ALERTA METEOROLÓGICA
La trayectoria del fenómeno es atípica y “lo peor” sería al mediodía de hoy, afirma Inumet.
Uruguay amaneció hoy con alerta meteorológica. Una alerta por vientos “muy fuertes” -que en la costa este superarían los 100 kilómetros por hora y causarían olas de hasta seis metros- y cuyo color de intensidad el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) irá actualizando porque “lo peor” se espera para después del mediodía y cedería hacia mañana miércoles.
Los distintos modelos predictivos que usan los meteorólogos eran coincidentes desde el pasado viernes: en el océano Atlántico se formó un ciclón, cuyo centro estaba hasta la noche de ayer en dirección sureste de Uruguay, y que avanzaba de manera atípica. Porque en vez de trasladarse del oeste hacia el este (al sureste para ser más exactos), como es frecuente con los ciclones extratropicales que azotan esta zona del planeta (con énfasis en invierno), este ciclón se mueve hacia el oeste.
Eso llevó a que el Sistema Nacional de Emergencias iniciara su protocolo, que en Maldonado y Rocha (donde se espera los vientos sean más intensos) se dispusiera de al menos 200 plazas para evacuados en cada departamento, que UTE pusiera a todas sus cuadrillas en alerta por la caída de cables. Y que el ministro de Defensa se comunicase con los comandantes y que se active el plan de contingencia, que el Mides aumentase la búsqueda de personas en situación de calle para que no pernocten a la intemperie, y que se suspendiesen las clases presenciales en los centros educativos de Rocha y Maldonado.
A diferencia de lo que ocurre con un tornado o una granizada, cuya formación a veces sucede muy rápido y cuya extensión a veces es de unos escasos metros, los ciclones son sistemas que duran algunos días y se extienden por miles de kilómetros (el que impacta en Uruguay ahora tiene más de 2.000 kilómetros). Eso permite conocer con cierta precisión el grado de afectación y su trayectoria.
Porque el ciclón es un sistema atmosférico en que el viento circula de manera similar a un espiral y en cuyo centro se da una muy baja presión. En el caso del hemisferio sur esa rotación es como las agujas del reloj (en el hemisferio norte es al revés). Esos vientos, de varias decenas de kilómetros por hora, se alimentan de lo que sucede en la altura de la atmósfera (a unos diez kilómetros de altura). A esa altura vuela un avión de pasajeros transatlántico.
Uruguay está en una zona de ciclogénesis, cuenta la licenciada en Ciencias de la Atmósfera Natalia Gil, quien se graduó con una tesis en la que estudió la actividad ciclónica en el sureste de América del sur. Eso hace que sea frecuente la formación de ciclones extratropicales que causan los clásicos temporales fuertes que son más típicos en el invierno.
Tan típico que, según estudió Gil, entre los años 1995 y 2014 hubo en la zona un promedio de 13 ciclones por año en los meses de junio a setiembre. Incluye, por ejemplo, al temporal del 23 y 24 de agosto de 2005 en que murieron diez personas.
En cualquiera de esos 20 años nunca hubo menos de cinco ciclones y jamás se superaron los 24 por temporada invernal. Pero Gil descubrió que, por razones que todavía no están del todo claras, cada año aumentaba en 0,4 la cantidad de estos eventos meteorológicos.
El ciclón que ahora afecta a Uruguay es un poco diferente. “En este caso atípico se mueve hacia el oeste porque en altura existen condiciones diferentes a las usuales que hacen que el sistema de baja presión se mueva hacia el oeste y se quede en la región”, explica a El País Marcelo Barreiro, profesor titular de Ciencias de la Atmósfera. “Eso permite que el ciclón ‘sienta’ las aguas cálidas de la corriente de Brasil y haga su transición a un ciclón subtropical”.
El agua más cálida libera más energía de la que se nutre el ciclón y eso podría darle mayor intensidad. En el caso más extremo, como sucede en las aguas más cálidas del Caribe, esa energía es tal que el viento eleva su velocidad y se convierte en huracán.
Uruguay no es zona de huracanes. Pero sí está sobre una de las aguas que más se están calentando (unos dos grados en las últimas décadas), por lo cual puede que algunos ciclones extratropicales vayan a virar hacia subtropicales.
El impacto
Este ciclón puede ocasionar anegaciones (inundaciones) costeras, caída de árboles y de columnas del tendido eléctrico, voladuras de techos livianos, fuerte oleaje y marejada (avance del océano sobre localidades costeras), así como también afectaciones en embarcaciones, entre otras, advirtió Sergio Rico, director del Sistema Nacional de Emergencias.
Ayer falleció un joven de 23 años que quedó atrapado en una vivienda sobre la que se cayó una palmera.
A las 06:30 horas de hoy se eleva el riesgo de alerta a naranja e Inumet irá monitoreando si se requiere el pasaje a color rojo para algunas zonas. Porque los vientos más fuertes se darán en la costa entre las 9:00 horas y las 20:30 horas, con énfasis al mediodía.
“Se prevé para la zona Centro, Sur y Noreste rachas entre 80-100 km/h, mientras que para el Este podrían oscilar entre los 100-130 km/h (principalmente en la costa) con olas entre cuatro y seis metros siendo superiores en el interior del océano, próximo al departamento de Rocha”, dijo Inumet.
Si la alerta llegase a color rojo, explicó Rico, la recomendación es que “nadie salga de sus casas” y que se evite estar cerca de puertas y ventanas que dan hacia el exterior de la vivienda (ver recuadro por otras recomendaciones)
Durante este período en que azota el ciclón se prevé un descenso de temperatura con sensaciones térmicas muy bajas (por efecto del viento), y acumulados de lluvias entre 40-70 mm en el Centro, Sur y Noreste. Para el este del país se esperan entre 50-100 mm (puntualmente superiores). En este sentido, la afectación a priori será más por viento que por lluvias.
De acuerdo con lo informado por el Inumet, los fuertes vientos se extenderán hasta el miércoles cuando se prevé que comiencen a mejorar las condiciones meteorológicas.
“El miércoles el ciclón estará en la costa de Brasil y comenzará a descender su intensidad”, explicaron desde el instituto.
No se pasa lista en las zonas en que haya clases
Se suspendieron las clases presenciales para hoy en todos los centros educativos, tanto públicos como privados, en los departamentos de Maldonado y Rocha debido al pronóstico de un ciclón. La decisión la tomó el Consejo Directivo Central (Codicen) en base a las recomendaciones del Sistema Nacional de Emergencia (Sinae) y a los informes brindados por el Instituto de Meteorología (Inumet), indica un comunicado.
Por otra parte, la comunicación oficial señala que “en las actuales circunstancias y para el resto del país, en el caso de que exista alerta de riesgo meteorológico de color anaranjado o amarillo, las actividades educativas continuarán desarrollándose, pero los subsistemas educativos no controlarán asistencia, quedando a criterio de los padres o responsables la concurrencia de los alumnos a los centros educativos”. Así lo establece la normativa vigente desde hace una década en la ANEP.
Recomendación por vientos
El Sistema Nacional de Emergencias recomienda estar informados. Ubicar a las mascotas en lugares protegidos y tener especial cuidado con las personas más vulnerables. Retirar los objetos que pueden ser arrastrados por el viento. Cerrar las puertas y ventanas que dan al exterior, alejarse de ellas y, en el peor de los casos, refugiarse en la habitación más cerrada. No cruzar la corriente de aire si debe salir. Alejarse de cables caídos y no intentar repararlos. Ante una emergencia, llamar al 911, mantener la calma e intentar brindarle al telefonista la mayor información posible.