Washington - La sonda "Mars Reconnaissance Orbiter" de la NASA ha iniciado su aproximación final a Marte para comenzar el mes próximo una misión destinada a preparar la llegada de nuevas naves a ese planeta y la del hombre en las próximas décadas.
"La misión es perfecta, tanto que ni siquiera ha sido necesario realizar dos correcciones previstas de trayectoria", dijo a EFE Moriba Jah, ingeniero de navegación del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la agencia espacial estadounidense.
En una entrevista telefónica desde Pasadena (California), el científico indicó que se habían previsto cuatro encendidos breves de los motores de la nave para modificar su desplazamiento.
"Pero la trayectoria es tan perfecta que no habrá necesidad de modificarla y la nave entrará el 10 de marzo en la órbita de Marte tal y como se ha planificado, y con un margen de precisión de sólo tres kilómetros", pronosticó.
Jah explicó que eso equivale a encontrar una moneda en una superficie similar a casi todos Estados Unidos.
La nave, lanzada desde el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral (Florida) en agosto del año pasado, se encuentra a unos 300 millones de kilómetros de Marte y se desplaza a una velocidad de 20 kilómetros por segundo, señaló el científico.
Según las autoridades de la NASA, el objetivo principal del "Mars Reconnaissance Orbiter" será fotografiar sitios adecuados para el descenso de una nave, así como transmitir datos sobre las condiciones reinantes en el planeta.
"Esta misión aumentará en gran medida el conocimiento científico sobre Marte, allanará el camino para las próximas misiones robóticas a finales de esta década y nos ayudará a preparar el envío de seres humanos a Marte, después", señaló Doug McCuistion, director del programa de exploración de Marte de la NASA.
Para cumplir su misión, el orbitador lleva seis instrumentos con los que estudiará todos los niveles de Marte, desde las capas subterráneas hasta las más altos de la atmósfera del planeta, indicó un boletín de JPL.
Entre esos instrumentos se incluye lo que JPL considera como la cámara telescópica más potente enviada jamás a un planeta.
"Desde la órbita, esa cámara tiene un poder de definición que revelará la presencia de rocas de hasta un metro de diámetro", explicó Jah.
El "Mars Reconnaissance Orbiter" también lleva consigo un detector de minerales con los que se podrán identificar depósitos vinculados con la presencia de agua en zonas tan pequeñas como una cancha de fútbol, añadió.
Su radar también buscará la presencia de agua y otra cámara observará los cambios meteorológicos diarios en el planeta en tanto que un "sonar" infrarrojo medirá las temperaturas atmosféricas así como los movimientos de vapor.
Esos instrumentos producirán "torrentes" de datos, los cuales serán transmitidos a la Tierra a un ritmo diez veces superior al de cualquiera otra misión a Marte, indicó la NASA.
Para ello contará con una antena de diez metros de diámetro y un transmisor que recibirá energía de paneles solares con una superficie de 9,5 metros cuadrados.
Esa información será analizada para tener una mejor visión de la atmósfera marciana así como de los procesos que la han formado y modificado.
"Estamos especialmente interesados en el agua, ya sea en forma de hielo, líquida o vapor", manifestó Richard Zurek, científico del proyecto.
"Saber más sobre dónde hay agua ahora y dónde la hubo en el pasado, guiará los futuros estudios para determinar si en Marte existieron las condiciones para la existencia de vida", añadió.
Además de la investigación profunda del planeta, el orbitador también será el enlace en las transmisiones de futuras misiones a la superficie del planeta.
Entre ellas se incluyen las del vehículo explorador "Phoenix Mars Scout" que deberá descender en la capa de hielo del polo norte marciano en el 2008 y del "Mars Science Laboratory", un vehículo robótico que será lanzado un año después.
Pero la tarea del "Mars Reconnaissance Orbiter" no se detendrá allí.
Sus sistemas de telecomunicaciones también establecerán "un servicio crucial" que será el puente con la Tierra de "un internet interplanetario" que podrá ser utilizado por las naves espaciales de todos los países en un futuro cercano, según ha dicho la NASA.
EFE