FALLO HISTÓRICO
La justicia argentina la encontró culpable del delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado por favorecer a Lázaro Báez en la adjudicación de obras públicas en Santa Cruz.
En un fallo histórico, la vicepresidenta argentina, Cristina Kirchner, fue condenada ayer martes a 6 años de prisión e inhabilitada de por vida para ocupar cargos públicos, luego de que la justicia la encontró culpable del delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado por favorecer al empresario patagónico Lázaro Báez en la adjudicación de obras públicas en la provincia de Santa Cruz. Fue absuelta, en cambio, por el delito de asociación ilícita, la otra figura por la que había sido acusada. Se trata de la primera vicepresidenta en ser condenada por corrupción mientras ejerce su cargo.
Cristina Kirchner no irá presa y podrá postularse en las próximas elecciones al cargo que desee, ya que la sentencia queda firme y tiene aplicación, cuando -según el nuevo Código Procesal Penal Federal argentino parcialmente en vigencia-, se hayan agotado todas las instancias judiciales de revisión. Es decir, cuando la Corte Suprema de Justicia rechace el último recurso de la imputada, lo que puede demorar años.
Sin embargo, la propia Cristina anunció ayer que no será candidata a ningún cargo en 2023.
El veredicto fue leído por el juez Jorge Gorini, y dictado junto con sus coleas Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso. El fallo fue dividido ya que el juez Basso se pronunció por la condena por asociación ilícita, pero quedó en minoría.
Apenas terminada la lectura del veredicto, desde el Senado, Cristina Kirchner dio un mensaje y denunció al Poder Judicial. “Son un estado paralelo, es la mafia judicial”, dijo la vicepresidenta, que adelantó que apelará.
La sentencia fue recibida con protestas por unas 200 personas que se reunieron frente al edificio de Comodoro Py 2002, sede de los tribunales. La agrupación del piquetero Luis D’Elía empezó a agitar las vallas que rodean al edificio, lo que generó que la policía de la guardia de infantería se colocara cerca de las reja con sus escudos listos para intervenir, pero no fue necesario hacerlo.
Los acusados y el fiscal Diego Luciani siguieron la lectura del fallo vía Zoom, al igual que la vicepresidenta, que estaba en su despacho del Senado, desde donde emitió luego un mensaje por las redes sociales.
El tribunal oral absolvió al exministro de Planificación Julio de De Vido, a Abel Fatala y a Héctor Garro por los hechos que fueron motivo del juicio. Y en el mismo sentido sobreseyeron a Carlos Santiago Kirchner, por prescripción del delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Además de Cristina Kirchner, fueron condenados a seis años de prisión por fraude el exsecretario de Obras Públicas José López; el extitular de la Dirección Vialidad Nacional Nelson Periotti, y Lázaro Báez, dentro de un lote total de 13 imputados.
López ya está condenado a seis años de cárcel por enriquecimiento ilícito, por lo que al volver a ser condenado la pena será unificada con aquella. Lo mismo sucede con Báez, que ya fue sentenciado a 12 años.
Es la primera vez que un vicepresidente en ejercicio es condenado por cargos de corrupción, ya que cuando fue juzgado y condenado Amado Boudou, en 2018, ya había dejado la función pública. Boudou fue vicepresidente de Cristina durante su segundo mandato.
A pesar de que el fiscal Luciani había acusado a Cristina Kirchner de ser jefa de una asociación ilícita y del delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado, por lo que pidió una condena de 12 años de cárcel, los jueces entendieron que solo corresponde condenarla por el delito de fraude.
Acto fallido
Habían previsto el discurso de Cristina Kirchner por una pantalla, pero el líder del sindicato de los camioneros, Luis D’Elía, dijo que tenían que devolver el camión (que tiene el sonido) y cortaron el discurso. De esa manera concluyó la manifestación activada por el partido Miles, del expiquetero, que fue uno de los pocos sectores afines al kirchnerismo que decidió salir a la calle para respaldar a la vicepresidenta. Un pequeño grupo se manifestó frente a los tribunales, y algunos intentaron pasar las vallas de seguridad de la policía.
Impacto político
Luego de leer la sentencia, el juez Gorini tomó los papeles en sus manos, los acomodó, se puso de pie, colocó su lapicera en el bolsillo interior de su saco y salió caminando con sus colegas. La sala quedó sumida en silencio. Ni un murmullo.
Los jueces fueron los primeros en salir caminando rodeados de policías. Los siguieron los empleados del tribunal oral. Dos de ellos se palmearon el hombro. En la puerta de los tribunales, los manifestantes ya estaban cansados y agobiados por el calor. No cantaban más “¡Cristina Presidenta!”.
Se desperdigaron apenas todo terminó.
Este juicio a Cristina Kirchner tiene un fuerte impacto político en un país polarizado entre el gobierno y la oposición, en medio de una grave crisis económica con casi 100% de inflación anual estimada.
El analista político Rosendo Fraga consideró que el impacto del veredicto será fuerte. “La estrategia de Cristina va a ser profundizar su teoría del ‘lawfare’, que consiste en denunciar los fallos adversos en las causas de corrupción como una maniobra política para impedir su candidatura, haciendo la analogía con lo sucedido con Lula en Brasil cuatro años atrás”, dijo a la AFP.
En todo caso “buscará manifestaciones de adhesión de los líderes progresistas de la región, empezando por el brasileño”, estimó.
La sentencia sin prisión efectiva “será una decepción para los sectores antikirchneristas”, apuntó Fraga.
“Es probable que ella, si no se presenta de candidata a la presidencia, lo haga a la senaduría de la provincia de Buenos Aires, con lo cual tendría fuero hasta el 10 de diciembre de 2029”, estimó.
Las otras causas
Desde que en 2016, tras culminar su segundo mandato, Cristina Kirchner fue procesada por primera vez -por operaciones con contratos de futuro de dólar durante-, multitud de imputaciones fueron emergiendo contra ella.
Ya fuera por presuntos negocios espurios con empresarios mediante Hotesur y Los Sauces, sociedades inmobiliarias de su propiedad, o por encabezar una enorme red de cobro de sobornos en la mediática “Causa de los cuadernos”. También por el uso de aviones oficiales para enviar periódicos a su residencia en el sur del país o por atesorar documentos históricos que según el juez deberían estar en manos del Estado.
“Lo único que les falta es acusarme de la muerte de Kennedy”, llegó a decir Cristina en 2016, cuando se reabrió el expediente en el que se la acusaba de haber querido encubrir, mediante un pacto con Irán, a los sospechosos de ese país de cometer el atentado contra una mutual judía de Buenos Aires en 1994.
Desde que en 2019 Cristina Kirchner volvió al poder como vicepresidenta, la Justicia ha tomado varias decisiones que han favorecido a exfuncionarios kirchneristas que habían sido acusados y/o encarcelados, y ella ha sido sobreseída en causas como Dólar Futuro, Memorando con Irán y Hotesur y Los Sauces, expediente que afecta también a sus hijos, Máximo y Florencia.
Sobreseimientos que fueron apelados y que tribunales superiores estudian si ratifican o desestiman.
Descargos de Cristina
“No voy a ser candidata. (…) El 10 de diciembre de 2023 no voy a tener fueros, no voy a ser vicepresidenta. (…) No voy a ser candidata a nada, ni a presidenta, ni a senadora. Mi nombre no va a estar en ninguna boleta. Termino como me volví el 10 de diciembre de 2015 a mi casa?.
Así se expresó Cristina Kirchner luego de que se leyera la sentencia que la condena a 6 años de prisión y la inhabilita de por vida para la función pública. Desde el Senado, Cristina Kirchner analizó el fallo de los jueces. “Tal cual lo dijimos hace tres años, la condena estaba escrita”, afirmó.
“Esto es mucho más simple, esto no es ni lawfare ni partido judicial: esto es un estado paralelo y mafia judicial”, criticó.
Cristina Kirchner hizo referencia también a una filtración ilegal de supuestos mensajes privados intercambiados en un grupo de la plataforma Telegram por cuatro jueces, un fiscal, el ministro de Justicia de la ciudad de Buenos Aires y directivos del Grupo Clarín que compartieron en octubre un viaje al campo del empresario británico Joe Lewis en la Patagonia.
“La confirmación de la existencia de un sistema paraestatal, de un sistema donde se decide sobre la vida, el patrimonio de la libertad, y que está por afuera de los resultados electorales, lo tuvimos este fin de semana. Ayer (por el lunes) el Presidente, en una cadena nacional, hizo mención a algo que tomó estado público”, recordó.
Menem y Cristina, los únicos condenados
Con la condena de ayer martes, la vicepresidenta Cristina Kirchner se sumó a Carlos Menem como los dos expresidentes argentinos desde la vuelta de la democracia en 1983 en recibir una condena judicial. Menem murió en 2021 sin que el veredicto en su contra fuera aún firme.
El juicio que desde mayo de 2019 ha sentado por primera vez en el banquillo a la viuda del también expresidente Néstor Kirchner es el séptimo contra un ex jefe de Estado argentino en la actual democracia: antes estuvieron en el banquillo Menem, en 5 ocasiones, y Fernando De la Rúa, una, en la que fue absuelto.
Asimismo, el único exvicepresidente en ser condenado fue Amado Boudou, segundo de Cristina Kirchner entre 2011 y 2015, que en 2018 fue sentenciado a 5 años y 10 meses de prisión por la compra irregular de una imprenta de dinero en 2010, cuando era ministro de Economía. En 2021, un juez le dio la libertad condicional tras cumplir dos terceras partes de la condena.
Estos son los juicios contra los expresidentes argentinos de la democracia, todos iniciados años después de dejar el poder, salvo en el caso de Cristina Kirchner, vicepresidenta al ser sentenciada.
En 2008 se celebró el primer juicio a un exgobernante democrático desde 1983, contra Menem, entonces de 78 años, acusado de tráfico de armas a Ecuador y Croacia entre 1991 y 1995. El exmandatario llegó a estar seis meses en prisión preventiva en 2001, y fue liberado después de que la Corte Suprema anulara los cargos.
Desde 2005, los fueros que obtuvo tras ser elegido senador, cargo que ocupó hasta su muerte, en 2021, lo blindaron de cualquier detención.
De la Rúa, que renunció a la Presidencia en diciembre de 2001 en medio de la peor crisis de la historia reciente argentina, fue enjuiciado por su presunta responsabilidad en un caso de sobornos en el Senado en 2000 para la aprobación de una reforma laboral. La controversia llevó al entonces vicepresidente Carlos Álvarez, a presentar su renuncia en octubre de 2000.
Si bien la Fiscalía había solicitado seis años de prisión para De la Rúa, finalmente fue absuelto en 2013.