REALEZA
Las florerías de Londres nunca tuvieron tanta demanda como estos días, las preferidas de la monarca —muguete y lirios blancos— figuran entre las elegidas.
En el funeral de la Reina Isabel, vimos desde el día uno, un mar de flores. Tal es la cantidad, que los especialistas en realeza comparan —y presumen que superará— a los homenajes que tuvieron lugar tras la trágica muerte de Lady Di.
Los medios británicos advierten que es difícil abrirse paso en el mercado de flores de Columbia Road, en el centro de Londres. Después del deceso de la Reina Isabel, algunas variedades, por ejemplo las hortensias en colores pastel, se agotaron.
El presidente de la Unión de exportadores de plantas decorativas de Anatolia, Turquía, prometió enviar un refuerzo de claveles para paliar la escasez de flores en Londres: “Enviaremos aproximadamente un millón y medio de ramas de clavel a Inglaterra por encima de la exportación normal”, confirmó Ismail Yilmaz.
La gente suele comprar flores que resisten la intemperie y la falta de agua, como rosas, crisantemos y claveles, pero también hubo una sobredemanda de las flores preferidas de la reina: muguete y lirios blancos, según un comunicado de la Asociación Británica de Floristas (BFA, por sus siglas en inglés).
Lady Di, el triste el precedente
Según la prensa anglosajona, 60 millones de flores se depositaron en homenaje a Diana tras el trágico accidente que terminó con su vida en 1997. El colorido y perfumado océano floral que se mantuvo durante 10 días.
Esta vez, las autoridades trasladan las ofrendas a medida que se depositan, por lo que la marea de flores, velas, dibujos y otros objetos parece menos impresionante.
Los profesionales auguran, no obstante, que las ventas para el funeral de la reina podrían superar las que se registraron tras la muerte de Diana.
¿Qué hacen con las flores muertas?
La pregunta que surgió en los últimos días a partir de la extraordinaria cantidad de flores que forman parte de los homenajes a la Reina Isabel es qué sucederá una vez que las flores cumplan su ciclo de vida e, inevitablemente, se marchiten.
En la Casa Real nada queda librado al azar y mucho menos en un momento histórico como el que se está viviendo.
Por lo tanto los jardineros reales ya tienen previsto el destino final de las toneladas de flores y, según se informó oficialmente, se compostarán en los jardines de la residencia de la reina.