SALUD
Foro organizado por el diario El País reunió a expertos en oncología que dismitificaron al cáncer y hablaron sobre los avances en tratamientos dirigidos
Seis letras. Son las que conforman la palabra que históricamente ha sido vista como sinónimo de dolor, sufrimiento y de un destino irrebatible. Cáncer, en el imaginario popular, es igual a muerte. No obstante, los oncólogos –que hasta hace unos años trataban de evitar pronunciarla ante sus pacientes y sus familiares– exhortan ahora a no tenerle miedo porque se puede escapar de ese destino.
“El cáncer ya no es sinónimo ni de muerte ni de sufrimiento. La sobrevida ha crecido muchísimo, hay múltiples opciones terapéuticas y estrategias para paliar los síntomas. Hay que desterrar el mito de que el paciente oncológico tiene que sufrir”, dijo Luis Ubillos, presidente de la Sociedad de Oncología Médica y Pediátrica del Uruguay (SOMPU) y subdirector del Instituto Nacional del Cáncer (INCA) en el foro gratuito Nueva Visión del Cáncer, organizado por el El País, Laboratorio Cibeles (distribuidor de MSD) y Farmanuario, con el apoyo de SOMPU, Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer, CEFA, Alianza de Pacientes, Fundación Livestrong y Ste. Comunicaciones, al que se conectaron más de 620 personas a la transmisión en vivo.
Existen más de 200 tipos de cáncer y las estadísticas actuales señalan que no todos los tumores resultan letales. Cada vez hay más posibilidades de enfrentar la enfermedad gracias a los avances científicos, en particular, en tratamientos dirigidos que tienen como blanco a las células cancerosas sin afectar a las células normales. En muchos casos, incluso, se puede hablar de curación.
Al cáncer se le atribuyen, al menos, 8,2 millones de fallecimientos al año. En Uruguay, es la segunda causa de muerte: ocho mil casos por año.
Pero gracias a programas de detección precoz, investigación y desarrollo de la medicina personalizada, algunos tipos de cáncer han mejorado su tasa de supervivencia y de curación. Por ejemplo, la tasa de supervivencia a cinco años en cáncer de mama alcanzó el 85%; al tiempo que la tasa de curación para el cáncer de testículo es del 95%, según cifras que aportaron Isabel Alonso, coordinadora técnica de Oncología Médica del Centro Hospitalario Pereira Rossell, y Robinson Rodríguez, director del INCA y presidente de la CHLCC.
Sí, los especialistas hablaron de curación. Así lo apuntó Ubillos: “Si se detecta sin metástasis, se puede curar. Muchos pacientes no vuelven a recaer y se reconocen como curados, pero es fundamental el diagnóstico oportuno”. Este es esencial para los casos de cáncer de mama, de cuello de útero o de piel.
Uno de los objetivos actuales de la oncología es lograr la cronicidad. Es decir, lejos de volverse un pronóstico terminal, el paciente realiza tratamientos de largo aliento mientras tiene una vida lo más normal posible. Por ahora, esto es posible para algunos tumores. “Muchas veces escuchamos el discurso del ‘caso perdido’. No hacemos tratamientos para entretener a las personas. Estamos convencidos de que vamos a controlar los síntomas y a mejorar la calidad de vida. Si lo hacemos es porque los impactos superan los riesgos”, añadió.
Cuidados durante la pandemia por COVID-19.
“Nuestros pacientes han sido una población de riesgo para la pandemia por coronavirus pero han continuado con los tratamientos”, dijo Raúl Gabús, director del Servicio de Hematología y Trasplante Hematopoyético del Hospital Maciel. En este sentido, el médico resaltó que se cumplieron con los protocolos diseñados para continuar con los tratamientos oncológicos a pesar de la emergencia sanitaria. “Algunas de las medidas de protección ya son las que toman los pacientes inmunodeprimidos”, apuntó.
El único cambio que se observó fue una caída en la realización de mamografías en los primeros meses que ya fue recuperada.
Raúl Gabús, director del Servicio de Hematología y Trasplante Hematopoyético del Hospital Maciel, mencionó que uno de los desafíos es lograr una comunicación permanente entre pacientes y médicos para brindarle información veraz y,“reforzarlo anímicamente”.
Y, por su parte, Daniela Hirschfeld, responsable de comunicaciones del Instituto Pasteur de Montevideo, señaló que esta tarea también le compete a la prensa: la divulgación de las “buenas noticias” respecto a las tasas de sobrevida y curación y tratamientos disponibles.
Tratamientos revolucionarios.
Los médicos que disertaron en el foro Nueva Visión del Cáncer coincidieron en el carácter “revolucionario” de la inmunoterapia. Se trata de una terapia biológica que estimula las defensas naturales del cuerpo a fin de combatir el cáncer y utiliza medicamentos para mejorar o restaurar la función del sistema inmunitario. Esto la vuelve una opción menos agresiva que la quimioterapia o radioterapia. Aunque todavía tiene indicaciones específicas, la inmunoterapia ha mostrado “resultados históricos” para el cáncer de pulmón y riñón y melanomas, entre otros.
Sobre este concepto y sus ventajas, Alonso se refirió a que hoy se cuenta con un “arsenal terapéutico” contra determinadas proteínas identificadas en ciertos tipos de cáncer.
“Hace años tratábamos el tumor según el órgano de origen pero hoy se conocen perfiles moleculares y se cuenta con drogas que antes no hubiésemos pensado”, comentó.
Por ejemplo, el cáncer de mama HER2-positivo es un tipo de cáncer que da un resultado positivo para una proteína llamada receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (HER2) que fomenta el crecimiento de las células cancerosas. Hoy se cuenta con tratamientos dirigidos al HER2.
“En el futuro, conocer el perfil genómico va a ser más accesible para la población. Y con más investigación se conocerá más el cáncer. El paciente es único al igual que su enfermedad”, añadió.
Robinson Rodríguez, por su parte, hizo esta proyección para los próximos 10 años: “Uruguay va a seguir avanzando en el control del cáncer. Habrá más tratamientos y se curarán más pacientes pero hay que seguir insistiendo en algunos de los hábitos como el tabaquismo”. El cáncer de pulmón, por ejemplo, figura como tercera causa de muerte en mujeres y se estima que, si no se realizan más esfuerzos en prevención y/o cesación, superará al cáncer de mama antes de 2030.
Con todo, Agustín Menéndez, coordinador ejecutivo de la Alianza de Pacientes, dio un mensaje que no puede perderse de vista: “Los oncológicos no son pacientes tristes ni depresivos. Casi todos están abrazando la vida más que nunca”.
Investigación clínica: un círculo virtuoso.
“La investigación clínica es la mejor forma de avanzar (en el tratamiento del cáncer). (Pensar lo contrario) es un mito y se tiene que corregir”, afirmó Carlos Barrios, médico del Centro de Pesquisa en Oncologia del Hospital São Lucas, de Porto Alegre, en el foro Nueva Visión del Cáncer organizado por el diario El País, Cibeles y Farmanuario. Y, en este sentido, sostuvo que Uruguay tiene el potencial para convertirse en centro de estudios internacionales, al tiempo que necesita que se fomente la investigación propia.
Ambas cuestiones, a su juicio, “deben convertirse en cuestiones de estado”.
Ser un centro para una investigación clínica internacional tiene varias ventajas. Una de ellas es el acceso de pacientes a terapias novedosas y desarrolladas de manera rigurosa, bajo criterios auditables y éticos, pero a bajo costo.
La inmunoterapia es todavía un tratamiento oneroso: alrededor de US$ 100.000 durante un año para un paciente.
Además, la participación en estudios clínicos supone ingresos económicos para el país y contactos profesionales con centros médicos de primer nivel.
“En 10 años, el cáncer va a ser la primera causa de muerte y lo tenemos que enfrentar”, dijo Barrios al referirse a la necesidad de promover la investigación clínica para desarrollar fármacos para terapias dirigidas y facilitar el acceso a la población local a los mismos. “Muchas veces el mejor tratamiento (para un tumor específico) no está disponible en un país y la investigación clínica ofrece una solución a este problema”, señaló en su exposición.