BIENESTAR
Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, en este marco te proponemos eliminar algunos mitos y hacer foco exclusivamente en la madre y el bebé.
Sobre la lactancia materna hay mucha informacióny distintas opiniones que pueden ser de gran ayuda y sostén para la mujer, pero también pueden entorpecer el proceso. En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna daremos luz a los mitos más comunes.
“Amamantar duele mucho”.
Si bien algunas mujeres pueden experimentar ciertas molestias al amamantar, si las mamas están sanas no debería existir dolor. El dolor al amamantar suele tener que ver con un mal acople boca-pecho. Luego de que se corrige la técnica el dolor disminuye y si el pezón se lastimó se sanará.
“Para aumentar la producción de leche es bueno comer más avena, tomar malta, etc.” (hay varios alimentos en esta lista).
La producción de leche materna depende solamente del estímulo del bebé al tomar, es decir que a mayor succión habrá más producción.
“La toma tiene que durar 15 minutos en un pecho y 15 minutos en el otro, y ser cada x cantidad de horas”.
La lactancia materna debe ser a libre demanda del bebé, sin pensar en la duración ni en horarios.
“Mi leche no alimenta a mi bebé”.
Hay dos signos que nos dicen que el bebé esta tomando suficiente leche y son que esta aumentando de peso y que orina de 6 a 8 veces al día. Las causas más comunes por las cuales un bebé no recibe suficiente alimento pueden ser corregidas; estas son: una mala técnica o un mal manejo de la lactancia (tomas poco frecuentes, horario y/o duración impuestos para amamantar, entre otros).
“La leche materna no alimenta después del año del bebé”.
La leche materna se adapta a las necesidades del lactante a medida que va creciendo, por lo cual es un alimento adecuado. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna mínimo hasta los dos años (a partir de los 6 meses en conjunto con la alimentación complementaria).