El edificio está asegurado en dos millones de dólares y la reparación llevaría seis meses

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El edificio siniestrado en Villa Biarritz. Foto: Juan Manuel Ramos.

EXPLOSIÓN EN VILLA BIARRITZ

“No sabíamos el riesgo de colapso del edificio. En esos momentos te pasan dos cosas: una incertidumbre total y se saca fuerzas de donde sea”, dijo uno de los vecinos del edificio siniestrado.

Casi como si se fueran exilados a otros países, las familias propietarias del edificio siniestrado, se llevaron en valijas y bolsos las ropas y los objetos más preciosos y abandonaron los apartamentos. Los primeros en irse salieron del edificio con rostros cansados y serios en la mañana de ayer.

A partir de las cuatro de la tarde, otras familias también abandonaron sus apartamentos con escasas pertenencias. Apenas hablaban. Sabían que el periplo que se les viene no tiene un final a corto plazo: deberán pasar meses en un hotel mientras se reconstruye los pisos afectados por la explosión y se refuerzan estructuras como la medianera que da hacia el apartamento lindero.

Los propietarios de los apartamentos ya saben que estarán entre seis y ocho meses fuera de sus casas. A medida que mejora la seguridad estructural del edificio, podrán sacar ropas, zapatos y otros objetos.

Mucho peor es la situación de las tres personas que ayer seguían internadas en el Centro Nacional de Quemados (Cenaque). En el piso 3, donde se presume que se desarrolló la explosión, se encontraban una pareja de ancianos.

El hombre de 88 años fue internado con graves quemaduras en el Cenaque, mientras que una mujer de 79 años también iba a ser derivada a esa institución.

En el edificio contiguo, la explosión provocó un derrumbe de la medianera de unos 30 centímetros de grosor.

Un trozo de la pared cayó sobre una mujer de 79 años, que se encontraba internada en el Hospital Británico a la espera de una cirugía. Los tres heridos graves están estables, según supo El País.

En el siniestro, otras ocho personas resultaron con heridas leves y fueron dados de alta el mismo viernes.

Daños causados por la explosión de un edificio en Villa Biarritz. Foto: Leonardo Mainé.

Los seguros

En la tarde de ayer, hubo una reunión de propietarios del edificio siniestrado donde se analizó las causas del siniestro.

También trascendió en la reunión que la empresa aseguradora del edificio se comprometió a pagar los costos de apuntalamiento de los tres apartamentos más afectados por la explosión -en el cuarto piso la losa se combó hacia arriba por la magnitud del estruendo- y del tapiado de cada uno de los pisos, tareas que comenzaron a a primeras horas de la tarde de ayer. Daniel Viñas, propietario de un apartamento ubicado en el séptimo piso, se refirió al día después de la explosión.

-¿Cómo pasó la noche?

-Después del shock inicial, estamos todos bien, salvo los vecinos del tercer piso. Muchos vecinos están en estado de shock. Algunos estamos en un hotel cercano y prontos para ver cómo arrancamos la vida normal.

Viñas había salido de su apartamento unos minutos antes de las 9 de la mañana de este viernes. Bajó por el ascensor, subió a su auto y salió a la calle. Había circulado una cuadra cuando escuchó la explosión.

No sabía de qué se trataba hasta que sonó el teléfono y era su esposa. Ella estaba en estado de shock. Dentro del apartamento se encontraban la esposa de Viñas, su hijo y una empleada. Su suegra vive en el piso 10 del edificio. Viñas regresó y subió los siete pisos por la escalera lo más rápido que pudo.

Vio a otros vecinos y trató de ayudarlos para que salieran del edificio.

“No sabíamos el riesgo de colapso del edificio. En esos momentos te pasan dos cosas: una incertidumbre total y se saca fuerzas de donde sea”, dijo.

La información que recibieron los vecinos fue que una pérdida de gas generó la explosión. “Es seguro que fue una explosión de gas. La empleada llegó a casa a la hora 9 -el accidente fue 9:08. Y ella me dijo: “Siento olor a gas”. Nosotros nunca sentimos olor a gas”, expresó.

Viñas dijo que consideraba que “era un milagro” que no haya 14 o 15 personas fallecidas,

“Es un milagro que el edificio no se haya caído. Fue construido hace muchos años y tiene un tipo de edificación muy sólida. Y como tiene todo ventanales, el vidrio cedió. Si hubiera sido de material firme, la destrucción sería mayor”, dijo.

-¿Qué daño sufrió su apartamento?

-Vidrios, ventanas, las puertas y los marcos. Del apartamento quinto al 11 los daños fueron esos. Y estamos tapiando para evitar que la lluvia y el viento entren a los apartamentos. Las ventanas delanteras y traseras volaron.

-¿Quienes afrontaran los gastos de reparación?

-Por suerte hace unos 10 años contratamos un seguro de la empresa Sura que es suficiente para cubrir todo esto. También es importancia tener un buen seguro. La empresa Sura se portó espectacular. A la hora del siniestro ya estaba acá. Nos puso a disposición un hotel y atención psicológica para aquel que la necesitara.

-Un experto en daños edilicios nos mencionó que el costo de la reparación superaría el millón de dólares.

-Supongo que sí. Tenemos un seguro por dos millones de dólares.

Claves de un día cargado de tensión

Trabajos. Varias empresas contratadas por la administración del edificio y pagadas por la aseguradora comenzaron ayer a apuntalar los pisos y a tapiar los apartamentos para evitar el ingreso de la luvia. Los trabajos durarán unos 20 días.

Guardia. Los vecinos no pudieron pasar la noche allí, y el Ministerio del Interior dispuso una guardia de policías a pie y en patrulleros para que recorrieran la zona tras la preocupación expresada por los propietarios de que sus viviendas pudieran quedar en riesgo de ser robadas en la madrugada. En la noche no se produjeron incidentes.

Apuntalar. Desde la mañana de ayer continuaron los trabajos para apuntalar las estructuras con el propósito de evitar un derrumbe parcial. Estas tareas abarcaron a los apartamentos desde el segundo hasta el quinto piso del edificio siniestrado. También varias empresas se hicieron presentes para tomar medidas de ventanales para la reposición de vidrios.

Limpieza. Además de las tareas de limpieza de la calle Leyenda Patria y la plaza Villa Biarritz por cuadrillas de la IMM, cuatro carros de recolección rápida de residuos de la comuna se llevaron los vidrios rotos. En el lugar permaneció un vallado pequeño para que los vecinos pudieran sacar sus autos.

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