MARÍA DE LOS ÁNGELES ORFILA

Una caravana de más de 40 automóviles clásicos sorprendió a locales y turistas en Punta del Este en ocasión de la celebración de la primera edición de 100 Millas del Este, un spin-off de 1000 Millas Sport, el mayor evento en Latinoamérica en su tipo y cuya última carrera tuvo lugar en San Martín de Los Andes y Junín de Los Andes, en Argentina.

“Son eventos muy divertidos. La gente se la pasa bien y se dan buenos momentos entre amigos”, dijo a El País Fernando Briones, presidente del Club Automóviles Sport de Argentina.

En esta oportunidad, varias joyas automovilísticas cumplieron con un recorrido que se inició en Las Cárcavas y culminó en Amélie Ocean Residences. “No había requisito de época; fue libre para todo auto deportivo. Por eso hubo de todo: Porsche, Ferrari, BMW, Jaguar, autos realmente importantes y muchos pertenecen a personas que están de vacaciones y los llevan para disfrutar del verano”, contó Briones.

Participaron más de 40 vehículos y unas 60 personas entre pilotos y copilotos. Por mencionar algunos de los modelos, se vio desfilar por las calles de Punta del Este un HRG 1100 de 1950; un Corvette de 1957; un Ford Mustang Fastback de 1967; un Mercedes-Benz 360 SL de 1972; y un Fiat Spider de 1981, entre otros. También hubo superautos más recientes como una Ferrari 355 Spyder, un Porsche 911 Turbo o un Mini Cooper Convertible y otros.

Pilotos y copilotos, integrantes del Club Automóviles Sport y de Montevideo Classic Cars Club y Sport Car Club Uruguayo y entusiastas de los autos deportivos, comenzaron el recorrido con un almuerzo de camarería en Las Cárcavas, a 15 minutos al este de José Ignacio; luego tomaron la ruta 10, atravesaron Manantiales y La Barra hasta la Playa Brava y se dirigieron a Pueblo Garzón donde hicieron una parada en la galería Walden Naturae y culminaron la travesía esteña en Amélie Ocean Residences, un nuevo proyecto urbano donde se encuentrala casa que perteneció a Amalita Fortabat, conocida como la mansión Aldebarán, en el barrio El Golf de Punta del Este. Una vez que se cruzó la línea de meta, los corredores festejaron en un exclusivo cóctel a la caída del sol.

Cada verano se da de forma espontánea lo que se conoce como “temporada de superautos”, la congregación de este tipo de vehículos en algún rincón de Punta del Este y José Ignacio.

Sus propietarios suelen frecuentar los mismos paradores como Bagatelle Beach (La Barra) y La Susana, donde los curiosos se acercan a tomar fotos para vivir una experiencia de lujo por lo menos por unos segundos.