El FA lo vive como algo propio
La vicepresidenta Topolansky dice que “es casi un retorno a lo dictatorial”.
El terremoto que supuso la excelente votación del candidato presidencial de extrema derecha Jair Bolsonaro en la primera vuelta de las elecciones de Brasil, generó consternación en el oficialismo uruguayo en tanto la oposición, si bien en parte también lo cuestiona, atribuye el enorme respaldo que obtuvo a la corrupción del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), de la destituida exmandataria Dilma Rousseff y de su encarcelado antecesor, "Lula" da Silva. La oposición también criticó que el canciller Rodolfo Nin Novoa manifestara pocos días antes de la elección brasileña que esperaba que las encuestas se equivocaran y que no ganase Bolsonaro.
"Una desgracia".
La más tajante fue la vicepresidenta Lucía Topolansky que consideró que fue "una desgracia" la votación de Bolsonaro, y que el resultado "es casi un retorno a lo dictatorial".
"Es preocupante el avance. Tendría que movilizarse el 20% de las personas que se abstuvieron, que son 30 millones de votos. Brasil es muy importante para todo el continente. Es una desgracia, casi, el resultado. No puedo decir ahora (si hubo un "voto castigo"). Tengo que analizar los resultados, hay que pensar un poco porque puede haber mil razones, mil factores", sostuvo. De todos modos Topolansky dijo a El País que "es difícil (para Fernando Haddad, candidato del PT) remontar la diferencia". Al profundizar en sus comentarios, indicó que "todas las situaciones son diferentes, cada país con su lógica". "Hay una tendencia conservadora en la región, pero esto (que sucedió en Brasil) es casi un retorno a lo dictatorial", se lamentó.
De todas maneras, no se afilia a la tesis de que la eventual victoria de Bolsonaro pueda afectar las relaciones comerciales de Brasil con Uruguay. "En toda la historia del mundo, una cosa son las relaciones comerciales y otra es que nos aflija la suerte de un pueblo", analizó la vicepresidenta.
En el Frente Amplio, fervoroso defensor de Rousseff y Lula, hubo pronunciamientos duros contra Bolsonaro. El Comité Ejecutivo Nacional del Partido Socialista emitió un comunicado en el que llamó a Bolsonaro "homofóbico, misógino y racista" y lo acusó de tener un "programa fascista". "Brasil —sumido en crisis política, económica y social, con 13 millones de personas desempleadas y con la pobreza y la mortalidad infantil en aumento— ha transitado el camino hacia las elecciones sin un debate adecuado y dividido por el odio, en una campaña que se ha caracterizado por el uso y abuso de redes sociales y medios electrónicos para difundir noticias falsas sobre las candidaturas que representaron el progresismo", agregó.
El presidente Tabaré Váz-quez ordenó a su equipo mantener cautela y no inmiscuirse en los asuntos internos de Brasil. De todas formas, la ministra de Turismo, Liliam Kechichian se salió del libreto y escribió en Twitter: " Tremendo Brasil!!!. Me duele!!! Lo que sucede cuando la política deja de ser limpia y transparente y cuando la ética se mancha. Viene lo peor disfrazado de antisistema. Ahora 3 semanas para defender la democracia y la libertad".
Palos al PT.
Para el senador colorado José Amorín "la crisis económica y moral de corrupción en Brasil ha pegado muy fuerte al PT, el partido de Lula y Dilma Rousseff". Opinó que el resultado de la votación "es una reacción a la economía, a la inseguridad y a la corrupción".
Por su lado, el senador nacionalista Álvaro Delgado lamentó las declaraciones del canciller Rodolfo Nin Novoa del pasado fin de semana en cuanto a que esperaba que las encuestas que le daban ventaja a Bolsonaro se equivocaran. "Si Bolsonaro es el presidente de Brasil, es nuestro vecino y vamos a tener que negociar con él. (Lo que dijo Nin) es censurable. Fue crítico y despectivo. Si Bolsonaro llega a ser presidente, el canciller va a tener que ir a la asunción (de mando) y quizás el presidente también tenga que ir porque es un país del Mercosur y el segundo mercado de todos los productos que exporta Uruguay, y el segundo generador de turismo", sostuvo el senador blanco. El resultado es producto "del descrédito general", opinó.
Los resultados de la primera vuelta brasileña fueron analizados ayer informalmente en el Directorio blanco pero se optó por no hacer una declaración. El diputado Pablo Abdala dijo a El País que "el PT y su corrupción son los causantes de la fragilidad de la política brasileña". "Por su culpa, los ciudadanos votaron contra el sistema", sentenció.
El senador del Partido Independiente Pablo Mieres calificó a Bolsonaro como "un autoritario, una figura antidemocrática con tintes fascistas, una persona que no cree en el camino electoral", y dijo que la disyuntiva en que ha quedado Brasil "es muy mala", porque "del otro lado hay un PT corrupto que defiende la corrupción y no ha hecho autocrítica". Mieres sostuvo que una eventual victoria de Bolsonaro no afectará las relaciones comerciales uruguayas con Brasil.
"Innecesario" juicio de Nin Novoa sobre Bolsonaro
El consultor Marcos Soto vio "innecesario" que el canciller Rodolfo Nin Novoa dijese que esperaba que Bolsonaro no sea electo presidente de Brasil. Opinó: "Hay momentos históricos en que las palabras sobran. Desde la cancillería se debe velar por la defensa de los valores democráticos en cualquier país, máxime un país socio y querido como es Brasil. Punto. Consideraciones políticas sobre la elección del soberano desde posiciones de gobierno son innecesarias".
El Mercosur claramente no es prioridad en la agenda de Jair Bolsonaro, de quien se espera una política de apertura en lo comercial al resto del mundo. Tampoco para Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores. Ignacio Bartesaghi, decano de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica, dijo a El País respecto a Bolsonaro que "es cierto que algunos de sus asesores son liberales, pero eso no es garantía de que no aplique alguna medida proteccionista". "De hecho, comentó que lo haría con China, lo que adelanta que el bloque (el Mercosur) seguirá lejos de acercarse de forma conjunta a la potencia asiática. Mostró interés en avanzar con Estados Unidos, Corea del Sur y habla poco de Argentina. Esto preocupa mucho al país vecino", agregó. "Quizás esta realidad termine de convencer a Uruguay respecto a la importancia de contar con una estrategia alternativa que potencie su inserción internacional de forma individual, más allá del Mercosur. Uruguay debe ser cauto, no reaccionar ni posicionarse contra Bolsonaro. Se trata de un gran error seguir ese camino. Debemos ser pragmáticos y evitar cualquier tensión con nuestro segundo socio comercial y un aliado natural. Eso no implica naturalmente que debamos estar de acuerdo con la polémica agenda social de Bolsonaro, sino que se trata de asumir la realidad y plantear estrategias para poder dialogar", comentó.
El consultor Marcos Soto entiende que "sea quien resulte ganador de la presidencia va a tener que lidiar con un parlamento fragmentado y tejer alianzas". "Indudablemente en ese proceso es posible que vayan perdiendo tonicidad algunas propuestas más polémicas", agregó. Soto recordó que Bolsonaro en sus bases programáticas "no menciona ni una sola vez al Mercosur y, por omisión, entiendo que claramente no está en su idea abrirse camino en el mundo de forma conjunta con el resto de sus socios", sostuvo.