BIENESTAR
Una investigación de la Universidad de Harvard, que contó con la participación de 20 meditadores experimentados, comparó su cerebro con 15 personas que nunca habían meditado.
El término meditación se utiliza para describir diversas disciplinas cuyo principal objetivo es reducir los niveles de estrés y modificar las emociones de quienes las practican. Hoy en día, la meditación se utiliza como una terapia complementaria para mejorar, en general, la salud y la sensación de bienestar.
Existen numerosos estudios que indican los beneficios de la meditación en el organismo y sobre todo en la salud mental. Así, por ejemplo, si la persona ha sufrido una depresión, un tratamiento denominado terapia cognitiva basada en la conciencia plena podría ayudar a mejorar algunos síntomas. Como este, existen muchos casos similares.
Los avances en la tecnología médica han permitido a los científicos medir los efectos de la meditación sobre la neuroplasticidad, lo que quiere decir que los hábitos, patrones y comportamientos que vivenciamos e incorporamos a nuestras vidas pueden cambiar y adaptarse dependiendo del contexto y las circunstancias. Cuanto más meditamos, más neuroplástico es nuestro cerebro.
Investigadores de Harvard realizaron un estudio que contó con la participación de 20 meditadores experimentados y se comparó su cerebro con 15 personas que no habían meditado en su vida. Todos los participantes eran adultos y provenían de una amplia gama de profesiones, excepto cuatro de ellos, que eran maestros del yoga.
Los resultados evidenciaron que las personas que meditaban un promedio de 40 minutos al día mostraban un aumento del grosor de la materia gris, en comparación con los no meditadores. Cabe destacar que aquellos que llevaban años meditando también evidenciaban un mayor cambio en la estructura de su cerebro.
Lo cierto es que si una persona se encuentra bien de salud, no existe razón alguna por la que no pueda practicar la meditación. Sin embargo, su médico de cabecera le advertirá sobre ciertos tipos de meditación que no podrá practicar en caso de que encuentre dificultad a la hora de realizar actividades de bajo rendimiento físico. Algunas técnicas, como la meditación de conciencia plena, utilizan yoga como parte de la práctica.