¿Sos workaholic? Diez señales para estar atento y no ser un adicto al trabajo

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CARRERA

La adicción al trabajo existe y es uno de los problemas que más afectan la salud mental y física de las personas; puede causar ansiedad, depresión e incluso problemas cardiovasculares.

El entorno laboral influye en la productividad de las personas y en cómose relacionan con sutrabajo. No en vano, cada vez más empresas invierten parte de su capital en hacer que sus empleados se sientan a gusto en sus labores diarios.

Según informó un artículo del portal especializado Empleo, un individuo que tiene problemas en su trabajo, puede desarrollar cuadros de depresión o ansiedad. Y aunque parezca extraño, la adicción al trabajo existe y es uno de los asuntos que más afectan la salud mental y física de las personas.

Trabajar más horas del tiempo establecido puede desencadenar afecciones graves y es clave identificar señales de alerta para saber si se requiere de ayuda psicológica.

Generalmente, la sobrecarga laboral no se asocia como algo negativo, ya que las personas adictas al trabajo piensan que, cuánto más tiempo pasen trabajando, más productivas serán, aunque en realidad están afectando gravemente su estabilidad emocional.

¿Cómo saber si sos adicto al trabajo?

El cuidado de la salud mental en el ámbito laboral es clave. Momentu e Infojobs, advierten sobre algunas señales de alerta que pueden determinar si sos adicto al trabajo, o como se le denomina comúnmente, si sos un workaholic.

Siempre estás conectado

Estás disponible las 24 horas del día para responder llamadas o mensajes de trabajo. Siempre tenés tu celular cerca con buena conexión a internet: pensás que en cualquier momento pueden contactarte. 

Pensás que nadie hará el trabajo igual que vos

No confiás en la labor de los demás y no te sentís cómodo encargándole tareas a tus compañeros. Sentís que debés ocuparte de todo para que todo se realice correctamente.

Le restás importancia a la vida social

Un adicto al trabajo evade las salidas con su familia, pareja o amigos, ya que su prioridad es estar en la oficina o en su casa, lugares donde puede trabajar. Siente que estas actividades le restan tiempo de productividad.

Llevás tus responsabilidades laborales a todas partes

Incluso cuando estás con tu pareja o amigos, el único tema de conversación es el trabajo. No prestás atención a lo que le dicen los demás por estar concentrado produciendo. Puede que las personas más cercanas sean muy pacientes con vos, pero eso no significa que no te estés comportando equivocadamente.

Sos egocéntrico

Una persona adicta al trabajo suele pensar es la salvación a las dificultades de la compañía y el fracaso lo asocia con la falta de dedicación y disciplina de los demás. Su desempeño es el único que cuenta y si emplea a menudo frases como: “Si no fuera por mí, esto no habría salido bien”, es muy probable se trate de un workaholic.

Trabajás más tiempo del necesario

Sos el primero en llegar a la oficina y el último en irte; sentís que estás siendo más activo que tus compañeros. Un adicto al trabajo puede trabajar hasta 12 horas e igual siente que debería hacer más.

No tenés amigos en el trabajo

No te interesa mucho relacionarte con tus compañeros de la oficina. No los ves como amigos, incluso podés considerarlos como tu competencia.

Te genera culpa descansar

Cuando un adicto al trabajo pasa su tiempo de ocio mirando películas o simplemente descansando, siente ansiedad y preocupación porque no está siendo productivo. Su prioridad es el trabajo y, casi siempre, tiene una excusa para no disfrutar tomarse un receso.

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El estrés, un efecto colateral de la pandemia.

No dormís ni comés bien

El adicto al trabajo le resta importancia a su alimentación y sueño. Procura comer algo rápido para llegar temprano al trabajo o suele llevarse su desayuno al escritorio para no perder tiempo de productividad. Además, se levanta muy temprano y se acuesta tarde por estar laborando.

No sabés decir “no”

No podés establecer límites con tu jefe ni tus compañeros. Cuando te asignan trabajos nuevos, no podés rechazarlos y siempre aceptás encargarte de todo, aunque no tengas tiempo para ello, ya que te preocupa demasiado que piensen que no sos capaz de asumir responsabilidades laborales.

Posibles soluciones

Si te sentiste identificado con las señales que fueron mencionadas anteriormente, es muy probable que seas adicto al trabajo. Estás a tiempo de hacer un alto en tu vida, asumir que tenés un problema y trabajar para mejorarlo.

Alejandra Osorio, directora de Training and Consulting de Adecco, una compañía de recursos humanos, brindó algunas recomendaciones en el medio peruano Andina, para cambiar hábitos que pueden contribuir a evitar volverse adicto al trabajo.

La directora sugiere desconectarse y tomar en serio su tiempo libre. Cuando estés en una salida con tu familia o amigos, procurá dejar el celular a un lado y disfrutá, ya después habrá otro momento para seguir laborando.

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Foto: Shutterstock

Organizá tus prioridades del día a día. Si es necesario, anotálas en tu agenda y, cuando hayas cumplido con todo, tendrás toda la libertad y tranquilidad de irte a descansar. 

Osorio también recomienda realizar alguna actividad de ocio y/o practicar un deporte, con el fin de que puedas encontrar un momento en el que tu mente esté despejada fuera de la oficina. Incluso, tomar unas vacaciones no te vendría nada mal. Según la directora, irse de viaje y desconectarse por completo un par de días puede ayudarte a tener una relación mucho más sana con el trabajo.

Si ya adoptaste todos estos hábitos y sentís que aún no podés despegarte del trabajo, no descartes la idea de acudir con un profesional. Un psicólogo te puede ayudar a trabajar este problema.

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