GRAN BRETAÑA
Autorizar tal consulta está “reservado” al parlamento del Reino Unido y “el parlamento escocés no tiene la capacidad de legislar” al respecto, afirmó el presidente del Tribunal Supremo, Robert Reed.
Escociano puede convocar un nuevo referéndum sobre su independencia del Reino Unido sin un acuerdo con el gobierno británico, según un fallo judicial de ayer miércoles, complicando los planes de la primera ministra nacionalista Nicola Sturgeon.
Autorizar tal consulta está “reservado” al parlamento del Reino Unido y “el parlamento escocés no tiene la capacidad de legislar” al respecto, afirmó el presidente del Tribunal Supremo, Robert Reed, leyendo una sentencia alcanzada por unanimidad.
La primera ministra escocesa se declaró “decepcionada” por una decisión que en su opinión “no hace la ley, solo la interpreta”.
“Negar a uno de los socios” de la unión el derecho a decidir su futuro “es una píldora difícil de tragar para cualquier defensor de la independencia y de la democracia”, afirmó Sturgeon en Edimburgo.
Y anunció que buscará el modo de convertir las próximas legislativas británicas, previstas en enero de 2025 a más tardar, en un “referéndum de facto”.
A las puertas del Tribunal Supremo en Londres se reunieron una decena de independentistas escoceses con sus banderas azules y blanca.
El Partido Nacional Escocés (SNP) de Sturgeon, que gobierna esta nación británica de 5,5 millones de habitantes en el norte del Reino Unido, quiere organizar una votación consultiva con la pregunta “¿Debe Escocia ser un país independiente?”.
Ya había fijado la fecha del 19 de octubre de 2023. Pero, buscando evitar un conflicto como el vivido en España a raíz de la consulta organizada en Cataluña en 2017 pese a la prohibición de la justicia, aseguró desear “un referéndum legal”.
En un referéndum de 2014, organizado con el acuerdo del gobierno conservador británico de David Cameron, 55% de escoceses votó a favor de permanecer en el Reino Unido.
El principal argumento contra la secesión fue que esta dejaría a Escocia fuera de la Unión Europea. Pero paradójicamente, dos años más tarde el referéndum sobre el Brexit -contra el que votó el 62% de escoceses- acabó sacando a Escocia de la UE precisamente por haber permanecido en el Reino Unido.