A la salida de un “Cara a cara” en el Cerro -como se denomina a los eventos que la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) realiza para explicar la reforma en distintos barrios y pueblos del país-, un grupo de manifestantes, pertenecientes a gremios estudiantiles y sindicatos, increparon al presidente del organismo, Robert Silva, y rechazaron la reforma. El suceso incluyó cierto forcejeo en la puerta del lugar en el que se realizó el evento, y al final de este le rompieron un vidrio a la camioneta en que se iba el jerarca.
Cuando Silva y el resto de los consejeros designados por el gobierno se retiraban del Centro Cultural Oeste 11, donde se hizo la charla, algunos manifestantes arrojaron piedras, insultaron y hasta rompieron el vidrio trasero de la camioneta.
La salida fue escoltada por una guardia privada, que antes había detenido a unas decenas de personas que quisieron entrar al lugar. Tras este suceso, el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana, Santiago González, que también estaba allí, se acercó a conversar con los manifestantes y acordaron que dos puedan entrar al sitio.
Luego, el jerarca explicó que previo al retiro de las autoridades había dialogado con referentes del sindicato de secundaria a nivel nacional y en Montevideo (Fenapes y ADES, respectivamente) para generar un “cordón” por donde pudieran pasar las autoridades. De todos modos, González advirtió que lo sucedido fue “un caso aislado, producto de un par de desubicados”.
Minutos antes del hecho, los manifestantes coreaban cantos de protesta, entre los que resaltaba: “Vinieron hasta el Cerro, a ver cómo se van”.Los sindicatos y gremios estudiantiles habían convocado a un paro parcial para aglomerarse alrededor del Centro Cultural Oeste 11. Tras lo sucedido, Silva dijo: “Esto es muy triste. Es el Uruguay que no queremos”.