CONMOCIÓN
Masacres en Texas y Ohio abren debate sobre armas y racismo a hispanos.
Los estadounidenses amanecieron conmocionados ayer después de que dos tiroteos masivos dejaran 29 muertos en Texas y Ohio y revivieran el debate sobre el acceso a las armas de fuego y la retórica incendiaria de Donald Trump.
Veinte personas fueron asesinadas el sábado cerca del mediodía en la sureña El Paso, una ciudad fronteriza predominantemente hispana. 26 resultaron heridas. Menos de 13 horas después, otras nueve personas fueron asesinadas en un tranquilo vecindario de Dayton, Ohio, al noreste del país. El décimo fallecido fue el atacante, abatido por la policía.
Las autoridades han anunciado que pedirán la pena de muerte contra el tirador de El Paso, un hombre blanco de 21 años, de nombre Patrick Crusius y con probables motivaciones racistas.
El caso está siendo tratado como "terrorismo doméstico", anunció la justicia federal.
En Ohio, el atacante fue identificado como Connor Betts, de 24 años. El joven se presentó fuertemente armado y abrió fuego en un club nocturno provocando la muerte de nueve personas, entre ellas su hermana Megan Betts, de 22 años. El tirador fue abatido por las fuerzas de seguridad al minuto de comenzar los disparos.
Por ahora, sin embargo, no se conoce el móvil del suceso.
Betts carecía de antecedentes penales y los cuerpos de seguridad han registrado su domicilio en la localidad de Bellbrook, apenas 25 kilómetros al sur de Dayton.
"Siempre estamos buscando qué es lo que podría haber motivado un acto tan horrendo como éste, estamos entrevistando a docenas de personas y revisando muchas evidencias electrónicas diferentes, para determinar eso. Aún no tenemos esa respuesta", explicó el subjefe de policía de Dayton, Matt Carper.
Las diez víctimas (incluido el atacante) tenían entre 22 y 57 años. Hubo además 27 heridos. El ataque comenzó sobre la 1:00 (hora local) en una popular zona de ocio en la localidad de 170.000 habitantes.
"Como alcaldesa, este es un día que todos tememos que ocurra. Y ciertamente lo que es más triste es que he recibido mensajes de ciudades de todo el país contando todo lo que hemos pasado", dijo Whaley visiblemente emocionada.
Debate
"Dios bendiga a los habitantes" de ambas ciudades, tuiteó el presidente Trump, sin responder a las críticas de varios demócratas que lo responsabilizan por el aumento de la violencia con armas de fuego.
"Hay que decir que el presidente en persona promueve el racismo y la supremacía blanca", aseguró, por ejemplo, Elizabeth Warren, candidata a las primarias demócratas.
Trump aseguró luego que "no hay lugar para el odio" en Estados Unidos y atribuyó los hechos violentos a "problemas mentales".
"Tenemos que hacer que se detenga. Esto ha estado ocurriendo durante años... y años en nuestro país", continuó Trump, en referencia a las matanzas que regularmente ocurren a Estados Unidos. "Ya hemos hecho mucho, pero quizás tengamos que hacer más".
"La supremacía blanca, como cualquier otra forma de terrorismo, es un flagelo que debe ser eliminado", tuiteó la propia hija del presidente, Ivanka Trump, antes de que su padre se refiriera a los tiroteos.
El magnate republicano se ha abstenido hasta ahora de usar ese término, atribuyendo la tragedia a un argumento frecuentemente esbozado en las filas republicanas.
"También hay un problema de enfermedad mental en ambos casos", dijo Trump. "Estas personas sufren de una enfermedad mental muy grave".
El presidente añadió que haría un anuncio este lunes por la mañana, sin dar más detalles.
En homenaje a las víctimas de ambas masacres, Trump ordenó que se izara la bandera estadounidense a media asta en la Casa Blanca y todos los edificios y espacios públicos durante cuatro días.
Armas
El Paso es vecina de la mexicana Ciudad Juárez y sus habitantes mantienen una intensa dinámica social y comercial, con ciudadanos de ambos lados yendo y viniendo.
Cuando el tirador abrió fuego el sábado indiscriminadamente contra las personas que estaban en el Walmart de El Paso, la tienda estaba llena de clientes en su mayoría hispanos. De las 20 víctimas mortales, seis son mexicanos.
El atacante, de nombre Patrick Crusius, se entregó a las autoridades una vez que estuvo rodeado. Tiene 21 años y previo al ataque habría escrito un manifiesta supremacista y racista de condena a una supuesta “invasión de hispanos”.
En ambos casos, los atacantes usaron rifles de asalto equipado con cargadores de alta capacidad. Connor Betts (de Ohio) portaba además municiones adicionales y llevaba un chaleco antibalas.
En Estados Unidos, donde la compra y el porte de armas no están regulados, ocurren con frecuencia tiroteos en escuelas, así como en lugares de culto, trabajo y entretenimiento.
Según los registros de la ONG Gun Violence, desde el 1 de enero, Estados Unidos ha sido escenario de 249 tiroteos masivos.
Como después de cada baño de sangre, varias voces se alzaron para pedir una mejor regulación del mercado de armas de fuego. "Ya es hora de actuar y poner fin a esta epidemia de violencia armada", tuiteó el segundo favorito de las primarias demócratas, Joe Biden.
Pero muchos republicanos han preferido centrarse en los presuntos problemas de salud mental de los tiradores.
Armas: 250 tiroteos “masivos” en el país en lo que va del año 2019
Los tiroteos masivos del fin de semana en Texas y Ohio elevan a 250 los casos en lo que va del año en Estados Unidos, según la estadística del Gun Violence Archive, un grupo de investigación sin fines de lucro que clasifica los incidentes de violencia armada en los Estados Unidos.
Aunque no hay un acuerdo sobre la definición de “tiroteo masivo”, este grupo los define como los que tienen cuatro o más víctimas, mortales o no.
Hasta ahora, los tiroteos más letales del año habían sido el 1° de junio en Virginia Beach, que dejó 12 muertos.
En un país en el que la tenencia de armas está garantizada por la segunda enmienda de la Constitución, en total hubo 32.553 incidentes armados que dejaron 8.577 muertos y 17.016 heridos.
A pesar de la magnitud de los problemas relacionados con la violencia con armas de fuego, apenas se concretaron esfuerzos para abordar esa cuestión con leyes federales.
Trump decreta banderas a media asta
El presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó ayer que todas las banderas en edificios federales del país ondeen a media asta “en respeto solemne” por las víctimas de los dos tiroteos masivos de este fin de semana en Texas y Ohio, y que dejaron 29 muertos más uno de los atacantes y decenas de heridos.
“Nuestra nación llora con aquellos cuyos seres queridos fueron asesinados en los trágicos tiroteos de El Paso, Texas y Dayton, Ohio, y compartimos el dolor y el sufrimiento de todos aquellos que fueron heridos en estos dos ataques sin sentido”, dijo Trump en una proclamación divulgada por la Casa Blanca.
“Condenamos estos actos odiosos y cobardes”, agregó el mandatario. Trump pasó el fin de semana en su residencia privada de Bedminster, en Nueva Jersey y se espera que hoy regrese a Washington.
Las banderas en edificios federales en todo el país se mantendrán a media asta hasta el próximo 8 de agosto.
El Papa Francisco también lamentó los ataques. “Queridos hermanas y hermanas, soy espiritualmente cercano a las víctimas de episodios de violencia que en estos días han ensangrentado Texas y Ohio, en Estados Unidos, contra personas inermes”, dijo tras el rezo del Ángelus dominical.
Bolsonaro: “Desarme no evita las masacres”
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, afirmó ayer que desarmar a la población no va a impedir ataques armados como los dos ocurridos el fin de semana en Estados Unidos y que dejaron al menos 29 muertos más uno de los atacantes.
“No es desarmando al pueblo que se evitan ataques como los de Estados Unidos”, afirmó el líder ultraderechista, un defensor del porte de armas y que en sus primeros días de Gobierno firmó un decreto que flexibilizó el estatuto que regula la venta y el porte de armas en Brasil.
“Lo lamento. Eso también ya ocurrió en Brasil. No es desarmando el pueblo que se evita”, afirmó el jefe de Estado en declaraciones frente a la residencia oficial de la Presidencia. Bolsonaro puso como ejemplo su país, al que calificó como “muy desarmado” debido a la legislación restrictiva y en el que ya se registraron ataques similares.
El caso más reciente fue en marzo cuando dos adolescentes asesinaron a ocho alumnos de una escuela en Suzano (Sao Paulo).
El más grave se registró en 2011 cuando un joven que había sido víctima de burlas de sus compañeros invadió una escuela en Río de Janeiro y asesinó a tiros a doce menores de edad.