Uruguay cuenta con sus primeras navegadoras para trabajar con enfermos de cáncer

Se trata de personas formadas para acompañar al paciente en todo su recorrido por el sistema de salud. Este año comienza la segunda etapa, que consiste en crear programas para implementar el rol de navegador.

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Navegadoras
Primeras navegadoras del Uruguay, surgidas por iniciativa de la Sociedad Uruguaya de Matología y el apoyo de laboratorio Roche.
Foto de: SUM.

Por Analía Filosi

Ponerse en el lugar del paciente. Ese es el ejercicio que propone el doctor Carlos Acevedo, presidente saliente de la Sociedad Uruguaya de Mastología (SUM), a la hora de explicar lo que es un navegador dentro del sistema de salud.

“Cuando el paciente recibe la noticia de que tiene un cáncer, de cualquier índole, se siente abrumado. Se pone a pensar si se va a salvar o no, qué va a pasar con sus hijos… una cantidad de preguntas. Y además de eso, se lo empuja a un periplo por el sistema de salud en el que tiene que sacar hora con el médico, ir al laboratorio o al tomógrafo, averiguar cuándo le dan los resultados; varias cosas para las que está solo”, detalló Acevedo en diálogo con El País.

Ahí es que aparece el navegador. “Es como una referencia que tiene el paciente para que lo guíe y le coordine el siguiente paso. Es una manera de que no se pierda en el sistema y se le agilice el proceso, que sino se hace muy largo y el paciente se siente que está navegando sin rumbo”, agregó el especialista.

El navegador es una figura que existe desde hace muchos años en otros países, inclusive de Sudamérica. Pero en Uruguay no la había hasta el año pasado que, por iniciativa de la SUM y con el apoyo de laboratorio Roche, se formaron las primeras 42 navegadoras del país.

El curso tuvo una duración de seis semanas y fue dictado en forma virtual por dos docentes brasileñas: Fernanda Pautasso y Edilene Varela.

Como requisito se pedía que los alumnos trabajaran en unidades de mastología o en servicios oncológicos, por lo cual quienes se inscribieron fueron nurses, enfermeras o técnicas en radiología.

“Es una formación complementaria sobre la que ya tienen”, explicó Acevedo.

En un principio se pensó hacerlo solo para los servicios de cáncer de mama, pero luego se vio que era útil extenderlo a todos los servicios oncológicos, dado que en el interior del país no hay muchos servicios de mastología.

Además es un rol que tiene especial sentido para los enfermos de cáncer, que deben hacer frente a un tratamiento multidisciplinario y extenso, donde hasta incluso sus familiares pueden perderse ante la cantidad de información brindada.

Al tratarse de un curso virtual, lo pudieron hacer interesadas de distintas partes del Uruguay, en concreto fueron de ocho departamentos: Salto, Rivera, Soriano, Colonia, Maldonado, Rocha, Canelones y Montevideo. Además se sumó personal de la salud de Bolivia, Ecuador, Paraguay y Perú.

Navegadoras
Departamentos del Uruguay con navegadoras.
Foto: SUM.

Segunda etapa

El proyecto de la SUM consta de una segunda parte, que se prevé comenzar a desarrollar en un par de meses y consiste en diseñar un programa de navegación adaptado a cada servicio e institución de la salud que quiera contar con navegadores.

“Con el personal ya formado, las docentes a distancia van a guiar para que cada institución haga su plan de navegación y cuando esté pronto van a venir de Brasil para corroborar si la implantación que se pensó es correcta o hay que modificarle cosas”, explicó Acevedo.

Por el momento, en el nivel privado cuentan con navegadoras formadas el CASMU, el Hospital Evangélico y COSEM, mientras que en el nivel público tienen en el Instituto Nacional del Cáncer (INCA), el Hospital de Clínicas y el Hospital Militar.

cáncer de mama

En el futuro

En principio se trabajó para llevar adelante un primer curso. “Es posible que haya más, pero no es una cosa periódica que se haga cada tres meses. Primero se va a hacer un balance de cómo resultó todo y cada cuánto habría que volver a formar recursos humanos, porque es algo costoso”, aclaró Acevedo destacando la importancia de contar con el respaldo económico de Roche para poder llevar la iniciativa adelante.

Roche incluso consultó a la SUM si era factible formar navegadores para otras enfermedades. “Es una pregunta muy interesante, pero por alguna razón que desconozco no hay navegadores en algo que no sea cáncer. Cada patología funciona de manera diferente, entonces hay que hacer un programa para cada una. No lo he visto en ningún país”, señaló el especialista.

Eso teniendo en cuenta que este rol está muy desarrollado en otros países, donde los navegadores ya cuentan con asociaciones y celebran congresos donde discuten los últimos avances. “A nivel científico se sabe que funciona”, apuntó Acevedo.

Consultado si es una actividad solo reservada para las mujeres dado que por lo general se habla de “navegadoras” y en Uruguay son todas del sexo femenino, el especialista indicó que “es un cargo que no tiene género, puede ser desempeñado por cualquiera. En nuestro país se dio la particularidad que todas las inscriptas fueron mujeres; había un hombre de otro país, pero no terminó el curso”.

La idea es que los navegadores se distribuyan homogéneamente en todo el territorio nacional. “Ojalá tuviéramos en los 19 departamentos”, concluyó Acevedo.

En Uruguay
Cáncer de mama

Enfermedad que necesita apoyo

En Uruguay el cáncer de mama es la primera causa de muerte en mujeres; cada año se diagnostican 2 mil casos nuevos y mueren 670 mujeres por esta patología.

En ese contexto la Navegación de Pacientes surge como una valiosa herramienta para facilitar a las personas con una enfermedad crónica y llena de estigmas, a transitar su recorrido terapéutico de una forma más efectiva.

Es aplicable a todos los demás cánceres.

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