Stephany Guzmán Ayala, El Tiempo/GDA
El pasado 13 de enero, Mittens, un gato de raza Maine Coon, abordó junto con su familia un vuelo desde Christchurch, Nueva Zelanda, con destino a Melbourne, Australia, donde los esperaba su nuevo hogar.

Sin embargo, de acuerdo con las políticas de Air New Zealand para los viajes internacionales, las mascotas de gran tamaño deben ir dentro de una caja transportadora en la bodega del avión junto con el equipaje.

Al llegar a territorio australiano, Margo Neas, la dueña del felino de ocho años, estaba esperando que el personal de descarga bajara la jaula en la que venía el animal, pero al cabo de un rato se percató de que Mittens no aparecía.

De inmediato, la mujer le reportó la inusual situación al equipo del aeropuerto, quienes le comunicaron que la aeronave iba de regreso a Nueva Zelanda con el gato abordo.

La noticia dejó perpleja a la familia del Maine Coon, ya que al parecer los mozos de equipaje no vieron la jaula del felino, debido a que este se encontraba detrás de una silla de ruedas.

Por suerte, el personal del aeropuerto le informó a la tripulación del avión que iban con una pasajera adicional, por lo que el piloto del Air New Zealand decidió encender la calefacción de la bodega para evitar que las bajas temperaturas afectarán la integridad de la mascota.

Cuando el vuelo llegó a la ciudad de Christchurch, varios empleados se aseguraron de que Mittens se encontrara en perfectas condiciones de salud, luego de haber estado en dos vuelos.

Además, cambiaron de ubicación la jaula del felino, para que su trayecto de regreso fuese lo más cómodo posible, ya que debía viajar durante otras siete horas y media para volver con sus dueños.

Finalmente, luego de estar en tres vuelos en menos de un día, el gato logró reunirse nuevamente con su familia en Melbourne, quienes al verlo lo recibieron con los brazos abiertos.

Tras el particular incidente, Margo Neas comentó a través de sus redes sociales que Mittens perdió un poco de peso, pero que fuera de eso se encontraba bien y que Air New Zealand les reembolsará el dinero con los costos asociados con el viaje de la mascota.

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