REVELACIÓN
La vicecanciller compareció ante la bancada de Ciudadanos para presentar un documento con detalles sobre su participación en la expedición del pasaporte al delincuente.
La vicecanciller Carolina Ache presentó esta mañana ante la bancada bicameral del sector Ciudadanos del Partido Colorado un informe de nueve carillas con los detalles sobre la intervención que tuvo en el polémico episodio por el cual el gobierno le dio un pasaporte uruguayo al narcotraficante Sebastián Marset en noviembre de 2021, cuando este se encontraba detenido en Dubái por portar documentación paraguaya falsa.
Allí, la número dos del Ministerio de Relaciones Exteriores reconoció que no avisó al canciller Francisco Bustillo cuando recibió un mensaje de WhatsApp del subsecretario del Interior —Guillermo Maciel— el 3 de noviembre del año pasado, en el que le preguntaba si Marset continuaba detenido en Emiratos Árabes Unidos, y le advertía que se trataba de un “narco uruguayo muy peligroso y pesado” y que si quedaba en libertad sería algo “terrible”.
Marset sería liberado por las autoridades emiratíes semanas después, entre otros argumentos porque logró tramitar con éxito el pasaporte uruguayo, proceso que al momento de darse la comunicación entre Ache y Maciel ya se encontraba en marcha.
“Es cierto que en ese momento no le hice saber al canciller Bustillo de las referidas comunicaciones al subsecretario Maciel”, dijo Ache a los legisladores de Ciudadanos, de acuerdo al documento que leyó en la reunión que tuvo lugar esta mañana, y tras lo cual esta bancada colorada decidió analizar la información antes de tomar una determinación sobre si mantiene o no el respaldo político a la jerarca.
¿Por qué no avisó a Bustillo de inmediato que su par de Interior hacía esta advertencia sobre Marset, que estaba a pocos días de obtener el documento uruguayo? Porque entre otras cosas el mensaje de Maciel consistía en “consultas informales, que en ese momento no parecían tener relevancia alguna para Cancillería”, señala el documento redactado por Ache, al que accedió El País.
“El tomar posibles acciones ante la peligrosidad de un ciudadano no está dentro de las competencias del Ministerio de Relaciones Exteriores y no se me hizo una solicitud formal, ni siquiera informal, de hacerlo. Es evidente —agregó la vicecanciller— que si realmente se pretendían acciones concretas por parte de Cancillería, una solicitud de esa magnitud debía haber sido realizada por los canales formales”.
Ache pidió entonces a sus correligionarios que se pusieran en su “lugar”. “El número dos (2) del Ministerio del Interior, repartición a cargo de la Seguridad Pública, en el marco de una solicitud informal, me realiza ese comentario. Por lo que era más que evidente que esa información ya la manejaban quienes eventualmente estaban en condiciones de actuar. Es inimaginable que un comentario a través de un mensaje informal de WhatsApp puesto al margen de una consulta puntual, se lo pretenda convertir en el requerimiento de un accionar concreto de mi parte”.
De todos modos, Ache dejó en claro que “al momento de la interpelación del 22 de agosto de 2022, casi diez (10) meses después de ese intercambio de mensajes vía WhatsApp, ya todos los jerarcas tenían pleno conocimiento de la totalidad de las comunicaciones y su contenido”, y que eso queda confirmado en la medida en que “durante el transcurso de la interpelación se hizo expresa mención a las mismas”.
Lo que no sabía
Ache también puntualizó que al momento de recibir el mensaje del subsecretario del Interior ella “desconocía que se estuviera tramitando el pasaporte a Marset”, y que aunque estuviera en conocimiento de ello nada hubiera cambiado. “Aunque lo hubiera sabido —afirmó—, no estaba dentro de mis competencias la posibilidad de incidir en el proceso”. Y luego declaró algo que ya manifestó en entrevista con El País este martes: “El único responsable de la emisión o denegatoria de los pasaportes es el Ministerio del Interior”.