BIENESTAR
Procrastinar puede ser un circulo vicioso de excusas para posponer eso que necesitás hacer o terminar. Frases como “mañana lo hago” o “en un rato termino" acompañan ese hábito prejudicial.
Todos en algún momento nos hemos engañado con frases como “mañana lo hago” o “en un rato” y hemos caído en la procrastinación. El círculo vicioso de seguir posponiendo cosas solo te generará más conflictos, tanto con los demás como contigo misma.
Pero estás a tiempo para darte una nueva oportunidad de empezar con el pie derecho. Andrea Bonilla, psicóloga y especialista en Terapia de Aceptación y Compromiso explica qué podés hacer para dejar de procrastinar de una vez por todas.
Recordá por qué lo haces
Ir en piloto automático es lo peor que puedes hacer si tenés tendencia a procrastinar. Aunque pueda parecer repetitivo, recordar constantemente por qué tenés que cumplir con cierta actividad te ayuda a mantenerte enfocada (o) sin desviarte del camino.
“Piensa en qué te beneficia, el valor que tiene para ti, por qué haces lo que haces. Profundiza en cada una de tus actividades para que el esfuerzo que vayas a hacer tenga sentido para ti y no porque otras personas te lo digan, para que para ti tenga lógica”, recomienda la especialista.
La motivación también la encontrás en el camino
No siempre tendrás ganas de hacer cosas, pero eso no debe limitarte de hacerlas. De acuerdo a la psicóloga, no siempre se sigue en orden ‘motivación-acción’, sino también al revés: empezar a hacer cosas sin cuestionarse mucho (e incluso sin ganas), pero en el camino desarrollar la motivación necesaria para terminarlas de forma eficiente.
Organizá tu tiempo y tus pendientes
Administrar adecuadamente el tiempo facilita la realización de tareas o pendientes. De acuerdo a la especialista, una buena herramienta es la técnica Pomodoro, que consiste en concentrar tu atención en una actividad por 25 minutos, distraerte por 5 y repetir esta mecánica por el tiempo que necesites para cumplir con tu objetivo.
Además, podés elevar la efectividad utilizando calendarios o listas de pendientes. Estos te ayudarán a ver de forma clara y simple tus tareas y evitarán que te compliques pensando demasiado en ellas.
No seas tan autoexigente
No sos perfecta (o) y no tenés por qué sentirte mal por eso. Si bien el ideal es cumplir con todas tus actividades en la fecha planeada, no siempre resulta así en la vida real. Está bien si a veces no terminás un pendiente a la hora, lo importante es intentarlo y enfocarte en el avance que has logrado. De acuerdo a la psicóloga, ser compasiva contigo misma es importante para sobrellevar el estrés de la presión sin rendirte.
Descubre qué funciona para ti
Si bien existen técnicas que facilitan la acción, no hay una fórmula mágica universal que garantice que efectivamente vas a cumplir tu objetivo. Por eso, la mejor forma de lograr sobreponerte ante la procrastinación es encontrar lo que a ti te funciona y aplicarlo en tu vida diaria.
Si lo tuyo es escribir y tener las cosas a la vista, un planner será tu mejor aliado; si te gusta tener el control, un temporizador. De acuerdo a la psicóloga, no importa si el método escapa de lo convencional, lo importante es saber que se adecúa a ti y tu estilo de aprendizaje.