CON LOS HIJOS
En una nueva columna, la doula y educadora perinatal Marha Scanu destaca la importancia de la nutrición afectiva para la salud integral del recién nacido
Siguiendo en la misma línea de la columna anterior, hoy vamos a hablar de la salud integral del bebé tanto en el embarazo como en sus primeros meses de vida.
Durante la gestación el cuerpo de la mujer proporciona todo lo que el o la bebé necesita. Alimento, descanso, abrigo, higiene, están satisfechos antes de ser una necesidad.
El cuerpo prioriza la salud fetal antes que la materna. Entonces podríamos pensar que no se necesita hacer nada más.
Sin embargo, además de lo físico, el bebé necesita de la llamada “nutrición afectiva”. Es así que para mantener la salud integral del bebé en el embarazo es necesario acariciar la panza, hablarle, cantarle, llamarle por su nombre, entre otros.
Cuando nace el bebé, quien cumple el rol de cuidador/a principal debe cubrir sus necesidades. Estas son tanto físicas como de contacto y sostén. Exactamente las mismas que antes.
En resumen, para que un/a bebé goce de salud deberá ser alimentado, asegurar su descanso, higiene y una adecuada temperatura (ya que no la regula por si mismo) y debe ser amado y cuidado.
Si, así es, como una necesidad básica más (que si no está cubierta repercute en la salud igual o más que las otras).
Habrá distintas opiniones al respecto de las formas de crianza, cada familia elegirá dentro de sus posibilidades la mejor manera de cubrir las necesidades, habrá distintas realidades y diferentes decisiones…pero lo que necesita un/a bebé siempre será lo mismo: cuidados físicos y amor. Ni más, ni menos.
Lic. en Comunicación, Educadora en primera infancia, Doula, Educadora perinatal
Podés seguirla en Instagram como @losciclosdemarha