"Abuelas influencers" son furor en las redes sociales y visibilizan una nueva madurez

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abuelas influencers

APLAUSOS

Tienen más de 70 años y atraen los internautas con su contenido auténtico. Para algunos especialistas, son un ejemplo y ayudan a repensar el lugar de las personas maduras en la sociedad.

Sonia Bonetti (84), Gilda (80) y Helena (93) integran un grupo que sacude la modorra ainternet. Las abuelas, como se denominan, son parte de "Avós da Razão", un juego de palabras con los vocablos "avó" (abuela) y "a voz" (la voz) en portugués (en español se traduce como "abuelas de la razón").

Su perfil de Instagram tiene más de 193 mil seguidores, además de los 86 mil inscritos en un canal de Youtube dónde proponen colocar tratar temas como el etarismo y probar que la edad no es un impedimento para disfrutar la vida. 

Para Sonia, estar en internet es "salir del armario, sacar el moho, no quedarse atrás". Ella y sus amigas, durante más de 50 años se reunieron para debatir "filosofía de bar" hoy a través de las redes permiten que cualquier persona se sume a escuchar sus historias, tips y reflexiones sobre la vida, juventud y vejez

"Los ancianos estamos viviendo mucho más y precisamos encontrar un camino para esa vejez, para no sentirnos aislados de la sociedad. De los 65 a los 90, son muchos los años en que una persona necesita rellenar de alguna manera", dice Sonia.

Para especialistas, ese tipo de actividad sólo trae beneficios a los más grandes. La geriatra Maísa Kairalla, especialista de la Universidad de San Pablo, considera que las redes sociales pueden crear un mundo nuevo para ellos.

"Hay varios aspectos positivos. Lo que sucedió con el cerebro de muchos ancianos mientras duró la pandemia es preocupante, con muchos prejuicios cognitivos. Por eso, hoy tenemos que ser más inteligentes y usar la tecnología a favor. El cerebro tiene capacidad plástica, todo lo que lo estimula, lo mejora. Y, haciendo estos videos, la persona estimula el cerebro, refuerza el vinculo social con el que graba, sea un nieto, un hijo o un amigo, con sus seguidores  y, además, se siente útil. Es una nuevo motivo para vivir", afirma la médica.

Bonetti está de acuerdo con que, especialmente en la pandemia, la persona mayor que no logró lidiar con la tecnología, quedó muy aislada. Por eso, afirma,  buscó capacitarse en ese período. 

"El anciano parece que tiene vergüenza de ser viejo. Entonces piensa 'eso no es más para mí, a mi edad no aprendo'. Es una forma de acomodarse y  que hace con que el viejo quede a margen. Por eso, cuando una persona nos dice que nosotras cambiamos su manera de pensar, que le ayudamos a tener nuevos intereses, eso es lo más lindo, es lo principal" comenta.

Disminuir el ocio, crear nuevas relaciones, interactuar y mantenerse activo son también formas de combatir la depresión en la vejez que, según  Kairalla, afecta hasta  un 13% de la población en esa franja etaria.

Nalva Nobrega, de 94 años, toca el piano desde la infancia y ahora sube videos en Instagram tocando boleros y músicas antiguas. En algunas ocasiones especiales, hace vivos con la ayuda de su hija. Para ella, compartir su música es una forma de mantenerse activa.

"Es una expansión de arte y de sentimiento. Eso alimenta y me dan más ganas de vivir. Los comentarios agradan mi espíritu, y no por vanidad, sino por el animo que me dan" afirma.

Contra el etarismo

Si la participación activa en las redes le hace bien a las abuelas influencers, también tiene potencial para hacerle lo mismo a la sociedad. Primero, combatiendo el prejuicio contra los más grandes, como explica la antropóloga y docente de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, Mirian Goldenberg.

"La vejez puede ser, y es, un momento de conquistas, de alegrías, de descubiertas, de humor. Las personas miran a la vejez sólo por un lado, el e la perdida, la falta y la enfermedad. Esas influencers demuestran que no es solo eso, hay también muchas otras cosas. No importa si ganan dinero, si tienen 500 o tres millones de seguidores, esas personas salieron de la invisibilidad y de la falta de escucha" resalta.

Para Goldenberg, estos videos son también una oportunidad para abrirle los ojos a los más jóvenes, para que vean también a quienes están a su lado: los ancianos de sus propias familias, vecinos o amigos.

"Quizás estas influenciadoras logren hacer con que las personas vean y escuchen quienes están en sus casas, al contrario de dar ordenes, de sacar la autonomía o de olvidarlos. Ellas demuestran lo que saben hacer y como pueden ser útiles, como la que sabe cocinar o la que toca piano lindamente. El secreto es transformar eso en una práctica adentro de nuestras casas. Que los ancianos se sientan escuchados, reconocidos, respetados y no abandonados", sentencia.

Autenticidad

Las abuelas encantan porque traen algo no tan común en las redes sociales, siempre tan llena de mujeres con cuerpos perfectos de biquini o haciendo danzas en TikTok: la autenticidad. Como menciona Goldenberg, ellas crean espacios en que no existe la frecuente “angustia de la comparación y del fracaso” para quienes asisten.

Así como cuentan de sus alegrías y talentos, también relatan sus dolores y dificultades, y no temen por las expresiones que usan. Cualquier obstáculo de la vejez, no las impide enfrentar a las pantallas.

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