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Mariano Piñeyrúa creó cinco premios para cada circuito de esta carrera de vehículos eléctricos en la que participan campeones de Fórmula 1
Campeones de la Fórmula 1 como el británico Lewis Hamilton o el alemán Nico Rosberg pueden levantar pronto un nuevo trofeo si sus equipos salen victoriosos en el campeonato de rally con vehículos eléctricos Extreme E.
Pero esta nota no es sobre automovilismo ni pistas ni banderas a cuadros, sino que es para hablar sobre el premio que se dará al vencedor de cada circuito.
Los trofeos de la primera temporada de Extreme E fueron diseñados por el uruguayo Mariano Piñeyrúa, quien ganó un concurso internacional entre más de 100 propuestas de 31 países.
“Lo loco de este proyecto es que se diseñó en Uruguay, se recogió el material en los océanos, se está prototipando en Holanda y se va a fabricar en un barco. Es como una especie de círculo mundial en pro de generar un objeto de deseo con basura pero rompiendo un paradigma: la basura pasa a ser un recurso con el que podés generar algo más atractivo que un trofeo normal hecho en plata y oro por la historia que tiene detrás”, dijo Piñeyrúa, director creativo de Cruz Creative Lab, a El País.
Cada premio será fabricado con desechos plásticos retirados de los océanos. El material será reciclado y transformado en un filamento apropiado para la impresión 3D. La propuesta del diseñador industrial comprende cinco esculturas “que dan vida” al logo de Extreme E con un “cambio de piel” por el ecosistema donde tendrá lugar cada circuito y su principal problema.
Por ejemplo, el de Arabia Saudita (3 y 4 de abril de 2021), correspondiente al desierto, tendrá la apariencia de la tierra resquebrajada por la escasez del agua; el de Senegal (29 y 30 de mayo), correspondiente al océano, evocará a la contaminación de las aguas; el de Groenlandia (28 y 29 de agosto), correspondiente al Ártico, será espejado, “dado que los glaciares reflejan la mayoría de los rayos del sol” y su derretimiento tiene consecuencias ambientales.
El siguiente circuito se correrá en Pará, en la Amazonía brasileña (23 y 24 de agosto) y su aspecto es de “madera quemada” por los incendios que devastan la selva tropical; el último trofeo es el de la Patagonia (11 y 12 de diciembre en Tierra del Fuego) con láminas de vidrio que representan las capas de hielo de los glaciares que se desprenden por el calentamiento global.
“Tomamos la identidad del logo y pensamos en el concepto de circularidad, que cada uno evocara una emoción y que fuera único”, apuntó Piñeyrúa.
Ninguna de las piezas tiene elementos por fuera de los residuos reciclados: no se usará ninguna tinta o metales.
El diseñador uruguayo recibirá una copia de cada uno y, a su juicio, que lo levante uno de los campeones de la Fórmula 1 vale más que un premio económico.
“Esto posiciona al diseño uruguayo desde otro lugar. De un lugar más de la sustentabilidad y de la circularidad. Si bien está reconocido, por ejemplo, en cuanto al mobiliario, esto es una mirada diferente que puede ampliar esa posición”, afirmó.
¿Qué es eso de un barco? Se trata del St. Helena, un antiguo buque de carga de pasajeros que ha sido remodelado para minimizar las emisiones. Es el centro de operaciones de Extreme E: se utilizará para transportar la carga y los vehículos al puerto más cercano de cada circuito y tiene la planta de reciclaje de los desechos marinos y de impresión de los trofeos. La nave cuenta, además, con un laboratorio. Ya zarpó de Liverpool (Inglaterra) y está viajando hacia el puerto de Yanbu en Arabia Saudita.
Cuenta con 62 camarotes, dos salones, un restaurante de 80 asientos y una cubierta exterior de 100 plazas en la que trabaja una tripulación de 50 personas.
La categoría Extreme E también es pionera en la tecnología de pila de combustible de hidrógeno, que permitirá cargar su flota de carreras con energía de emisiones cero. Esta innovadora solución utiliza el agua y el sol para generar energía de hidrógeno. Como el subproducto del proceso es agua, esta se reutilizará en otros lugares del emplazamiento.