FUNDAPPAS

Ese mediodía del último viernes de septiembre hubo una mezcla de sentimientos en todos los que trabajan en la Fundación de Apoyo y Promoción del Perro de Asistencia (Fundappas), que funciona desde 2006 en Montevideo. Es que Igor, uno de los perros que allí nació y se formó para ser guía, partió rumbo a España junto a personal de la Fundación Once Perro Guía de ese país.

El orgullo y alegría por parte de quienes integran la fundación y conocen a Igor desde cachorro es muy grande, pero también quedó ese sentimiento que dejan las despedidas, que sean de la manera que sean, no dejan de ser justamente eso: una despedida.

Igor es un labrador marrón y perro guía que tiene dos años. Fue socializado por personal del CEDEL (Centro de Desarrollo Local de Carrasco) y por la aspirante instructora de Fundappas Vanessa. Bajo la supervisión de la instructora jefe Shelby Zimmerman e instruido por la aspirante instructora Ximena, ahora comenzará una nueva labor acompañando a un usuario español.

Ximena dijo a El País que está orgullosa por todo el trabajo que hicieron junto a Igor y por todo el camino que recorrieron los últimos dos años. Al mismo tiempo, reconoció que ya lo extraña y que lo seguirá extrañando, pues esta vez es diferente a cuando otros perros dejan la escuela para irse con un usuario pero permanecen en Uruguay bajo un seguimiento.

Más allá de que la despedida fue difícil, de cualquier manera, la satisfacción de todos en Fundappas es enorme: “Logramos el objetivo al que queríamos llegar, que era que Igor fuera un excelente perro guía. Y, además, el plus de la oportunidad de que pueda ir a España a trabajar”, sostuvo Ximena.

La delegación de la Fundación Once Perro Guía había llegado a Uruguay a fines de septiembre. En España, ellos trabajan con el propósito de mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad visual.

Esta visita fue considerada por las dos fundaciones como el puntapié para consolidar el vínculo entre ambas y para futuras realizaciones conjuntas.

VIAJE. Acompañado por personal de la institución de España, Igor “se portó como un campeón” durante las 12 horas de vuelo, contó Ximena. El perro viajó junto a Leia, una labradora también nacida y criada en la escuela uruguaya que es parte de un intercambio de futuras reproductoras entre las dos instituciones.

En una publicación que Ximena realizó en su cuenta de Facebook unos días después de que Igor se fuera de Uruguay, le dedicó una sentida despedida: “Sos un campeón. Sí, te extraño. Sí, voy a entrar en la escuela y va a faltar algo, pero sé que vas a ser un gran perro guía y estoy muy orgullosa de ti… Lo logramos, Igor, llegamos a nuestro cometido, un camino de aprendizaje para los dos donde hoy cada uno sigue su camino”, escribió la instructora de Igor, el labrador que por estos días está en España a punto de conocer su nuevo hogar y un nuevo compañero de vida.

En Uruguay, cada perro que se entrega a un usuario supone un costo de U$S 14.000 y Fundappas los hace en forma gratuita, para lo que depende de donaciones de organizaciones públicas, privadas y particulares que donan dinero, insumos o tiempo como voluntarios, para mantener el proyecto en funcionamiento cada año.

Desde que comenzaron en 2006 hasta la fecha han entregado más de 25 perros guías y 12 perros a familias de niños con TEA. Por su parte, la Fundación ONCE del Perro Guía de España lleva 30 años trabajando en el tema y ya ha entregado más de 3.200 perros a las personas ciegas o con discapacidad visual grave para mejorar su autonomía, desplazamientos y seguridad.

Ambas instituciones coinciden en que en un entorno cada vez más complejo, la necesidad de moverse con independencia y seguridad lleva a las personas ciegas a apostar cada vez más por una solución ágil y fiable, como lo es el perro guía.