SABOR EXPRESS
Lorena Balerio, la nutricionista de Eme, propone estar atentos a este problema del que se habla poco pero va en aumento y aparece en edades cada vez más tempranas
En Uruguay cada 26 de agosto se conmemora el Día Nacional de Lucha contra los Trastornos Alimentarios (TCA), una fecha para visibilizar y generar conciencia sobre unproblema que se habla poco pero va en aumento y aparece en edades cada vez más tempranas. Se suelen asociar con las mujeres pero hoy por hoy los TCA van en aumento en varones.
Adolescentes y jóvenes, que ante la vulnerabilidad sobre su imagen corporal, caen en obsesiones respecto a sus cuerpos y la alimentación, se suman los ideales de cuerpos hegemónicos que muestran en gran parte las redes sociales.
Los invito a parar un poco y ver como la cultura del envase, el ideal de belleza asociado a cuerpos irreales y ultradelgados, dietas restrictivas e imágenes photoshopeadas en las redes, talles cada vez más chicos, están enfermando.
Para quienes tienen un TCA, como familiares y profesionales que los asisten, es una lucha diaria que provoca mucho dolor y sufrimiento tanto a quien lo padece como para su entorno. Todos los días a toda hora estamos expuestos a alimentos, en el caso de los trastornos alimenticios se trata de enfermedades mentales donde el vínculo con la comida esta alterado.
Los factores que predisponen a tener un TCA son varios. Por un lado una estructura cerebral que lo permita. Este problema que se hace visible en la relación con la comida que puede esconder, entre otras cuestiones una combinación de elementos psicológicos (influencias familiares, conflictos psíquicos) y sociales (influencias de sus pares y expectativas sociales, pérdidas importantes, violencia, maltrato, abuso, bullying, entre tantas otras problemáticas.
Los trastornos más conocidos son anorexia y bulimia, pero existen otros.
La anorexia. No comer, rechazo a los alimentos, carbohidratos y grasas; miedo obsesivo a aumentar de peso y distorsión de la imagen corporal (se ven "gordos" a pesar de estar muy delgados)
La bulimia. Episodios de consumo voraz de alimentos, seguidos de sentimientos de culpa, que terminan en vómitos "compensatorios" para eliminar lo que se comió de más y/o uso de laxantes y diuréticos.
El "Sindrome por atracón"
La pregorexia, mujeres embarazadas con fobia a engordar.
La Ortorexia. Obsesión por comer de manera saludable con una preocupación patológica por evitar transgénicos, sustancias artificiales, pesticidas o herbicidas.
La vigorexia. Un trastorno dismórfico muscular, personas que necesitan estar todo el tiempo en el gimnasio y que su autoestima pasa por cuanta masa muscular posee. No se trata de alguien que hace ejercicio como cualquier ser humano de manera saludable ya es una obsesión y condiciona la vida (debo ir al gimnasio si o si, estar todo el día ahí).
Estos dos últimos son difíciles de tratar porque al ser basados en un hábito saludable (comer sano y ejercicio) cuesta más reconocer la limitante que causa en el diario vivir.
Señales de alerta
Si notamos una extrema preocupación por la comida en exceso, las calorías y detalles de los alimentos, si se empiezan a excluir alimentos es una señal, así como eliminar ciertos grupos por ejemplo las pastas, las harinas, luego otros y también los comentarios sobre el cuerpo de connotación negativa.
Si desaparecen alimentos de casa, si come porciones abundantes y va al baño después de comer, cambios en el humor o si pasan mucho tiempo en el gimnasio, la pérdida de mucho peso, o gana mucho peso en poco tiempo.
Las redes sociales y las dietas restrictivas
Las redes son un bombardeo de información confusa que genera trastornos. Los adolescentes tienden a compararse con las personas de las redes, con sus filtros y poses, siguen a influencers que recomiendan productos de canje sin fundamento científico o venden dietas, productos mágicos, se copia la dieta que hace la otra persona creyendo que va a llegar al mismo cuerpo.
Eso genera frustración y puede desencadenar en un trastorno alimentario, claro que no todo el mundo pero si puede ser un disparador porque se tratan de enfermedades multicausales.
Las dietas restrictivas que sacan grupos de alimentos, calorías y reprimen el placer que genera comer, tampoco ayudan. Dejar de comer cosas que me gustan y reprimo puede también desencadenar atracones. Hay que pensar que comemos porque gusta, es placentero. En una dieta eso está anulado, que si la estructura cerebral y los factores de la persona lo permiten desencadenaría un TCA.
No olvidemos a las personas que siempre están a dieta, “Los dietantes crónicos”, que podríamos verlo también como un trastorno de la conducta alimentaria porque es un problema con la alimentación y el vínculo con ella.
El efecto rebote de estar a dieta pasa por todos los circuitos: hambre, saciedad, siempre el cuerpo termina pidiendo aquello que le restringís. Tras el efecto rebote y los atracones, se empieza una dieta nueva y cuanto más dieta, más cuesta bajar de peso porque se genera ese “modo ahorro” como no me das comida yo no gasto.
Si sospecho de un TCA
En adolescentes y menores lo ideal es hablar con los padres el entorno familiar es básico hay familias que no se dan cuenta y ayudan, pero otros que potencian, familias complicadas.
¡Evitar los comentarios corporales!
Esto me gustaría aconsejárselos a todos ya sea alguien que sospechemos este cursando un TCA, como a las personas que vemos a diario. Evitar hacer comentarios sobre el cuerpo del otro comentarios como “estás más flaco”, “estás más gordo”, "¡Que linda que estás como adelgazaste!”.
Es preferible preguntar si le pasa algo “no te veo bien”, “te puedo ayudar, queres hablar?”. Nosotros vemos la cáscara de las personas no lo que le está pasando.
En casa sacarle el foco a hablar de calorías y dietas, ya desde niños aunque no parezca ellos van escuchando todo lo que decís, como te referís a vos, a él, ella y al de al lado, no debemos de olvidar eso nunca.
Tenemos que hablar más sobre los TCA, a veces se hace conocido el caso de una famosa que padeció un trastorno, y al día siguiente hablamos de cómo llegar al verano y una dieta nueva, así el mensaje queda poco claro y contradictorio.
Que no dé vergüenza hablar del tema y pedir ayuda. Hablemos más de lo importante que es estar bien con nuestra mente, no olvidemos que la cabeza maneja nuestro cuerpo.