Redacción El País
El 20 de marzo un turista alemán rompió una de las reglas más importantes en una zona arqueológica en México, y el hecho se hizo viral.

En este caso, el hombre escaló el Templo de Kukulkán, en la zona arqueológica de Chichén Itzá, Yucatán.

Gente alrededor de la pirámide, considerada una de las Maravillas del Mundo, presenció cómo el turista ignoró las indicaciones de seguridad; traspasó los limitantes en la base de la pirámide y decidió subir por los 91 escalones.

Personal de seguridad de la Institución Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de la Guardia Nacional fueron tras él; en la cima, intentó escabullirse, pero fue detenido por las autoridades.

Aunque no se ha identificado, de manera pública, a la persona, se comunicó que tiene aproximadamente 38 años, informó el medio mexicano La Vanguardia.

Tras bajar, la multitud lo recibió con abucheos, insultos y se limitó, por parte de la seguridad, la posibilidad de cometerse violencia física contra el detenido.

Entre los abucheos, se le pidió a las autoridades que el turista recibiera sanciones por haber ignorado la regla de “no subir”, implementada desde 2006, para proteger el patrimonio cultural.

El ignorar la regla de “no subirse” a la pirámide de Kukulkán es considerado un delito federal, en protección de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos.

Según el artículo 52, la persona quien cometa el delito se le impondrá prisión de 3 a 10 años, al igual que una multa, equivalente al valor del daño. En paralelo, el artículo 55 informa que si no hay sanción por la ley, la institución competente podrá imponer una multa de 200 a mil días de salario mínimo.