REALEZA
La madre de los príncipes George, Charlotte y Louis vive un duro momento tras enterarse de una sensible pérdida.
La duquesa de Cambridge, Kate Middleton, recibió una triste noticia: murió a los 74 años Christine Hill, la obstetra que la ayudó a preparar el nacimiento del príncipe George.
Según consignó en su sitio web la edición británica de la revista Elle, el príncipe William y la duquesa pasaron un buen tiempo con Hill antes de la llegada de su primogénito, el 22 de julio de 2013. El mismo medio informó que Middleton y su esposo visitaron ocasionalmente la casa de la médica, ubicada en el oeste de Londres, para recibir consejos y orientación.
Un vocero de la familia de la obstetra le dijo al Daily Mail: “La vamos a extrañar mucho. Su comportamiento enérgico, divertido y directo le hizo ganar muchos amigos”. Hill había hablado con la prensa del gran cariño que sentía por Middleton. En diálogo con Telegraph, dijo que la mujer de 40 años era “encantadora” y aseguró también que era auténtica. “Lo que ves es lo que hay”, sostuvo. Y agregó que el duque y la duquesa conforman “un equipo muy fuerte” como pareja.
Tal como recuerda la revista Elle, Middleton atravesó embarazos difíciles. Dio a luz a los príncipes George (2013), Charlotte (2015) y Louis de Cambridge (2018), pero como rememoró en el podcast Happy Mum, Happy Baby, de Giovanna Fletcher, tuvo experiencias “aterradoras” en los respectivos pospartos.
En concreto, sufrió una grave enfermedad con sus tres hijos, llamada hiperémesis gravídica. “Fue totalmente horrible”, aseguró y comentó que no podía siquiera comer lo que debía. “Sin embargo, mi cuerpo seguía siendo capaz de tomar todo lo bueno y hacer crecer una nueva vida, lo cual me parece fascinante”, reflexionó.
También comentó la impotencia con la que vivía su marido, el príncipe William, esa etapa a su lado. “Sentía que no podía hacer mucho para ayudar y es duro ver que estás sufriendo sin poder hacer nada al respecto”, había agregado. Y comparó sus embarazos con el trabajo de parto: “Como había sido tan malo durante el embarazo, realmente me gustaba el trabajo de parto”, reveló. “Porque en realidad era un acontecimiento que sabía que iba a tener un final. Pero sé que algunas personas tienen momentos muy, muy difíciles, así que no es para todo el mundo. Ningún embarazo es igual, ningún parto es igual”, aclaró.
La semana pasada, Kate Middleton se llevó todas las miradas con su presencia en la final femenina de Wimbledon, donde fue la encargada de entregar el trofeo a la ganadora, Elena Rybakina. La duquesa de Cambridge deslumbró a todos al vestir un diseño de la firma Roksanda en color amarillo que cuesta 1300 euros.
Se trata de un vestido realizado en crepé y seda, con un lazo en la zona del cuello, y otro en la cintura, y con una falda con un importante vuelo que cae naturalmente por encima de los tobillos. Desde la página web de la firma, se puede saber que se trata de un modelo sin mangas, el cual habría sido modificado para que la duquesa lo luzca al tiempo que pueda cumplir con los protocolos de vestimenta de la realeza.