VERANO 2021
Un café cuya propuesta es un mix de Francia e Italia, atendida por una familia uruguaya - francesa en la esquina de las calles 20 y 25 de la penísula.
Hay una esquina en Punta del Este, la de las calles 20 y 25, que llama la atención. Es imposible pasar y no ver el encanto de las mesitas en la vereda y el estilo del local por dentro: se trata de una cafetería nueva, que abrió el pasado 24 de diciembre, con grandes ventanales y un mostrador lleno de productos que forman parte de una propuesta que es un mix de italiano y francés. Allí hay croissant, pain au chocolat, focaccia, pan genovés, panettone, caffe freddo, doppio.
Detrás del mostrador, así como en la cocina y también recibiendo y atendiendo a los clientes, hay una familia que, al igual que su emprendimiento, es un mix, pero esta vez de Francia con Uruguay.
Romuald Chapuy es un francés de 51 años que desde hace más de 22 vive en Maldonado. Aquí conoció a María Rosa, una uruguaya con quien más tarde se casó y tuvieron dos hijas, Chloé y Emma.
Desde fines de la década de 1990, cuando se mudó a Uruguay, Chapuy trabajó en distintos lugares, aunque siempre vinculado a la gastronomía. El primer trabajo que tuvo en el país fue en el restaurante La Bourgogne, de Punta del Este. Luego estuvo en Las Cumbres, en Punta Ballena. Y durante 20 años trabajó en la cocina del hotel Enjoy Punta del Este.
Además, desde el año 2012, también es cónsul honorario francés de Punta del Este. Su rol, como el de los compatriotas suyos que están en distintas partes del país, es ayudar a la comunidad francesa que vive en Uruguay en sus trámites administrativos, siendo los intermediarios entre la sección consular en Montevideo y los ciudadanos franceses. Además, desde julio del año 2010, los cónsules honorarios están autorizados a firmar los certificados de existencia, las procuraciones de voto, así como las atestaciones de residencia. Desde abril de 2012, están además habilitados para certificar la copia fiel de un original y legalizar ciertos documentos.
Promover la cultura francesa.
En su rol de cónsul, además de ayudar a los franceses a resolver varios tipos de trámites o problemas que puedan surgirles, “también se trata de promover la cultura francesa en Uruguay”, explicó Chapuy a El País, luego de servir un par de cafés a dos vecinos que habían ido a desayunar.
¿Cómo surgió la idea de poner una cafetería? Chapuy contó que una de sus hijas, Chloé, se encontraba el año pasado trabajando en el exterior y debió volver a Uruguay por las complicaciones que produjo la pandemia de coronavirus.
“Ella estaba trabajando en Corea del Sur y el único contacto social que tenía era con varios cafés franceses que había en Seúl. Cuando la situación por la pandemia se complicó y llegó allá la segunda ola, vimos que empezaron a cancelar vuelos y a cambiar rutas y pensamos que los mejor sería que se volviera a Uruguay lo más pronto posible”, contó.
Con su regreso, la familia reunida dio forma a la idea de tener una cafetería propia. Y así nació Frances.co.
“Yo soy francés, pero soy de Niza y siento que Niza tiene un tinte muy italiano. Entonces quisimos reflejar eso en el lugar. El nombre, Frances.co, es porque suena muy francés, pero también se lo pusimos porque quiere decir ‘francés y compañía’, porque soy yo, en este caso, acompañado de mi familia”, explicó Chapuy, que junto con su esposa y sus hijas se encargan de todo: atención al público, trato con proveedores, elaboración de los productos.
La propuesta de Frances.co ofrece lo mejor de Francia e Italia: “Es una cafetería francesa e italiana al mismo tiempo. El café francés, por ejemplo, no es tan conocido en el mundo, pero el italiano sí. Además tenemos también algunas especialidades italianas como el panettone y otros productos con un toque francés”.
La elaboración de los productos la hacen en el propio local, excepto los panes, que son hechos de masa madre y necesitan de un horno especial.
Con un estricto protocolo sanitario y el plus de contar con varias mesas al aire libre, esta cafetería abrió hace pocas semanas, en el marco del comienzo de una temporada estival atípica y marcada por las consecuencias que generó la pandemia. Pero de cualquier manera, la intención de esta familia francesa-uruguaya es trabajar durante todo el año: “Apostamos a ser una cafetería de barrio, para la gente que vive acá. Entonces nos enfocamos mucho en la clientela local para que esto se pueda mantener todo el año”, señaló Chapuy.
Estar un rato en el local da prueba de eso: durante la visita de El País a Frances.co, a primera hora de la mañana, había al menos tres mesas ocupadas por gente de la zona, cuyo trato con la familia de Chapuy no es otro que el de vecino a vecino.
Dentro de las opciones de bebidas que ofrecen tienen espresso ($ 80), affogato ($ 180), americano ($ 110), latte ($ 120), cappuccino ($ 120), café frío ($ 110), macchiato ($ 120), doppio ($ 110). También tienen en su carta tés y jugos.
Para comer hay croissant comunes ($ 100) y también rellenos de dulce de leche, nutella, crema pastelera o jamón y queso ($ 180); la tradicional preparación francesa pain au chocolat es un infaltable ($ 140), también ofrecen trufas ($ 40) y panettone (la porción a $ 80), entre otros.
Frances.co está ubicado en la esquina de las calles 20 y 25, Punta del Este, y abren todos los días excepto los lunes desde las 8 hasta las 20 horas. Están en Instagram.