“Un gobierno dividido en Estados Unidos puede complicar”

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Joe Biden y Donald Trump. Foto: Reuters

ENTREVISTA

Entrevista a Nicolás Pose, magíster en Economía Política Internacional y profesor de la Universidad de la República, sobre las elecciones de medio mandato en Estados Unidos y posibles repercusiones.

En la víspera de las elecciones de medio término en Estados Unidos, que se llevarán a cabo hoy, 7 de noviembre, El País entrevistó a Nicolás Pose, magíster en Economía Política Internacional y profesor de la Universidad de la República (Udelar), quien proyecta que el hecho de que los republicanos logren la mayoría en el Congreso, no significa necesariamente que se allane el camino de Donald Trump hacia la presidencia de Estados Unidos. Considera también que las relaciones entre Estados Unidos y Uruguay no cambiarán, independientemente de esos resultados electorales.

¿Qué puede pasar con las elecciones y qué impactos tendrán?

El primer escenario que se configura como el más probable es que de la elección surja un gobierno dividido. Posiblemente el Congreso, al menos la Cámara de Representantes, quede en manos de los republicanos, no así el Senado donde se ve un escenario de mayor paridad y con resultado más incierto.

Los mayores efectos se darán en la política doméstica, en la medida en el Ejecutivo tendrá mayor dificultad para tramitar su agenda legislativa.
En el plano exterior, puede haber repercusiones en aquellas políticas que requieren del apoyo legislativo para ser implementadas. Estoy pensando en los paquetes de ayuda económica y militar a Ucrania, que van a tener un mayor escrutinio por parte de una Cámara de mayoría republicana, pero hay otras iniciativas de política exterior que son de competencia del Ejecutivo y en ese plano no se esperan mayores cambios.

¿Qué repercusión podrían tener los resultados electorales en América Latina?

Para esta región no es sencillo identificar consecuencias directas a corto plazo. Un impacto más general en la región tiene que ver con la política estadounidense hacia China, que afecta a terceros países y regiones. Uno de los pocos –poquísimos- puntos de coincidencia actualmente entre los demócratas y republicanos es la necesidad de contener el ascenso económico de China. En eso las dos partes comparten visiones y, en ese sentido, se espera una continuidad de la política estadounidense de señalarle a América Latina que existen ciertos planos de las relaciones internacionales en los que Estados Unidos preferiría que los vínculos con China fueran menores.

¿Es probable que Estados Unidos mire poco a esta región, independientemente de los resultados electorales, considerando que tiene muchos problemas domésticos?

Desde América Latina surgieron ciertos señalamientos de que Estados Unidos demanda que esta región tienda a tener posiciones alineadas con la política estadounidense en asuntos de política mundial, pero que, a cambio, Estados Unidos está ofreciendo poco para que eso suceda. Esto ya se venía dando dentro de un gobierno con mayoría legislativa, y no creo que el probable cambio en la correlación de fuerzas en el Congreso, altere demasiado ese escenario. Seguramente, seguirá ese tipo de señalamientos por parte de líderes de la región a Estados Unidos, por su ausencia de una agenda positiva hacia esta parte del mundo.

Otro plano que ha estado en el centro de las políticas estadounidenses tiene que ver con las restricciones a la inmigración, que afecta sobre todo a los centroamericanos, y no esperaría grandes cambios en ese plano.

¿No piensa que si hay mayoría republicana en el Congreso, la política en relación a la migración sería aún más restrictiva?

Las políticas restrictivas que ya se están implementando se pueden categorizar como bastante duras. Incluso, en un escenario de mayoría demócrata, seguirán siendo restrictivas en el corto plazo.

Biden parecía que iba a ser más flexible, pero no terminó siéndolo, ¿verdad?

Sí, uno podría hacer esa lectura.

¿Qué escenarios proyecta en relación a Uruguay?

No imagino grandes cambios en cómo están establecidas las relaciones entre Estados Unidos y Uruguay hasta el momento. Uruguay ha planteado un conjunto de temas para las relaciones bilaterales que no coinciden con las prioridades de Estados Unidos. Por ejemplo, en la búsqueda del gobierno uruguayo de mayores niveles de compromisos, de reglas, en torno al comercio; la posibilidad de un acuerdo de comercio preferencial.

El gobierno uruguayo ha manifestado que le interesaría un Tratado de Libre Comercio (TLC), pero eso no ha estado en la agenda de prioridades de la política exterior ni comercial estadounidense, y no creo que eso cambie.

Simplificando el tema, ¿qué le conviene a Uruguay o a la región que suceda?

Es difícil de contestar, lo cierto es que un escenario dividido en un Estados Unidos polarizado como el actual, no parece ser propicio para un marco de políticas predecibles o más estables. Un gobierno dividido complica la gobernabilidad en Estados Unidos y, como concepto general, no augura estabilidad para mayores impulsos de la recuperación económica en ese país, sino que agrega incertidumbre. Habrá que ver el resultado y cómo se desarrollan estas cuestiones.

En cuanto a las relaciones internacionales, hay un conjunto de temas de la agenda que no tienen tanto que ver con el Congreso, pero otros temas pueden afectar a la región.

¿Por ejemplo?

La posibilidad de que no se autoricen, o que se demoren, las autorizaciones de nuevos incrementos del techo de deuda en Estados Unidos. Esto puede generar incertidumbre económica en el corto plazo, y externalidades negativas en la región por efectos colaterales.

Ya en el pasado, le ha costado mucho al gobierno que el Congreso apruebe esos incrementos de deuda, si no tiene mayoría. Esto ha hecho, incluso que el gobierno estadounidense deje de funcionar por unos días hasta que se acuerdan estos acuerdos.

Un punto que quiero resaltar es la dificultad de proyectar ante factores sistémicos empujados por un cambio en la correlación de fuerzas en un Congreso por dos años.

¿Si los republicanos consiguen la mayoría en el Congreso, piensa que se allana el camino de Donald Trump hacia la presidencia?

No necesariamente. Hemos tenido distintas combinaciones, de congresos divididos, mayorías y minorías, distintas dinámicas de cambio y continuidad en los partidos, y los resultados han sido diversos. No necesariamente ambos fenómenos (mayoría en el Congreso y resultados electorales presidenciales) están vinculados.

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