SALUD
Las personas suelen tener entre 10 a 40 lunares, que se desarrollan principalmente en la niñez; aunque coloquialmente se les dice 'lunares rojos', son en realidad malformaciones benignas.
La Sociedad Española de Medicina Interna explica que los lunaresrojos o 'Nevus Cherry' son en realidad angiomas, es decir, "unas malformaciones benignas de los vasos sanguíneos".
Estos suelen aparecer en el cuello, la espalda y el pecho, pero también pueden registrarse en cualquier parte del cuerpo como en las axilas e incluso en el cuero cabelludo.
Aunque su color rojo intenso pueda llegar a alarmar, son "un tipo frecuente de crecimiento en la piel [...] que en raros casos, se vuelven cancerosos", según explica 'Mayo Clinic'.
Sin embargo, siempre hay que estar alerta a que no presenten alguna malformación, como bordes irregulares, o que surjan de forma rápida y masiva.
Estos lunares "aparecen como pequeños puntos marrones oscuros y los causan los grupos de células que producen la pigmentación (melanocitos)", describe 'Mayo Clinic'.
Causas más comunes
En primer lugar, son más propensas a desarrollarlos las personas con piel clara.
Sin embargo, una de las razones frecuentes por las que se generan este tipo de lunares es por la constante exposición directa al sol, según Viamed "la exposición al sol con protección inadecuada o sin protegerte, será relevante, ya que aumenta la elastosis cutánea y se acelera el fotenvejecimiento de nuestra piel".
Lo que nos lleva al segundo punto. Según una investigación realizada por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, la causa primordial que detona la aparición de estos angiomas es el "propio envejecimiento cutáneo".
El tercer punto, según Viamed, se debe "al exceso de toxinas", lo que se puede detectar por una aparición masiva "de forma repentina". Sin embargo, de ser este el caso, se debe acudir de inmediato al médico para realizarse una valoración y descartar cualquier situación de peligro.
Un cuarto factor influyente en la aparición de estos lunares rojos es "el estrés o la exposición a determinados productos químicos, como ciclosporina, bromuros, gas mostaza o 2-butoxietanol", como determinaron en una investigación realizada por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.
Y finalmente, estos angiomas pueden aparecer durante el embarazo, sin embargo a diferencia de las otras etapas de la vida, en este estado es muy probable que desaparezcan debido a los cambios hormonales.