleres que se destacan”, cuenta la artesana.

Liliana y Marcelo fueron expositores de la Feria del Libro y el Grabado de Nancy Bacelo y formaron parte del grupo de artesanos que, para que la feria no desapareciera, fundaron la actual Ideas +.

Allí están todos los años, al igual que en la Feria de La Paloma durante enero y febrero. Se los encuentra también en el Mercado de los Artesanos, en la galería Acatrás del Mercado (Ciudad Vieja) y en algunos locales de Colonia. Durante muchos años también estuvieron en Manos del Uruguay.

Y la cosa no termina dentro de fronteras porque, en la medida de lo posible, realizan ferias internacionales. “Vamos a una feria muy linda que se hace en Berasategui. Vendemos en galerías de Buenos Aires y vamos a Argentina varias veces al año”, acota Liliana.

Durante mucho tiempo exportaron a Europa a través del Servicio Ecuménico Social (SES), llegando a países como Italia, Francia, Bélgica, Noruega, Holanda y Austria.

Puertas y más puertas que el Taller Pallas-Testa ha abierto y sigue abriendo.