Una persona se acuesta a dormir en la mesa de un shopping, otro se baña en una parada de ómnibus y un tercero se lleva por delante, de manera "accidental", las mesas de un bar en pleno 18 de Julio.

Estas son algunas de las bromas que realiza Dosogas, un grupo de tres uruguayos de 20 años, quienes crearon hace un año un canal de YouTube, cuyos suscriptores ascienden a los 122.000. Las reproducciones de sus videos superan los 6 millones.

Estos "youtubers", como se autodenominan Mathías Sellanes, Federico Vigevani y Juan Pablo Barbot, circulan con una cámara por calles de Montevideo y hacen bromas a terceros y también a ellos mismos. El objetivo final es "reírse y hacer reír al público". "Buscamos que la gente quede pensando: No puede ser que estén haciendo esto acá", cuenta Mathías y, mientras habla, sube a la red social Instagram una foto que se acaba de sacar.

La idea del grupo nació el año pasado. Federico le mostró a Mathías un video de un youtuber estadounidense y le insinuó la idea de hacer algo parecido en Uruguay. Se entusiasmó y al poco tiempo sumaron a Juan Pablo, amigo de uno de ellos.

Al principio, pensaban que en Uruguay los podrían criticar por sus actividades, pero decidieron arriesgarse. Y, desde el 6 de junio de 2014, tienen un canal que no para de crecer en la plataforma de videos. "Por día se suman 1.000 suscriptores", asegura Mathías.

Los tres jóvenes son universitarios, estudian Negocios Internacionales, Marketing y Diseño Gráfico.

"¿Podemos filmar?", pregunta su manager (tienen manager) mientras Juan Pablo toma una cámara y, mirando al lente, relata que están dando una nota a El País. Los otros ríen y cuando se les va a tomar una foto, el manager le hace "cuernitos" al fotógrafo, lo que provoca más risas.

Luego, cuentan cómo trabajan. "Cuando es un video de muchos minutos, puede tomarnos cinco horas en tres días consecutivos", señala Mathías. Luego, editarlo (lo hace Federico), toma dos días más. "A veces pasa que la broma sale perfecta, pero la reacción no fue buena. Entonces, tenemos que grabarla otra vez", apunta Juan Pablo.

Publican un video cada cinco días y tienen un público muy variado. En su mayoría, los siguen jóvenes de 13 a 25 años, aunque los "sogas" (así se llaman entre ellos) dicen que los miran personas hasta de más de 50. El 60% es de Argentina, 30% de Uruguay y el resto de México, Estados Unidos, Chile, Colombia y España.

El efecto que han generado en el público los sorprende. Por ejemplo, el martes pasado convocaron a sus fans a un encuentro para "agradecer el apoyo y cariño". "Pensábamos que iban a ir menos de 100, pero fueron 500", cuenta Federico. Allí, les pidieron fotos y autógrafos pero la Policía y funcionarios de la Intendencia de Montevideo les exigieron que desalojaran el lugar o los llevaban presos.

Todavía no comprenden por qué generan tanta pasión. Mathías ensaya una respuesta: "Supongo que es por las sonrisas que les sacamos y por los problemas que se olvidan mirando videos de nosotros".

Al menos eso es lo que les dicen los suscriptores en los cientos de mensajes que mandan al día. Según Mathías, una persona les escribió agradeciéndoles porque se estaba "por cortar las venas" y los videos le levantaron el ánimo. "Nos escribió gracias por sacarme de eso. "Esas cosas son las que más nos motivan", concluye Juan Pablo.

Juntos se esfuerzan para que, en un futuro, puedan vivir solo de esto. Por ahora, se divierten con 122.000 personas.

Los "youtubers" son personas que deciden crear una sección (canal) en la plataforma de videos en Internet YouTube. Cualquiera puede crear un canal, subir sus videos y tener suscriptores. El grupo de los uruguayos tiene 122.000.

2 - Empleo.

Los tres jóvenes uruguayos son estudiantes universitarios. Aseguran que por ahora el estudio es su prioridad. A la producción y postproducción de videos le dedican, como máximo, cinco horas por jornada durante cinco días, según calcularon.

YouTube le da una insignia de verificación a ciertos canales de relevancia pública. Uno de los pocos canales uruguayos que la tienen es Dosogas. También les dio dinero que, por ahora, no tocan. “Queremos ahorrarlo para comprar nuevas cámaras o micrófonos”, cuenta Juan Pablo. En un futuro, de manera paralela a las bromas, pretenden armar una banda musical.

Tres jóvenes crearon Dosogas, un canal en el que muestran bromas callejeras;