Por Gabriel Di Nicola, La Nación
Dos turistas brasileños bajaron a la planta baja del Alvear Palace Hotel, en el barrio Recoleta (Buenos Aires, Argentina). En un visible estado de nerviosismo, le pidieron a la gerente de bebidas y alimentos y a un camarero del bar del lobby que los acompañaran a su habitación del segundo piso. Cuando los dos empleados ingresaron en el cuarto advirtieron que un huésped le pegaba en la cara y en la cabeza a Gustavo, un compañero suyo del hotel. Fue a las 19.30 del viernes. Y todo terminaba con el agresor, un ingeniero civil y empresario dedicado a los bienes inmuebles, oriundo de Brasil y de 52 años, preso en una comisaría de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, imputado por lesiones leves, y con la víctima atendida por un “traumatismo de cráneo con pérdida de conocimiento, sin herida sangrante”.
Calificadas fuentes con acceso al expediente informaron a La Nación que el acusado, identificado solo por sus iniciales (L.F. de O.G.), estuvo detenido por 24 horas y ahora es defendido por el abogado Andrés Gramajo. En el caso tomó intervención la auxiliar fiscal Malena Mercuriali, de la Unidad de Flagrancia Este del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad.
Cuando declaró ante personal de la Policía de la Ciudad, la víctima, Gustavo Albarenga, dijo trabajar en el Alvear Palace Hotel desde hace 20 años. Al relatar el ataque, el empleado recordó que cuando revisaba el contenido del frigobar de la habitación 210 para reponerlo, recibió de forma sorpresiva una patada en la cara. Afirmó haber quedado aturdido durante unos minutos, sin saber bien qué sucedía. Albarenga declaró que el agresor también le pegó varias trompadas. “Perdí el conocimiento”, sostuvo.
“Cuando me recuperé, tenía al atacante arriba mío. Me agarraba del cuello”, agregó la víctima, según se desprende de su declaración hecha en la Comisaría Vecinal 2A de la Policía de la Ciudad. La agresión terminó cuando llegaron la gerente y el camarero, quienes, después de un forcejeo, lograron poner calma a la situación.
Descargo y contrademanda
El empresario y su esposa estaban en la ciudad de Buenos Aires como turistas y se alojaban en una habitación del segundo piso del lujoso hotel porteño. El acusado aportó una versión bien distinta del origen del suceso. Dijo que el viernes, en horas de la tarde, cuando estaba en el lobby del hotel, recibió un mensaje de su esposa que le contaba que había un desconocido en la habitación que revisaba las valijas.
Entonces, según sostuvo el imputado, subió al segundo piso y cuando le preguntó a su pareja quién había revisado las valijas, su esposa le señaló a Albarenga, que justo entraba en la habitación 210 para reponer el faltante en el frigobar; en ese cuarto estaba alojada otra pareja de huéspedes brasileños.
Tras ser excarcelado, el ingeniero civil presentó una denuncia contra Albarenga en la Policía de la Ciudad, donde contó que, junto con su esposa, se habían alojado en el Alvear Palace Hotel el viernes pasado y que se iban a quedar hasta ayer, martes 13.
“El viernes pasado, a las 19.30, cuando mi esposa dormía en la habitación, ingresó el empleado Albarenga y revisó las valijas sin permiso”, sostuvo. Cuando el personal de la Policía de la Ciudad que le tomó la denuncia le preguntó si le faltaba alguna pertenencia, el ingeniero civil respondió que no lo sabía.
Según informaron fuentes con acceso al expediente, para continuar el proceso en libertad, a De O.G. –que ya regresó a Brasil– le impusieron el cumplimiento de una serie de medidas, como la obligación de comparecer cada 45 días en la fiscalía. En la audiencia, Gramajo, en representación legal del ingeniero, aseguró la comparecencia de su asistido.
Ante la consulta de La Nación, desde el Hotel Alvear Palace prefirieron no hacer declaraciones.