BRASIL
También plantearon que “no se puede cambiar a todas horas el rumbo de Brasil”.
Los empresarios brasileñosle han pedido a Jair Bolsonaro y a Luiz Inácio Lula da Silva que “no haya ruptura” en la política económica sin importar quién gane el 30 de octubre, dijo a EFE el empresario Joao Carlos Camargo.
Camargo es director de Esfera Brasil, un influyente “think tank” en el que participan grandes empresarios y emprendedores de todos los sectores de la economía y que, durante la campaña electoral, ha organizado encuentros con los dos candidatos.
En esas reuniones, los empresarios han planteado que “no se puede cambiar a todas horas el rumbo de Brasil”.
“Los empresarios conversamos bastante con Lula y los elaboradores de su plan económico. Les dijimos ‘no vamos a tocar lo que está funcionando’. Hemos defendido tanto ante Lula como ante Bolsonaro: ‘lo que Brasil conquistó, vamos a mantenerlo’”, dijo Camargo.
Para este líder empresarial, en las elecciones se enfrentan el modelo liberal de Bolsonaro, que defiende un Estado mínimo y es “simpático” hacia los empresarios, y el programa “desarrollista” de Lula, ante el cual el sector privado tampoco pone “objeción”.
En ambos casos, según Camargo, los empresarios creen que el país saldrá ganando.
“La disputa de Bolsonaro contra Lula es muy sana para el país. Porque hay un lado liberal, de Estado pequeño y el lado de Lula es más desarrollista, más preocupado con cuestiones sociales. Los dos van a contribuir a que Brasil siga en una ruta de crecimiento. No vemos que vaya a haber una ruptura”, comentó.
Camargo consideró que Bolsonaro hizo “un buen gobierno” por haber impulsado la reducción de la deuda pública y el crecimiento económico, y por el combate a la inflación, recalcando que su equipo de ministros es “excepcional”.
De cara a la próxima legislatura, recalcó que el Parlamento será el más de derechas de la historia de Brasil. Por ello, cree que “si Bolsonaro gana las elecciones, con el Congreso al lado puede hacer una gestión muy buena”. También puntualizó que Lula fue un “excelente presidente”, en cuyo gobierno (2003-2010) “los empresarios ganaron bastante dinero”.
“Tiene lados positivos: es más conciliador, es capaz de recuperar nuestra imagen, que se desgastó por esa cuestión de la deforestación de la Amazonía, tiene más tránsito con jefes de Estado extranjeros, más credibilidad con la prensa internacional. Hay un lado muy bueno de Lula. No creemos como empresarios que vaya a haber una ruptura de crecimiento de Brasil bien sea con Bolsonaro o con Lula”, comentó.
En cualquier caso, los empresarios demandan que se acometan una serie de reformas: administrativa, política y, sobre todo tributaria.
“Vamos a tener que establecer consensos, conversar mucho para ver un camino de simplificar (la tributación) que no afecte los planes del gobierno en esa cuestión de auxilio a las personas más carentes y necesitadas”, comentó.
Al margen de las reformas, Camargo subrayó que el gran anhelo de los empresarios es que el próximo presidente se dedique a “pacificar el país”, muy polarizado por esta disputa electoral.