Un paseo desconocido en Punta Ballena: el único bromeliario del país

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bromelias punta ballena

NATURALEZA

Vivero sorprende por su colección de más de 800 especies de bromelias; algunas son prioritarias para su conservación

"Graciela tiene el único bromeliario del país”. Esa fue la sugerencia para buscar un lugar desconocido en Punta Ballena (Maldonado): el único vivero exclusivo de bromelias del país, una familia de plantas de la cual se conoce muy poco aunque una de ellas es un clásico postre: el ananá.

En ese lugar, que asombra al visitante por los colores de las hojas, Graciela Cabeda cuida y estudia más de 800 especies diferentes. “Son las plantas que contienen mayor diversidad: tenés plantas de dos centímetros hasta las Puya mirabilis que alcanzan los 18 metros; con diferentes texturas, colores, formas de hoja; las hay rojas, amarillas, violetas, blancas, azules y anaranjadas”, enseñó la experta.

En Dalarna Parque Vivero –al que se llega al doblar hacia la playa en el kilómetro 115,5 de Ruta Interbalnearia– predomina el rojo.

La familia Bromeliaceae es americana: se extiende desde el sur de Estados Unidos hasta Argentina. En Brasil registra la mayor diversidad; en Uruguay, hay algunas especies nativas que Cabeda ha estudiado por 30 años. Por ejemplo, la banana do mato (Bromelia antiacantha pero también llamada en Brasil gravatá o caraguatá) forma parte del paisaje rochense.

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Graciela Cabeda cuida y estudia más de 800 especies diferentes. Foto: Ricardo Figueredo

“Es la que hizo sobrevivir a los palmeras”, apuntó. Esto se debe a que es una planta de un metro de altura, muy espinosa, que ha impedido que los animales comieran los frutos de las palmeras.

En este parque vivero se pueden comprar ejemplares por distintos precios. Los más baratos cuestan $ 380; pero hay otros, como las alcantarea imperiales –una especie bastante grande– cuyo valor supera los $ 6.500. La particularidad de estas es que florecen hasta cada 18 años. Entre medio figuran las neoregelias por $ 980.

Cabeda tiene varios ejemplares bajo estudio. “Lo que funciona, vive”, dijo. Ella y una colaboradora analizan su adaptación al clima uruguayo y tratan de encontrar más especies nativas. La Guzmania sanguínea está bajo prueba. Ya ha florecido en el invernáculo y pronto será llevada al exterior.

En Dalarna no se utiliza ningún fertilizante ni aditivo químico. Cada planta es cuidada con un sustrato “muy leve” hecho en el lugar con corteza, humus, arena y tierra de hoja. “La gente piensa que son plantas tropicales y, si bien la mayoría lo es, también existen bromelias que soportan los 0 grados”, explicó.

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En Dalarna no se utiliza ningún fertilizante ni aditivo químico. Foto: Ricardo Figueredo

Respecto a la conservación, cinco especies de bromelias están incluidas en la lista de prioritarias para Uruguay: Tillandsia arequitae (más conocida como clavel del aire blanco; se la encuentra en el cerro Arequita, del departamento de Lavalleja), Tillandsia ixioides Griseb (clavel del aire amarillo), Tillandsia meridionalis Baker, Tillandsia stricta Soland y Tillandsia xiphioides Ker-Gawl.

La responsable de Dalarna Parque Vivero no hace difusión. Solo llegan interesados en jardinería y botánica como parte de un tour que recorre viveros de orquídeas y de rosas en la zona y suman el bromeliario; también llegan arquitectos. Sí lo descubren los huéspedes de Dalarna Små Hotell, su otro emprendimiento. “La gente cuando viene no puede creer encontrarse con esto”, dijo Cabeda.

Algunas especies de bromelias pueden ser vistas en el Jardín Botánico de Montevideo –si se asiste entre noviembre y diciembre se puede ver florecidas a las Bromelia antiacantha)– y en el Arboretum Lussich de Punta Ballena.

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En Dalarna Parque Vivero –al que se llega al doblar hacia la playa en el kilómetro 115,5 de Ruta Interbalnearia– predomina el rojo. Foto: Ricardo Figueredo

El ananá y un viaje de Cristóbal Colón

La familia Bromeliaceae se conoce en Europa a partir del año 1493. Cristóbal Colón le llevó un ananá a la reina Isabel I de Castilla luego de su segundo viaje. En una aldea local en la isla de Guadalupe, encontró verduras frescas y frutas exóticas que sus marineros nunca habían visto o probado. En sus registros, escribieron que la curiosa fruta nueva tenía un exterior abrasivo y segmentado como una piña de pino y una pulpa interior firme como una manzana: así nació el nombre de esta fruta en ingles “pineapple”. Hasta finales del siglo XVII, el ananá fue un símbolo de gran riqueza. Luego, en 1750, se nombra el primer género Bromelia en honor al científico sueco Olaf Bromelius.

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