CORONAVIRUS

Después de casi seis meses con predominancia de la variante ómicron, Uruguay detectó la presencia de dos nuevas variantes: BA.4 y BA.5.

Se trata de lo que los científicos califican como “sublinajes” de la propia ómicron y a nivel mundial la presencia de estas nuevas formas del virus repercute en el aumento de los contagios de covid-19.

Según el último informe que el Instituto Pasteur envió al Ministerio de Salud Pública (MSP), y al que accedió El País, tanto BA.4 como BA.5 fueron detectadas por primera vez en muestras de pacientes que dieron positivo en mayo.

Si bien la cantidad de muestras que analizaron los científicos del Pasteur aún no son significativas, entre mayo y junio se observó un aumento de su circulación. En mayo se secuenció un total de 15 muestras de BA.4 y solamente una de BA.5. Mientras que en junio estas cifras aumentaron a 27 y nuevamente una, respectivamente.

Si se analiza su presencia por departamento, BA.4 se registró en Canelones, Colonia, Florida, Maldonado, Montevideo, Río Negro, Rocha, Salto, Soriano y Tacuarembó. En el caso del sublinaje BA.5 este solamente se encontró en Montevideo y Canelones.

La lógica de las variantes de covid-19 en Uruguay se explica a partir del desplazamiento de una por otra de acuerdo a cuán transmisible sean.

En febrero de 2021, por ejemplo, ingresó la p.1 a Uruguay y demoró menos de dos meses en volverse dominante. De hecho, generó la primera gran ola de contagios.

Luego, en julio del mismo año se detectó por primera vez la variante Delta, que para octubre representaba el 100% de los casos de covid. Sin embargo, no generó una ola como sí sucedió en otras partes del mundo.

En diciembre de 2021 se detectó presencia de ómicron, cuyo nombre técnico es BA.1. Se trató de una variante totalmente diferente a cualquiera de sus antecesoras con una mayor potencia de contagio y que generó una segunda ola de casos durante el verano.

A partir de las diferencias genómicas que los científicos observaron en ómicron los expertos resolvieron calificar a las nuevas variantes como “sublinajes” de esta. La razón es que se le asemejan en su forma y en las características clínicas que provocan en los pacientes.

Así fue como en febrero de este año el Instituto Pasteur detectó la variante BA.2, que actualmente es la dominante en Uruguay. Sin embargo, según el último informe enviado al MSP, viene reduciendo su presencia. En mayo BA.2 fue la variante en el 75% de los casos de covid, pero para junio ese porcentaje descendió al 57,5% ante el aumento de BA.4 y BA.5.

“Sabemos que estas dos nuevas formas de ómicron son más transmisibles que BA.2 y, al igual que las anteriores, son capaces de reinfectar a quienes ya dieron positivo por cepas anteriores”, indicó al respecto el virólogo Santiago Mirazo. Para el experto es “esperable” que sigan apareciendo formas de ómicron como las que se detectaron ahora, pero “lo fundamental” está en que la protección de las vacunas “impide que el aumento de casos se refleje en la cantidad de hospitalizaciones y muertes”. “Habrá casos, pero ya no es un problema de Salud Pública serio como lo fue durante el año pasado”, dijo.

A pesar de que BA.4 y BA.5 se detectaron hace dos meses, el último reporte semanal con datos sobre el covid-19 mostró un descenso en los contagios. Para Mirazo esto se explica porque “las formas de ómicron son muy similares entre sí” y “demoran en desplazarse una con otra”. Además, el virólogo explicó que existe “un subreporte en los datos” ya que “no hay un testeo masivo como sucedió durante el año pasado”. “Hay que entender que los datos no son comparables”, dijo.