TIPS

El ajo es un ingrediente fundamental en la preparación de muchos alimentos y no puede faltar en la dieta.

De uso milenario en la cocina, su aroma al cocinarse abre el apetito de cualquier persona. Es rico en caldos, salsas, pescados y mariscos, marinados, estofados y carnes rojas.

Sin embargo, dos de sus inconvenientes son el olor que deja en las manos al picarlo y el trabajo que da pelarlo. Por eso, para que no tardes mucho tiempo en esa segunda tarea, hoy te acercamos soluciones.

Con ayuda de dos bowls podés quitar la cáscara de una cabeza de ajo en menos de un minuto. Lo primero que tenés que hacer es desgajar la cabeza. Cuando tengas los dientes separados, los depositás en un bowl y lo tapás con otro. Agítá los bowls de arriba hacia abajo de manera rápida y con fuerza durante 40 segundos. Retirá la cáscara y los ajos estarán prácticamente pelados.

Este truco también ayuda cuando estás apurado. Poné un diente de ajo sobre una tabla para picar y luego la hoja del cuchillo sobre el. Presiona levemente con tu mano hasta que escuches un leve tronido. Listo, con dos dedos retira la cáscara. 

Hay tubos de silicona de grado alimenticio que pueden sacarte del apuro. Son un gadget de cocina barato que podés encontrar en el supermercado o en internet. Colocá los dientes en su interior y frotá con tu mano el tubo de silicona. Estarán pelados en segundos. Si te gusta el diseño, hay unos en forma de ajo que te van a encantar.