Demócratas frustraron la ola republicana en Estados Unidos

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Joe Biden
Joe Biden.
Foto: AFP

ELECCIONES DE MITAD DE MANDATO

Fue una derrota dulce y una victoria amarga. Los republicanos llevan, por ahora, más votos en el Senado que los demócratas, pero estos últimos amortiguaron una anunciada mayoría que no fue tal.

Millones de estadounidenses se pronunciaron el martes en las elecciones de mitad de mandato para renovar los 435 asientos de la Cámara de Representantes y 35 de los 100 senadores, además de gobernadores en algunos estados y plebiscitos sobre leyes locales. Estos comicios miden, tradicionalmente, el descontento con el inquilino de la Casa Blanca y propulsan el poder de la oposición.

Lo que hubo ayer fue una derrota dulce y una victoria amarga en Estados Unidos. Los republicanos llevan, por ahora, más escaños en el Senado que los demócratas, pero estos últimos amortiguaron una anunciada mayoría que no fue tal, quedándose, por ejemplo, con Pensilvania.

Aunque todo indica que los rojos tendrán mayoría en el Congreso, los demócratas se fortalecieron con la promesa fallida del retorno de la oposición y con el inesperado respaldo popular que las encuestas no detectaron.

El presidente Joe Biden, con baja aprobación, se mostró fortalecido ayer durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca. A las 18:00 de Uruguay, el mandatario comenzó un largo discurso en el que calificó la jornada electoral como “un buen día para la democracia” y dijo que se presentaría en las próximas elecciones, en 2024. También manifestó que haría todo lo posible para impedir que Donald Trump volviera a la presidencia.

“Aunque cualquier escaño perdido es doloroso, y algunos buenos demócratas no ganaron anoche, los demócratas tuvieron una noche fuerte, y perdimos menos escaños en la Cámara de Representantes que cualquier presidente demócrata en sus primeras elecciones de mitad de mandato en los últimos 40 años”, expresó Biden anoche.

Donald Trump y Joe Biden
Donald Trump mira un video de Joe Biden, en un acto de apoyo a Marco Rubio.

Los datos lo respaldan: en 1994, Bill Clinton perdió 54 congresistas; en 2010, Barack Obama vio cómo pasaban a manos republicanas 63 asientos. A los republicanos les pasó lo mismo. En 2018 perdieron 40 asientos, cuando la administración de Trump cumplía dos años.

Hasta el cierre de esta edición, la distribución en las cámaras -según el monitor del Washington Post- era la siguiente: 182 escaños para los demócratas en la Cámara de Representantes; 206 para los republicanos. El número mágico, el que otorga la mayoría, es 218.

En el Senado, más reñido y con una pugna sin resolverse en estados clave como Arizona y Nevada, el reparto es el siguiente: 48 asientos ya son de los demócratas mientras que los republicanos se hicieron de 49.

Éxitos y fracasos

Ahora, el alivio de Biden no quita que el veredicto de las elecciones haya sido más claro en las carreras por los gobernadores de los estados republicanos, con la victoria aplastante de la estrella emergente Ron DeSantis en Florida, por ejemplo, consolidando su estatus como uno de los principales candidatos potenciales a la Casa Blanca en 2024.

DeSantis, de 44 años, dijo que “apenas está comenzando la lucha”, lo que posiblemente contraríe a Trump, que hasta el lunes por la noche se había mostrado convencido de que conseguiría victorias en estados donde se postulaban aliados suyos.

Esa noche todo indicaba que Trump anunciaría su candidatura para 2024, pero decidió esperar al 15 de noviembre para el “gran anuncio”. Ahora, ese fervor se desvanece: tiene por delante -y en contra- el empuje que le dieron los electores de Florida a DeSantis.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis
El gobernador de Florida, Ron DeSantis

De hecho, el expresidente admitió ayer, en un mensaje en su red social TRUTH, que “de cierta manera las elecciones de ayer (por el martes) fueron en cierto modo decepcionantes”, aunque enseguida matizó que según su punto de vista “personal”, fueron un triunfo.

Aunque esto todavía está por verse, Trump puede alegrarse mientras tanto con el éxito de algunos candidatos comprometidos con su causa, sobre todo del de J.D. Vance como senador por Ohio, uno de los bastiones industriales y agrícolas de Estados Unidos.

Este escaño de senador es una gran decepción para Biden, pero la gran victoria demócrata es otra; arrebataron a los conservadores dos gobernaciones: Maryland y Massachusetts, donde Maura Healey se transforma en la primera lesbiana en encabezar un estado.

Otro conocido republicano, el gobernador de Texas, Greg Abbott, se aseguró un nuevo mandato, con el que su partido llegó a los treinta años de gobierno en el estado, tras ganar al demócrata Beto O'Rourke.

Ahora queda esperar otros dos escaños fundamentales desde el principio: Nevada y Arizona. En el primero lidera el candidato republicano Adam Laxalt; en el segundo, el demócrata Mark Kelly.

Georgia ya definió: igual que en 2020, habrá segunda vuelta.

Optimismo

Joe Biden recorrió varios estados alentando las candidaturas demócratas, pero su desaprobación pesaba. Su gobierno se vio golpeado por la inflación, algo que, se suponía, se reflejaría en las urnas. Sin embargo, los demócratas tuvieron más apoyo del esperado y el presidente se mostró optimista en su discurso de ayer en la Casa Blanca.

Aprueban leyes sobre el aborto

El derecho al aborto en Estados Unidos quedó protegido en cuatro estados más, después de las elecciones intermedias del martes, donde se celebraron varios referéndums a lo largo del país. Los resultados en California, Michigan y Vermont blindaron los derechos reproductivos de las mujeres en las leyes locales, al mismo tiempo que los votantes en Kentucky rechazaron una propuesta que hubiese eliminado el derecho al aborto de la Constitución estatal. Todavía está por conocerse la decisión del referéndum en Montana que, hasta la tarde de ayer, se inclinaba por rechazar una legislación que obliga a los sanitarios a dar atención médica a fetos producto de un aborto.

La mayoría rechazó ley de cannabis

Cinco estados consultaron a sus votantes por el uso recreativo de la marihuana. Solo en dos de ellos, Maryland y Misuri, apoyaron su legalización. La consulta obtuvo un resultado negativo en Arkansas, Dakota del Norte y Dakota del Sur, donde se impuso el No. En los cinco estados ya estaba permitido el uso medicinal del cannabis y solo en Maryland y Misuri los votantes apostaron por dar un paso más y apoyar el recreativo. Con estos dos territorios son ya 21 los estados que tienen legalizada esta droga para esos fines. En Dakota del Norte, los votantes ya rechazaron en 2018 la legalización completa del cannabis y en su hermano del Sur ya se aprobó una medida similar en 2020, después anulada.

California no legaliza las apuestas

En el estado más poblado del país, California, se votaron dos propuestas (la 26 y 27) sobre apuestas deportivas en persona y en casinos dirigidos por tribus indígenas en todo el estado. Ambas medidas fracasaron estrepitosamente en las urnas. La Propuesta 26 habría permitido las apuestas deportivas en persona en casinos tribales en California, con la condición de que un 10% de la recaudaciónse destinara a financiar programas de tratamiento de la adicción al juego. La también rechazada Propuesta 27 fue impulsada por las principales casas de apuestas deportivas para que California legalizara el juego a través de dispositivos móviles o tabletas.

Ron DeSantis, un candidato que emerge en Florida

Ron DeSantis lleva meses seduciendo a los conservadores de Estados Unidos, y su victoria aplastante para la reelección como gobernador de Florida el martes confirma una trayectoria ascendente que muchos ven rumbo a la Casa Blanca en 2024, si el expresidente Donald Trump no lo impide. “Para mí, la lucha apenas comienza”, dijo DeSantis tras la victoria.

El gobernador electo se impuso con cerca del 60% de los votos al demócrata Charlie Crist (40%) tras una campaña en la que recaudó 200 millones de dólares, una cifra enorme para elecciones a gobernador.

Desde que el covid azotó el mundo, su estrategia consistió en oponer lo que él llama “el estado libre de Florida” a la administración demócrata de Joe Biden, a la que acusa de ser demasiado intervencionista y de haber provocado la inflación que golpea Estados Unidos.

Su gestión de la crisis sanitaria, en la que se negó a imponer el uso de mascarillas y promovió una rápida reapertura de la economía, le granjeó muchas simpatías entre los conservadores. En los meses posteriores, el gobernador de Florida supo abordar los temas que mejor movilizan a los votantes.

Impulsó, por ejemplo, una ley para reducir el plazo legal del aborto de 24 a 15 semanas en Florida y un texto que prohíbe abordar asuntos relacionados con la identidad de género y la orientación sexual en las escuelas primarias.

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