HIPÓTESIS
Falleció hombre, de 88 años, luego de pasar varios días en el Centro Nacional de Quemados tras las quemaduras que sufrió por explosión.
Julio Letwin, de 88 años, falleció ayer luego de estar varios días en el Centro Nacional de Quemados (Cenaque) producto de las quemaduras que sufrió por la explosión que ocurrió en el edificio de Villa Biarritz el viernes pasado, informó el Ministerio del Interior.
Su esposa, de 79 años, sigue internada en el Cenaque y está estable. Además otra mujer de 78 años continúa en CTI del Hospital Británico luego de ser operada.
Por otro lado, un hombre de 73 años que también fue víctima de la explosión y estaba internado a causa de un ataque cardíaco, fue dado de alta. Uno de sus vecinos dijo a El País que el hombre tenía una situación cardíaca delicada y que sufrió un ataque por el estrés que le causó la explosión. Cuando fue dado de alta decidió irse al campo con su familia para estar tranquilo.
El viernes pasado sobre las 9 de la mañana se produjo un estallido en el piso tres del edificio ubicado en la calle Leyenda Patria del barrio Villa Biarritz generando destrozos en varios apartamentos y edificios aledaños.
Los más afectados fueron quienes habitaban el segundo y tercer piso. Por otra parte, los propietarios de los restantes, que resultaron ilesos, permanecen aún en hoteles a la espera de saber si podrán regresar a sus hogares luego de lo que determine Bomberos.
Se espera que la obra de reconstrucción lleve al menos seis meses de duración pero podría llegar a un año. Hasta ahora se han hecho trabajos para apuntalar la estructura y tapiar ventanas que eviten que el viento y la lluvia impliquen un deterioro mayor para el edificio.
Peritaje
El portavoz de Bomberos, Pablo Benítez, dijo a El País que los peritajes para dilucidar qué causó la explosión demandarán varios días de trabajo, dado que “hay muchas variables a tener en cuenta”.
Si bien se pudo determinar que efectivamente hubo una explosión de gas en ambiente que se concentró en el tercer piso, Bomberos aún investiga qué provocó la fuga, en dónde fue y cuál pudo ser el origen. Todavía no se ha confirmado que haya sido una chispa del ascensor la que provocó la explosión, remarcó Benítez.
“Por ahora se trabaja con la hipótesis que el escape y explosión fueron accidentales”, apuntó. Hasta el momento no pudieron interrogar a la pareja que vivían en el tercer piso -el fallecido de 88 años y su esposa de 79-para saber qué sucedió. El testimonio de la mujer será clave.
Los bomberos creen que la fuga fue por mala conexión o por un mal uso del gas, pero no una fisura de la cañería. Además sostienen que hubo una gran fuga de gas por la magnitud de la explosión.
Benítez también afirma que el peritaje “es algo delicado, con cálculos de ingeniería y arquitectura muy precisos, porque hay pisos que están en un gran riesgo de colapso”.
Bomberos recolecta testimonios de los residentes del edificio y estudia la escena del hecho, sobre todo las roturas en las paredes y en las cañerías de gas. También recrean todo lo que pasó en base a los daños. “Queda mucho por averiguar”, destacó Benítez.
La empresa Montevideo Gas, proveedores del edificio, asiste a Bomberos en el peritaje y realizan su propio informe.
Dos días después del suceso, las brigadas de trabajo continuaban removiendo escombros y reforzando las estructuras del edificio. Movimiento Tacurú también apoyó en la recolección de vidrios, pedazos de muebles y otros objetos desperdigados en la plaza frente al inmueble afectado.